13254233_1117655298280304_8731490055376073137_n«No olvidemos lo que la Gospa nos dice previamente en su mensaje: Hijos míos, este es un tiempo de vigilia. En esta vigilia los invito al amor, a la oración y a la confianza”Ahora bien, una vigilia es un tiempo de espera donde se aguarda lo que acontecerá, un tiempo de preparación. Un tiempo en que la vigilancia se incrementa porque un acontecimiento muy importante está por producirse. Es también la manera de no dejarse sorprender por el enemigo si viniera a atacarnos. Estamos invitados por lo tanto a ser como los vigías que oteaban las murallas de Jerusalén, a quienes María en muchísimas ocasiones vio en sus puestos de guardia cuando peregrinaba a la Ciudad Santa.
La Gospa nos prepara por medio de sus mensajes sin revelarnos con claridad qué nos aguarda. No necesita decírnoslo porque basta con que nos preparemos siguiendo sus consejos. Ella nos especifica que cuando su Hijo mire en nuestros corazones su “Corazón maternal desea que vea en ellos confianza y amor incondicionales” ¿Cuándo mire? ¿Por qué de repente se refiere a un tiempo futuro si Jesús mira constantemente nuestros corazones? Es porque Ella ve el porvenir y quiere tranquilizarnos: Jesús estará allí y nos mirará; no estaremos abandonados, no tenemos por qué temer. Es por ello que nos exhorta a que tengamos una confianza y un amor incondicionales. En mi opinión sería bueno que aprendamos este mensaje de memoria.
¡Pidamos la gracia de transformarnos, como la Virgen María, en un cáliz viviente donde Jesús pueda derramar su amor y hacerlo desbordar! Este cáliz purificado que contiene la Sangre divina y que permite que esa Sangre sea elevada hacia el Padre como ofrenda eucarística. Este cáliz es propuesto a algunas personas llamadas al martirio para que participen de manera privilegiada en el ofrecimiento de Jesús a su Padre por la remisión de los pecados y la salvación de la humanidad.»
© Children of Medjugorje del mes de noviembre de 2016