Amados míos! En esta vigilia de Pentecostés y bendición, envío mi Santo Espíritu para que se derrame con sus maravillosos dones sobre vosotros para que todos puedan participar de la Gloria y de la gracia del Altísimo Padre Celestial, para que queden impregnados sobre vosotros como un aroma agradable, sublime amor que brota de mi corazón sacratisimo y de mi misericordia, para que quienes pasen cerca de vosotros sean llenos de mi espíritu Santo y puedan quedar atraídos hacia mis brazos amorosos y puedan ser conmovidos por el don de la fe.
Mi corazón y el de mi madre tocaran la puerta de todos los corazones, de toda la humanidad para llamarlos una vez más a despertar del letargo en el que viven, inmersos en los pecados del mundo, esparcire mi luz a todos quienes asistan de cuerpo o espiritualmente a recibir este Pentecostés y bendición en mi Santa Iglesia, aquellos que deseen ser de la luz y no del mundo, que con arrepentimiento y reconciliación abran sus almas a Dios y se dejen abrazar por mi que soy vuestro Pastor, que deseen unirse a mi redil y me sigan, yo los quiero a todos no veré a los fuertes sobre los débiles sino que los más pobres serán fortalecidos con mi presencia en vosotros y hasta podrán acceder a vuestro hogar, la casa que os di de morada para que participen de la comunidad Buenaventura Luz de Dios y convivan con los Ángeles, santos del Cielo, que puedan ser revestido de la Gloria del Padre.
Os revisto de los Siete Dones, multiplicad los frutos de estos y llenaros de mi gran amor. Que mi paz repose sobre cada uno de vosotros. Amén.
Don de sabiduría: Nos hace comprender la maravilla insondable de Dios y nos impulsa a buscarle sobre todas las cosas, en medio de nuestro trabajo y de nuestras obligaciones.
Don de inteligencia: Nos descubre con mayor claridad las riquezas de la fe.
Don de consejo: Nos señala los caminos de la santidad, el querer de Dios en nuestra vida diaria, nos anima a seguir la solución que más concuerda con la gloria de Dios y el bien de los demás.
Don de fortaleza: Nos alienta continuamente y nos ayuda a superar las dificultades que sin duda encontramos en nuestro caminar hacia Dios.
Don de ciencia: Nos lleva a juzgar con rectitud las cosas creadas y a mantener nuestro corazón en Dios y en lo creado en la medida en que nos lleve a Él.
Don de piedad: Nos mueve a tratar a Dios con la confianza con la que un hijo trata a su Padre.
Don de temor de Dios: Nos induce a huir de las ocasiones de pecar, a no ceder a la tentación, a evitar todo mal que pueda contristar al Espíritu Santo, a temer radicalmente separarnos de Aquel a quien amamos y constituye nuestra razón de ser y de vivir.
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MENSAJE DE LA VIRGEN MARIA NUESTRA MADRE
Mis amadísimos hijitos Estamos inmersos en el acontecimiento divino que os invita a vaciarse por completo y permitir ser colmado y desbordado del Fuego Sagrado de Dios. Pentecostes! sinónimo de Vida, Luz y Amor.
El Espíritu Santo desciende y desea incorporarse dentro de vuestro ser completamente, cuerpo, mente y corazón, en vuestros pensamientos, sentimientos, palabras, y acciones, en vuestra alma desea derramar sus 7 dones divinos y dotaros de todas las bendiciones que cada uno necesita en vuestro peregrinar en esta tierra y cumplir con la misión y Voluntad Divina, para lo que habéis venido.
Desea el Espíritu Santo quemar con Su Poder Infinito todo aquello que no os permite avanzar para lograr la unión verdadera con la Santa Trinidad y asi lograr la felicidad verdadera y eterna en la tierra y en el cielo.
Desea quemar y deshacer todos aquellos pensamientos negativos que os impiden ser felices más allá de las circunstancias, aquellas emociones negativas que os llenan de miedos, de violencia, de querer comtrolar todo, de destruir a los demás, aquellas palabras duras que pueden hacer tanto daño como matar, las mentiras , la envidia, los comentarios irónicos que lastiman, aquellos sentimientos que muy lejos del amor sólo miran para sí mismos inmersos en el egoismo brutal del hombre presa de su ambición y deseo de poder en el ámbito que sea, aquellos actos de abandono de los que sufren, de los discapacitados, de los niños pobres, de los enfermos, de los ancianos que depositáis en lugares donde creéis que se ocupan de ellos, de los marginados, de aquellos que necesitan un abrazo, una sonrisa, una mirada, en definitiva de aquellos en donde Jesús vive mas intensamente.
Cada uno de vosotros sois una llama de fuego divino que podéis hacer crecer hasta convertir en una hoguera con la ayuda de Dios o que podéis hacer que se apague con la ayuda del demonio.
Vosotros elegís, siempre elegís, es la virtud que vuestro Padre os regaló cuando os creó
Si supierais con cuánto amor cada día el Espíritu Santo se acerca para imbuíros de todos sus dones y con cuánta alegría y gozo el cielo y los angeles festejan cuando se lo permitis y con cuanto dolor cuando le cerráis la puerta y lo rechazáis.
Si os pudierais dar cuenta que el mal existe desde que hubo un angel que fue creado por Dios pero que le dió la espalda y quiso ser máyor a su Creador y destruir su mayor obra: El Ser Humano.
Y desde aquel momento en que el hombre se alejó de Dios y eligió escuchar al angel desterrado sobrevino sobre él y su vida toda clase de infortunios y desventuras y que al ser bautizados con el agua y el fuego del Espíritu Santo se borra esa huella nefasta y se esta en condiciones de empezar de nuevo haciendo un trabajo interno para lograr esa union sublime con Dios y es el mismo Espíritu Santo el que os ayuda a lograrlo junto con el Padre y Jesus vuestro Salvador.
Yo simplemente soy vuestra Madre, la que desde siempre ora y pide por la salvación de vuestras almas y para que el Verbo Divino os acompañe eternamente.
Hijos mios benditos, TODOS TENEIS DERECHO A RECIBIR EL DERRAMAMIENTO DEL ESPIRITU SANTO EN ESTE PENTECOSTES Y SUS DONES SAGRADOS, POR ESO OS PIDO QUE OS VACIEIS DE TODO AQUELLO QUE NO ES DE DIOS, QUE NO ES DEL AMOR NI DE LA PAZ Y ABRAIS LAS PUERTAS DE VUESTRO SER PARA JUNTOS RECIBIRLO.
Gracias hijos míos por escuchar mi voz y responder a mi llamado
Amen.
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