20-01-2011
Virgen:
Madre Amada, me tienes que ayudar, que ya ves que no puedo.
Amada Marga, ¿cuándo vas a creernos?
Madre, yo… olvido las cosas. No soy yo a quien deberíais haber elegido.
Si no eres tú, no hay otra, Marga.
No sé qué me pasa con este Mensaje sobre España, Madre, que no puedo con
él.
Amada Marga: mujer probada en el sufrimiento. Durante tu vida has sufrido tanto,
que ya no sabes distinguir el sufrimiento de una vida normal. Te parece que toda
vida normal es eso. Y no.
Te digo, amada: tan sólo déjate en mis manos. No eres tú la que tiene que hacer
este Mensaje, sino Yo. Por eso te está costando tanto.
Y el temor a equivocarte: ¡deshazte de él! Piensa, que si te equivocas, eso servirá
para forjar tu humildad.
Y no tengas miedo: toda equivocación en esto, será
percibida inmediatamente por tu director espiritual, quien tiene la obligación de
decírtela, para que no yerres el camino.
Tranquila: estás en buenas manos.
Juntarás todo este Mensaje, y verás que tiene sentido.
(Porque lo oigo por partes cortas, a trozos)
Nada, nada, nada de lo que ocurre en tu vida está por casualidad. Todo obedece a
una razón. Y éste es uno de los puntos álgidos de mi manifestación a ti. Por eso te
cuesta tanto.
Sí…, Marga… amada.
Por eso te hemos dicho: “Reza más”.
Te alabamos, Cristo, y te bendecimos.
Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
24-01-2011
(Mirando a la sierra, desde el salón, noto la mano de Jesús sobre los montes,
sobre mí, y me dice)
Jesús:
Mi mano está sobre ti, corderita mía: No temas y sigue. Sigue apuntando. Tu fuerza
te viene de Mí. Yo no dejaré que ninguno de éstos te toque. Para algo eres mi
cordera, a quien Yo he elegido para llevar los pecados del mundo.
¿Como Tú?
Sí, como Yo.
Sois otros-Yo. Otros Yo en la tierra.
Hasta que Yo diga “basta”. No antes que Yo diga. Y no sin haber cumplido con tu
misión.
Dirán que son “delirios mesiánicos”…
Que digan, si quieren. Que te estudien. Lo harán, lo van a hacer, dado el alcance de
tu papel. Tú déjate mansamente estudiar por ellos. Quizá lo que más les asombre es tu nada, dentro de tu misión, y la magnitud de tu Don.
Que vean ahí que: “Dios se
manifiesta a los humildes y a los limpios de corazón”.463
Ay, Jesús. Dime. Aquí estoy.
¡Marga!
(Ante su palabra te derrites como si fueras chocolate puesto al fuego. O cera.
No, cera es muy dura: chocolate derretido)
¡Amada!
(Es como si su Corazón fuera una boca de la que sale la palabra “amada”.
Por decirlo de alguna manera. Porque es como si Su Palabra fuera su Amor.
Al mundo le envuelve su Palabra que es su Amor, y les dice: “¡Amados!”. Me
coge de los dos brazos, para decirme:)
Amada: ¿crees que la unión a la que te (os) llamo, no te (os) dará la fuerza? ¿Qué
no podrás hacer tú, unida a Dios?
Sí… en tu debilidad, sí, sí… La fuerza está en tu debilidad.464
Primero: reconócete nada. Dominada por éste u otro impulso, si no vengo Yo y te
libro. ¡Pero Yo he resuelto librarte y venir cuando me necesites!
Amada, ¡si los hombres conocieran cuál es el Don de Dios y Quién es el que les
dice: “Dame de beber!”465
¿Querrás tú ir a llevárselo y dárselo a conocer?
Para ello: ¡Lucha! ¡Sigue! No te dejes mermar. Tú capacidad es más de la que
piensas. Y confía en Mí.
Yo te bendigo: en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
463 Cfr. Mt 11,25.
464 Cfr. 2 Co 12,9.
465 Cfr. Jn 4,10.
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