12-12-88 1574
Gladys, Soy la Madre, que con Amor Misericordioso, mira a sus pobres hijos.
Digo a todos tus hermanos: Ha llegado la hora de dirigir los pasos hacia Dios, de crecer en amor a Dios.
Cerca de Mí, podéis adquirir lo que lejos no podríais; fuerzas, fe, perseverancia.
Los hijos recibirán de la Madre; sólo responded a la Madre.
Amén, amén.
Hazlo conocer.
(Mensaje de María del Rosario de San Nicolás - Argentina)
Comentario:
Dios no hace nada inútilmente, y si nos está enviando a su Madre, que con sus apariciones y mensajes, nos invita a la conversión y al acercamiento a Dios, entonces los hombres tenemos que acercarnos a María y seguirla, escuchar sus palabras amorosas y ser fieles a Ella.
Nosotros somos como niños recién nacidos que, en la vida espiritual, necesitamos de una Madre para poder crecer y desarrollarnos. Y es María Santísima la encargada por Dios, de llevarnos al Corazón Divino de Jesús.
Jesús ha dicho en su Evangelio que quien lo rechaza a Él, rechaza también al Padre que lo envió. Y se puede decir también que quien rechaza a María, rechaza también a Jesús, y por ende, rechaza igualmente al Padre eterno.
No desaprovechemos esta ayuda valiosísima que nos da el Cielo, que es María Santísima, porque Ella es la perla de la que habla la parábola del Evangelio, por la que vale la pena vender todo lo que tenemos para hacerla nuestra.
Si tenemos a María, entonces lo tendremos todo, porque Ella es la Portadora de Dios, y en su seno está siempre Jesús, con su perfección de Hombre y Dios. Y si nos encomendamos a la Virgen, entonces automáticamente seremos de Dios.
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