27-11-09
Jesús:
(Tengo en mi mano el crucifijo bendecido que me regaló una amiga. Lo
compró en Roma)
Eso: agárrate al crucifijo.
Comienzas un camino empinado, que no por eso es menos bonito; y tortuoso, que
no por eso es menos feliz y menos pleno. No por eso dejarás de hacerlo y no por
eso tendrás menos posibilidades o no podrás.
Al revés: Camino amplio, camino hermoso para ti. Donde “has de ver los Prodigios
de Dios”.
Sólo te falta más oración.
¡Haz más oración! ¡Haz más oración! Y recupera esa paz que perdiste. Y obtén de
ella la seguridad de que estás haciendo lo que debes hacer.
¡Oh, Jesús, qué Bueno eres!
Has dicho: “¡Jo, Jesús...!”
Sí:”¡Jo, Jesús, qué Bueno eres!”
Pues ponlo tal y como lo has dicho. La sencillez de tus diálogos Conmigo es lo que
más me gusta y lo que más ayudará a la gente.
Me parecía irrespetuoso.
No lo es, puesto que tú lo empleas a menudo con amigos y parientes, y tiene para ti
otro significado. A la par que es un lenguaje actual. Tal y como vosotros lo usáis.
Vosotros, ésos que habéis perdido la finura y la cultura al hablar. Los hombres de
esta generación. A la que Yo amo mucho y la amo tal y como es. Aunque es un
lenguaje feo, es el lenguaje de mis hijos, que Yo busco reformar. Porque cuando
por fin vivan Conmigo, amarán todo lo bueno, puro y fino. Y así se expresarán.
Aprenderéis a expresaros correctamente, con finura , y toda imperfección
desaparecerá.
Yo te digo: quiero que lo pongas tal y como lo dices.
Y también: me gustaría que no lo emplearas.
¿Me entiendes?
Sí, Jesús. Eres Genial. Jesús, cada día me asombras más. ¡Ay, perdona!
Eso es porque estás empezando a conocerme, pequeña testaruda mía.
¡Ay, qué testaruda soy!
Sí. Mas Yo te amo. Y te bendigo, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo. Amén.
Vete en paz. Tienes trabajo. Trabaja. ¡Corre!
Amén.
28-11-09
Jesús:
¡Marga! Profeta. Vas bien. ¿No ves en ti reminiscencias de los Profetas de otros
tiempos? “Profeta de calamidades.” “Profeta que, con su vida, habla del Mensaje de
Dios.”
Tienes razón al decirme que esta postura es incomodísima.
Sí: pero Yo no he llamado a mi Profeta a comodidades de esta tierra. Estudia la
vida de los Profetas de antaño, a los que te pareces.
Como los Profetas de antaño, Yo te he llamado para que des un Mensaje al mundo.
“El mundo” de la religión verdadera, hoy en día, es más amplio que entonces, por
eso tu Mensaje abarca más que sólo el Reino de Israel. Tu Libro tiene que salir para que Yo pueda advertir y dar un Tiempo de Conversión
antes de ejecutar la sentencia dictada.
¡Oh, Profeta de vida de sufrimiento! Tu vida en esta tierra no es de rosas. Yo no te
he llamado a disfrutar de ésta, sino del Cielo.
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