17-11-09
Jesús:
Yo les doy a mi Profeta, y ellos le arrojan sus inmundicias, y ellos le tiran piedras.
(Antes de la oración, he leído un episodio del Evangelio, en el que los fariseos
quieren arrojar piedras a Jesús)
Todos estos te devuelven odio por bien.
¿Qué hice Yo?210
Estuve duro y firme con ellos. Y luego me fui.
Lloré su odio en el hombro de Santiago de Alfeo, mi confidente y hermano
verdadero.211 Con ellos no pude hacer nada.
Mira ahora los nuevos fariseos, que creen actuar contra ti bajo apariencia de bien.
¿Tú qué tienes que hacer con ellos? Nada.
Y si te quieren arrojar sus inmundicias: ponerte firme. Y nada.
Defiende a los tuyos contra sus ataques. Y nada. Nada más.
Perdóname, Jesús. A veces, al ver su odio hacia mí, pienso que soy digna de
odio. Y de burla.
Ven aquí, Preciosa. Todo hombre es digno de amor, porque es un reflejo del Dios
Creador, de Dios Amor.
Y los hombres que, como tú, sólo dan amor, son más dignos de amor todavía. Te
amaré eternamente por todo esto, mucho más de lo que tú puedas imaginar. En el
Cielo descubrirás de las dulzuras que te aportarán las hieles que te ha dado esta
tierra.
Si tú respondieras a todos con odio, ellos pensarían: “¡Ajá, es de los míos!” Y te
dejarían en paz. Gustosos de haber conseguido llevarte a su camino.
Pero ah... como les respondes con amor, ah... eso no pueden aguantarlo. Y no
quieren parar hasta conseguir odio. El mismo que ellos sienten por ti.
Pero mira que no saben que de mi Profeta no se puede sacar lo que no tiene. No
pueden obtener odio donde sólo hay amor.
Y estos mismos aldabonazos que dan en tu corazón sus odios, Yo los utilizo para su
bien y su salvación, al mismo tiempo que para tu santificación.
Es por seguir mi Camino. No temas. Te odia todo el Averno entero, y junto a ti crea
las insidias en quien encuentra el corazón preparado por el pecado mortal.
Procura tratar sólo con los santos.
(Se refiere a amistad íntima)
Paciencia, Marga, Paciencia. Una dura lucha se te avecina. Un duro tiempo.
Paciencia. Permanece muy arraigada en Mí, muy arraigada en Mí. Amén.
¡Oh... se va! ¡Oh, Jesús, te vas! No todo estará en hablarme todo el día. No nos podemos pasar todo el día
hablando. Hay mucho por hacer.
Vete al trabajo.
Di: Te adoramos, Cristo..
Y te bendecimos, que por tu Santa Cruz Redimiste al mundo.
Amén.
Te bendigo, en el Nombre..., etc.
210 En ese episodio.
211 Se entiende que le quiere como hermano, porque era pariente de Jesús, no
hermano carnal, naturalmente.
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