12-03-2004
Jesús:
Arrodíllate ante la Majestad de Dios. Glorifícalo. Alabad a Dios. Salmodiad para
Él. Venerad a su Madre Santísima.
Sí, miraos a vosotros mismos como depositarios de un inmenso don para repartir a
los demás. Miraos como cauce de mis Gracias para el mundo, para España.809
¡Oh, acordaos de Mí! ¡Acordaos de Mí! Hija, se acordarán de Mí. Impúlsales con
tus oraciones y sacrificios a hacer la verdadera oración, la que lleva al cambio de
vida. Empújales, con tus sacrificios a que hagan la verdadera confesión, la que
brota del corazón.
Anima a mis ministros a que vayan a confesarlos. Anímalos a que vayan a
bendecirlos, a alentarlos. En su último aliento, que estén presentes. Reza, hija mía,
para que haya un sacerdote allí donde cada persona tenga su último aliento. Que no
les abandonen. ¡Que no abandonen a mis hijos! Que vayan, que vayan a la cabecera
de su cama para ayudarles a morir. Les necesitan. Mira, han ido muchos a dar su
sangre...
¿Cuántos han ido a ayudarles a morir? ¿Cuántos a enfocar este sufrimiento
según Dios?
¿Tenemos que ir?
Sí. Id en la medida de vuestras posibilidades.
La gente, si encontrara un hermano que le tendiera la mano, se volvería a Dios. ¡Id!
¡id!
Reza y ofrécete. Reza y ofrécete, hija mía, para ayudar a bien morir a tus hermanos.
Otro tanto de almas, por ti, por los tuyos, verán a Dios.
Hija mía, ¿vienes? Deposita tu beso, junto con el mío, en la cabecera de su cama.810
He aquí el principal amor: el que da su vida por sus hermanos. He aquí misión
grandiosa, misión gozosa.
He aquí sublime pacto: hacerse, por amor, un Cristo. Hacerse uno con Cristo, con
su Eucaristía.
He aquí la principal caridad: rezar y sacrificarse por los pecadores. Para que puedan
ver el Rostro de Cristo. Para que la Virgen Santísima pueda llevarles en volandas al
Reino Nuevo.
Si el alma no está preparada, no envío a mi Virgen. He aquí la muerte gozosa: al
terminar la agonía, encontrarse con María. Y que Ella te libre del Infierno, que se
abría a tus pies. ¿Desearías, hija mía, que eso te pasara a ti? Deséalo también para
tus hermanos. Reza, ora y sacrifícate para que María Santísima pueda venir a ellos
y paliar sus sufrimientos. Reza, ora y sacrifícate para que descienda el número de
los condenados.
Sí, te necesito.
809 A propósito de los atentados.
810 Jesús me fue llevando, en un segundo, por las camas de los hospitales. Sobre
todo a donde estaban los moribundos a depositar nuestro beso arriba de su cama.
13-03-2004
Jesús:
Sí, hija mía, id donde vuestros hermanos os necesiten.
Ayer escuchabas una parte de la cuestión, conoce ahora el resto: Sabes que vuestros
hermanos se reconocen por no pensar más que en sí mismos. No sed así vosotros:
el que quiera ser el primero entre vosotros, que sea vuestro servidor.
¡Oh, hija mía! ¡¿Qué les ha hecho el Corazón de Jesús?!
Mirad, muchos me odian hoy día. Ayer escuchaba voces que clamaban a Mí. Hoy
escucho terror. Atruenan mis oídos la voz de sus odios. De sus odios hacia Mí. Sus
odios a Dios.
¿Dónde están esos samaritanos que les iban a ayudar a entender el sufrimiento?
¿Dónde están? ¿Dónde están?
Dónde estáis, oh cristianos, que os refugiáis en casa temiendo vuestros temores.
¡Salid a la calle y dad testimonio de Mí!
¿Sabes, hija? No me conocen, por eso me odian. ¡Oh, Dios mío! ... y muchos no
volverán a Mí.
No te derrumbes, hija, te necesito. Os necesito a todos. Necesitaría un ejército que
diera testimonio de Mí. Sin mentir. Sin aspavientos. Con Amor y con Dolor. Con–
sufriendo con ellos. Com–padeciendo811 en su sufrimiento.
Llegará Semana Santa... ¡qué buen momento para unirse con su Cristo! Hermosa
Cuaresma si se ha sufrido Conmigo.
¡Invitadles a Resucitar Conmigo! No saben qué hacer. No sabéis qué hacer, hijos
míos. Están confundidos. No encuentran respuesta. ¡Vosotros la tenéis! ¡¡Dádsela!!
Jamás nadie confió en el Señor y quedó defraudado.812
¡Oh! ¡qué momentos más duros, Jesús mío!
Sí lo son. Y más que os están por venir. Cuando a todos os cubra el mar del dolor.
Y llegará por los tobillos, por la rodilla, hasta por el cuello y hasta, algunos,
ahogarse en él.
No seáis esos vosotros. ¡Venid Conmigo! Encontradle un sentido a todo esto.
Habrá muchas aves de rapiña que se aprovecharán de sus hermanos en estos
momentos de debilidad. Aprovechaos vosotros, pero para llevar la gente a Dios.
Aprovechad para no ser esos buitres, sino esos Ángeles que les pondrán en contacto
conmigo.
“Yo no sé rezar”, os decía ese niño ayer.813 ¡Enseñadle! ¡Enseñadle!
Pretenderán buscar en el sentimentalismo la solución. ¡No está ahí! ¡No está ahí!814
¡Oh!, al pueblo español, ¡no se os engaña! ¡No se os engaña!815 Sabéis que el bien
está en los valores nobles, altos. Os viene de raza. Lo que ocurre es que lo habéis
olvidado. ¡Recordádselo! ¡Recordádselo!
Poned lo mejor de vosotros mismos. Yo pondré es resto. ¡Enseñad al pueblo, a
vuestro pueblo, los valores morales auténticos! ¡Gritad bien alto la Única y
Verdadera Devoción! ¡Conducid a la gente a la Eucaristía! ¡Propagad mi Devoción!
Moved a las gentes, a la familia entera, a rezar un Rosario por la paz.
Sí, lo quiero. ¡Propagad mi Devoción!
Habladles, hijos, –lo han olvidado– de la Verdadera Devoción para los siglos.
Habladles de la Eucaristía y de María. Salid a dar al mundo razón de vuestra
esperanza.816
811 Es interesante tener en cuenta la variedad de términos compuestos con la
partícula con que Pablo emplea para significar esta unión mística del bautizado
con Cristo: convivir (Rm 6,8; 2 Co 7,3), consufrir (Rm 8,17), ser con-crucificado
(Rm 6,6; Gál 2,19), conmorir (Co 7,3), ser consepultado (Rm 6,4; Col 2,12),
conresucitar (Col 2,12; 3,1; Ef 2,6), ser convivificado (Col 2,13; Ef 2,5), ser
conglorificado (Rom 8,17), ser coheredero (Rm 8,17), conreinar (2 Tim 2,12).
812 Cfr. Eclo 2,10.
813 Era un joven, víctima del atentado, que fuimos a visitar en el hospital.
814 Homenajes a víctimas. Gestos solidarios sentimentales.
815 Sólo nos conformaremos con la Verdad. Mientras, estaremos muy mal.
816 Cfr. I P 3,15.
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