01-10-2004
(Sta. Teresita del Niño Jesús)
Virgen:
Pequeño Ejército: “En el Corazón de la Iglesia, yo seré el amor”.884
Yo seré el Corazón de María para Cristo, para la Iglesia y para el mundo. Esto es lo
que quiso decir Santa Teresita.
¡Oh, tiempos! ¡Qué tiempos! ¡Tiempos duros! ¡Qué tiempos! ¡Tiempos duros!
Agarraos, hijitos, fuertemente a Mí, vuestra Madre. Agarraos hoy fuerte,
estrechamente a Mí, que vuestra Madre os podrá salvar.
Subíos en la Barca de la Verdadera Iglesia A ésa el temporal no podrá, aunque
arrecie contra ella, derribarla.
¡Oh, Marga! ¡Marga, Marga ...! ¡oh, Marga!885
¿Querrás tú tenerle?886
“En el Corazón de la Iglesia, mi Madre, yo seré el Amor”887
Éste es el Ejército de Santa Teresita “pequeño ejército de almas-víctima” Pequeño
ejército de almas Marías, pequeño ejército de almas Eucarísticas.
884 Sta. Teresita del Niño Jesús.
885 Me pone su Mano sobre el hombro. En la otra tiene al Niño.
886 No le veo el Rostro, pero cuando le cojo tiene el rostro de todas las personas a
las que debo salvar. Me pesa. Ahora María se coge su Corazón, se lo saca del
pecho y me lo da. No veo nítidamente, pero entiendo que al recibir su Corazón,
mi amor por el Niño y por todos se vuelve más verdadero y más ligero. Ya no me
pesa el Niño, le abrazo. Es el Rostro de Jesús.
887 Ser mirada de amor, sonrisa de amor, corazón de amor de madre para con Jesús
y para con todos.
04-10-2004
Jesús:
Has visto mi Fuego de Amor que purifica todos los corazones.888 Diles a todos que
vengan a Mí y arrojen con fuerza sus pecados en Mí, a mi Horno de Amor, que Yo
los purificaré, que Yo los perdonaré. Aunque sus pecados sean rojos como la grana,
como nieve se volverán.889
Deseo muy fuertemente consumir los corazones de los hombres, deseo quemar
todos sus pecados, deseo que vengan y los arrojen en mi Horno de Amor.
Pero tú no puedes venir y arrojar los pecados de la humanidad en mi Horno. Han de
ser ellos los que vengan y los arrojen con sus propias manos. Tú puedes orar y
sacrificarte, pedídselo a mi Corazón por mediación de la Virgen María Santísima,
que ellos tengan las fuerzas para arrepentirse y venir. Pero no puedes venir en su
lugar.
Ahora, Jesús, yo sí que podría hacer una cosa: inmolarme para que ellos
vinieran. No sólo arrojar mis pecados, sino arrojarme yo entera.
¡Ven pues, y hazlo!890
888 Veo el Pecho de Jesús, y es un Horno tan potente de Amor, que te dan ganas de
arrojarte entera en Él, a la vez que te impone. Lo que deseas es arrojar ahí todos
tus pecados para que se consuman y desaparezcan. Hace mucho calor. Los arrojo
rápido, se cierra.
889 Cfr. Is 1,18.
890 He ido corriendo. Es un mundo Rojo, pero de Amor, de Pasión por los hombres,
por Dios. Y estás en Él como nadando sin quemarte. Todo es Fuego, que parece
Agua. Me acuerdo de lo que un día me dijo: “Si bucearas más a menudo en mis
Pozos Insondables de Amor ...”
07-10-2004
Jesús:
He estado siete años contigo, no para dictarte unas bonitas Meditaciones. He
estado, estoy y estaré para dar un Mensaje al mundo: ¡Convertíos! Y creed en el
Evangelio.891
El Tiempo se acerca y está a las puertas. Creed en mi Amor. Éste renovará al
mundo.
Y después de la Purificación: el tiempo Nuevo. La era del Reinado Social del
Sagrado Corazón de Jesús.
Para lo que os he estado preparando. Esto es lo característico de “tu” Mensaje.
891 Cfr. Mc 1,15.
08-10-2004
Jesús:
Os he dicho que permanezcáis fuertes en mi Corazón, con la oración, con el
sacrificio... os he dicho que perseveréis en la oración y os hagáis fuertes. Tiempos
muy recios se vienen. Mirad, muchos están sobre aviso, mas pocos los resistirán.
¿Creéis que está en hacer y hacer cosas: escritos, manifestaciones...? No, ¡qué
pena! ¡Qué equivocados estáis ...! Está en el cambio de corazón. Mientras no
cambie vuestro corazón y os convirtáis, mirad que no, no... no podrá ser salvada
España.
¿Desde dónde predicáis, hijos? ¿Desde vuestra incongruencia de vida? Qué
pasa, ¿os veis amenazados en el bienestar adquirido? ¿Amenazan el sustento de
vuestros hijos?
No, Jesús, hay gente que le preocupa de verdad la degradación moral.
Muy poca gente lo hace desde la pureza de intención.
¡Oh, Jesús! ¡Nadie se libra de esa medida que Tú pones!
El Evangelio es muy exigente. Vivid verdaderamente el Evangelio, y desde ahí
podréis dar lecciones. Algunas magistrales.
Te bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén
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