PARA MI, Y LO APRENDI ESCUCHANDO UN SERMON DE UN SACERDOTE DE LA TERCERA EDAD, ES CUANDO UNO SE MUERE. YA QUE SOMOS ESPIRITU CON ALMA (EL CUERPO ES UN MERO RECIPIENTE EN EL QUE NOS INSTALAMOS). AL MORIR NUESTRO ESPIRITU VA EN PRESENCIA DE NUESTRO SEÑOR JESUS Y EL NOS JUZGA SEGUN NUESTROS ACTOS.
Los mensajes apocalípticos anunciando la fecha del fin del mundo son un fraude
| Octavi Pereña
Publicado el miércoles 3 de agosto de 2011, 09:05 h. |
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Harold Camping anunció el fin del mundo para el 21 de mayo 2011. Su predicción ha fallado de la misma manera que lo hizo en 1994. Testigos de Jehová y Adventistas son entre otros los que han fracasado en acertar la fecha del fin del mundo.
Las Escrituras cristianas contienen muchas referencias del día del Señor relacionado con el fin del mundo tal como lo entendemos hoy. Pero no dan ninguna fecha concreta. Lo dejan a la expectativa. La parábola de las “diez vírgenes” es una de entre las diversas que enseña que la venida gloriosa de Jesús para poner fin a este mundo e instaurar el Reino de Dios eterno, es imprevista. Las enseñanzas de las parábolas es que los cristianos hemos de vivir siempre preparados porque desconocemos el momento exacto del regreso de Jesús.
Unos textos que deberían hacer reflexionar a los apocalípticos: “Pero el día y la hora nadie sabe, ni aún los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre” (Mateo24:36). “Pero de aquel día y la hora nadie sabe, ni aún los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre.
Mirad, velad y orad, porque no sabéis cuando será el tiempo” (Marcos 13:32,33). Según estos textos es evidente que el fin del mundo será una realidad. Lo que también dejan bien claro es que la fecha del acontecimiento está vedada a los hombres.
Los cristianos de la época apostólica se saludaban diciendo Maran-atha que significa “el Señor viene”. ¿Qué importancia práctica tenía este saludo? Los cristianos del siglo I no se lo pasaban nada bien. Debido a que se negaban a reconocer la divinidad del emperador y no querían quemar incienso ante los bustos dispuestos para tal adoración, fueron perseguidos a muerte. Diciéndose:Maran-atha se animaban mutuamente. Nos lo estamos pasando muy mal. La situación angustiosa por la que atravesamos tiene fecha de caducidad. No sabemos ni el día ni la hora, pero el Señor viene para instaurar su Reino de justicia.
Hoy, en Occidente, la situación para los cristianos no es tan difícil como lo era en la época romana. Preguntemos a los cristianos que viven en países musulmanes o en China y Corea del norte y descubriremos que para ellos Maran-atha es la esperanza en su tribulación. Nosotros no tenemos problemas en declararnos cristianos. A pesar de ello no nos gusta el mundo en que vivimos: Corrupción política, injusticia social con las diversas maneras de explotación del hombre por el hombre, enfermedades y un largo etcétera. Vivir en este mundo con el añadido de catástrofes naturales, contaminación de los alimentos por los accidentes en centrales nucleares e industrias químicas, no es nada agradable. Es muy importante que los cristianos del siglo XXI recuperemosMaran-atha con su significado: “el Señor viene” porque anhelamos vehementemente que Jesús vuelva para instaurar su Reino eterno que ahora está preparando desde los cielos.
Tal vez el lector se preguntará si los cristianos no estamos locos. ¿Qué garantía, nos dirá, existe de que vuelva vuestro Señor? Es cierto que del reino de los muertos no ha regresado nadie para contarnos lo que hay allá. Jesús es un muerto distinto a los otros muertos.
El relato bíblico nos dice que Jesús realmente murió. Que el Jesús que colgaba de una cruz era una persona de carne y huesos como lo somos nosotros. Que el centurión que se encargaba de que se cumpliese la sentencia de muerte certificó a Pilato la defunción de Jesús. Que no se le rompieron las piernas como a los otros dos reos porque Jesús ya había fallecido. Contra todo pronóstico Jesús resucitó al tercer día tal como habían anticipado las profecías. Cuando el Sanedrín juzgó a Jesús, el gran sacerdote le preguntó: “¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito? Jesús le dijo: Yo soy, y veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del Poder, y viniendo en las nubes del cielo” (Marcos 14:61,62).
Al recibir la noticia de la resurrección de Jesús los discípulos no dieron crédito a los informadores. Mientras estaban hablando de esto Jesús se presenta en medio de ellos. El texto dice: “Paz a vosotros. Entonces espantados y atemorizados, pensaban que veían espíritu. Pero Él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro corazón estos pensamientos? Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy, palpad, y ved, porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo” (Lucas 24:36-39).
Antes he dicho que los incrédulos preguntan a los cristianos: ¿Qué garantía tenéis de que vuelva vuestro Señor? La Biblia nos la da: “Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que lo ocultó de sus ojos. Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entretanto que Él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones Galileos. ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo” (Hechos 1:9-11).
La fe en lo que dice la Biblia nos permite, en medio de las tribulaciones de este mundo creer con convencimiento: Maran-atha, el Señor viene.
Octavi Pereña i Corti
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