Muchas personas están tan lejos de Dios que sus almas están muertas. Lo que falta es la oración, dijo la vidente Marija Pavlovic-Lunetti después de pasar el reciente mensaje de la Virgen María. Ella se lamenta de la separación de los peregrinos respecto a los propietarios de pensiones con los que rezaban durante los primeros días de Medjugorje. Aunque las necesidades son muchas, más que cualquier otra cosa, el mundo de hoy está en grave necesidad de la oración, declaró la vidente Marija Pavlovic-Lunetti a Radio María el 25 de Agosto.
“Por encima de todo, lo que veo que falta en el mundo de hoy es la oración que da nacimiento a la alegría y al amor, y la alegría por la vida y su transmisión”, dijo Marija.
“Hoy, por desgracia, estamos muy lejos de Dios. Nuestra alma está muerta, y no tenemos sentimientos hacia Dios. Hemos cerrado la puerta, todo. No tenemos el sentimiento o el deseo. Muchas veces el alma está muerta y, cuando lo está, no tiene sensibilidad hacia la oración.”
“Por el contrario, los que tienen un sentimiento hacia la oración sienten como si fuera su propia respiración, como una necesidad. Gracias a Dios que Medjugorje ha puesto esta necesidad en muchas personas. Gracias a Dios que, durante tantos años, hay muchos grupos de oración que persisten, que aún rezan, que aún adoran a Jesús y honran a María”, dijo además la vidente.
Pero incluso en Medjugorje las condiciones fueron mejores en los primeros días de las apariciones que ahora, relató Marija: “¿Te acuerdas de los primeros años, cuando los peregrinos tuvieron que dormir en las casas? Los feligreses ofrecían un simple desayuno al estilo granja-casa pero primero había una oración”, dijo al director de Radio María, Fr. Livio Fanzaga. “Ahora hay pensiones y hoteles con cuartos separados para los dueños, y la actitud es diferente, pero en los primeros años la respuesta fue la oración en familia; y una familia que reza, ama. La familia que reza está unida”, aclaró Marija. “Durante los primeros meses la Virgen nos invitaba a elegir la santidad. Llamó a aprender a orar, la elección de la santidad y nuestra conversión. En el principio esto era personal, y ella nos pedía que cambiásemos nuestras vidas.”
“Ella quería que los grupos de oración de jóvenes, parejas casadas y de edad avanzada, y nuestra parroquia se adhirieran con fuerza a la gracia de Dios. Nuestra Señora pidió y la parroquia respondió, y esto fue una enorme Gracia”, recordaba la vidente.
Por Jakob Marschner, 27 de Agosto de 2012.
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