¿Cómo responder a los islamistas que están aterrorizando Irak? El testimonio del Papa Francisco es claro: continúa invitando a todos a seguir rezando para encontrar el camino de la paz, y a los países que tienen la capacidad, a través de los mecanismos de las Naciones Unidas, a detener al agresor.
Lo recordó el observador permanente de la Santa Sede ante la Oficina de la ONU en Ginebra, monseñor Silvano Maria Tomasi, al intervenir en el Mitin por la Amistad entre los pueblos de la ciudad italiana de Rímini este lunes 25 de agosto.
"En este contexto de violencia y de tragedia, el deber de la Iglesia es difícil pero continuo, afirmó. Y recordó que "los obispos locales, los Patriarcas, tanto ortodoxos como católicos de diversos ritos – de rito sirio, caldeo o melquita – se han reunido hace algunos días y han formulado claramente algunas pistas importantes de acción":
Primero: pedir la ayuda de la comunidad internacional para detener la violencia y la matanza, no sólo de cristianos, sino también de los yazidíes y otros grupos. Pensemos que se decapitan a los cristianos y que en las fotos se ve que las cabezas son puestas en garfios como decoración de muros o verjas: ¡son cosas inauditas, verdaderamente inaceptables!
Segundo: pedir que haya una presencia internacional que garantice el regreso de los cristianos a sus aldeas y casas. No es justo que, por parte de la comunidad internacional se acepte que, automáticamente, los cristianos sean condenados al exilio. Tienen derecho a vivir en su casa, donde desde hace 1.700 años están presentes, antes de la llegada del islam, y a poder continuar allí, no sólo porque es su derecho natural, sino también porque son una presencia que es beneficiosa para la comunidad islámica, que ayuda a diversificar el contexto social, que lentamente puede favorecer una democracia que respete la identidad de cada persona y de cada grupo.
El arzobispo se refirió también a las noticias inquietantes que llegan de
Nigeria, donde el grupo
Boko Haram, que en estos últimos años ha realizado tantos atentados, incluso contra algunas iglesias, ha proclamado el califato islámico en la ciudad de Gwoza.
"Es preocupante la violencia que ejerce Boko Haram -dijo monseñor Tomasi-. El hecho de que como medio de conquista de poder se utilice la violencia sistemáticamente contra civiles inocentes, en particular contra los cristianos, plantea una pregunta a la comunidad internacional acerca de cómo reaccionar".
"Nigeria está haciendo lo más que puede para encontrar una solución ante esta secta fundamentalista que persigue el poder cubriéndolo con un vocabulario religioso, pero que en realidad es el dominio y el control del territorio, y que está en la raíz de este movimiento", continuó.
Y añadió: "Por tanto, por parte de la comunidad internacional
es necesario condenar y poner en claro que los métodos usados por estas personas son completamente inaceptables y sostener mediante las maneras que la comunidad internacional crea útiles, al gobierno nigeriano para que complete su trabajo de rechazo de este grupo".
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