Un importante peregrinaje mariano.
El Árbol de la Virgen María en El Cairo, en el barrio Matariya, uno de los sitios arqueológicos y turísticos más visitados de Egipto, ha sido cortado y muchos hablan de “catástrofe histórica”.
Según la tradición, para escapar de Herodes, María, José y Jesús huyeron a Egipto, y en el Cairo, encontraron refugio bajo la sombra de un árbol sicómoro. Se dice que el tronco del árbol se abrió milagrosamente para protegerlos de ladrones que los perseguían.
ÁRBOL CORTADO
Ahora parte del árbol ha sido cortado, y lo ha descubierto y documentado la agencia de prensa cristiana MCN. La fecha del accidente es desconocida.
Los responsables del sitio han dicho que el sicómoro fue dañado por el clima, pero por las fotos de MCN se puede ver que ha sido cortado con un hacha.
ACUSADOS LOS ISLAMISTAS
El Padre Barsoom Shaker, un sacerdote de la iglesia de Santa Maria de Matariya, barrio en el que está el árbol, ha declarado a MCN:
“La Iglesia no tiene nada que ver con el sitio arqueológico, que depende del superintendente de trabajos arqueológicos”.
La pared que protegía al sicómoro, construida por un cristiano copto, fue dañada. Los responsables aún se desconocen, pero el padre Shaker ha acusado a los islamistas por el accidente.
LA HISTORIA DEL ÁRBOL DE MARÍA
Situado en un barrio llamado Matariya, muy cerca del corazón de El Cairo, está este lugar al que millones de peregrinos acuden todos los años. El objeto de estas visitas no es otro que el conocido Árbol de la Virgen María, uno de los lugares más sagrados para los cristianos católicos y coptos en Egipto.
Cuando nació Jesús, Herodes comenzó a temer por su reino. Así que ordenó matar a todos los niños varones de Belén y sus alrededores. La Sagrada Familia escapó junto al niño buscando refugio en Egipto, y según cuenta la tradición, éstos realizaron una parada bajo la sombra de un sicómoro (una especie de higuera con hojas parecida a la morera).
La historia cuenta que el tronco de ese árbol abrió milagrosamente su corteza para protegerlos de los bandidos que los estaban persiguiendo. A su vez, una cascada de agua milagrosa manó de un lugar cercano con el fin de que la familia bebiera y pudieran lavar sus prendas.
En el charco de este improvisado manantial surgió un árbol balsámico que crece desde entonces.
Es esta historia la que ha propiciado que cada año llegue un gran número de peregrinos en la época navideña, desde aproximadamente el siglo IV, para visitar el lugar esperando que la virgen se aparezca a sus fieles.
Dicen que la corteza del árbol balsámico cuenta con propiedades medicinales. Además, de esta se extraería un elixir utilizado para elaborar perfumes y un aceite sagrado.
En cuanto al nombre del barrio, Matariya, viene de la palabra latina mater o madre, y su nombre viene dado, evidentemente, para conmemorar la presencia de la Virgen María.
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