Una peregrinación a la entrada del purgatorio.
Irlanda es una nación que fue muy católica, pero que está en crisis espiritual con el debilitamiento de la fe, disminución de la asistencia a la iglesia, escándalos de abusos sexuales de sacerdotes y vocaciones escasas.
Tuvo un gran santo como San Patricio y uno de sus legados fue el hoy peregrinaje “Purgatorio de San Patricio”, anclado en la leyenda de que la penitencia allí puede acortar los días del purgatorio luego de la muerte.
Aún podemos pensar que Irlanda tiene un sustrato católico que permanece.
Está el santuario de Knock, uno de los más famosos lugares de apariciones. A la entrada de muchos pueblos de Irlanda hay una gruta de Lourdes. Hay una estatua de María en los aeropuertos. Hay también espléndidas catedrales.
EL PURGATORIO DE SAN PATRICIO EN LOUGH DERG
Poco conocida es la conexión entre Irlanda – y San Patricio – con el profundo misticismo de purgatorio.
En el condado de Donegal, al noroeste de Irlanda está uno de los más misteriosos de estos enlaces. Esto está en el “lago sagrado” de Lough Derg, un paisaje sombrío de bosques de coníferas y lleno de ciénagas – donde, según la leyenda, el santo se quedó como testimonio de la verdad de su fe.
Fue aquí, según las historias, que Patricio tuvo visiones del cielo, el infierno y el purgatorio.
Lough Derg está rodeado de montañas y puede llegarse por una sola ruta. El lago es grande y cubre una superficie de 2200 acres, posee 13 millas de perímetro y está situado a 450 pies sobre el nivel del mar. En este lago se encuentran muchas islas – más de doscientas – pero una tiene una característica particular.
Se trata de una isla muy pequeña (solo dos acres) llamada Station Island y en ella se alza un lugar de peregrinación y de penitencia, que lleva el nombre de “El Purgatorio de San Patricio” (Saint Patrick´s Purgatory).
En esta Isla, hace más de 1500 años San Patricio hizo penitencia por el pueblo irlandés, lucho y venció a los druidas paganos de la zona, expulsó a las serpientes de la isla y se le concedió la gracia de ver el purgatorio.
Desde aquel momento, de manera interrumpida aquí han acudido y aún acuden los fieles irlandeses, especialmente los jóvenes, con el solo fin, a ejemplo del Santo Patrono, de hacer penitencia.
UNA ENTRADA AL INFRAMUNDO
Hay tres grandes leyendas. Una conectada a San Patricio sostiene que la Estación de la Isla (o simplemente “Lough Derg”, como se le conoce comúnmente) es un lugar donde el “valiente y virtuoso” puede descender a la cueva y experimentar los secretos de la región más allá de la tumba.
En esta pequeña isla, se dijo, había una entrada al inframundo.
Uno de los relatos más antiguos que sobreviven data de 1186.
“Giraldus Cambrensis escribió en Topografía de Irlanda que la Isla de los Santos era visitada tanto por espíritus buenos y por espíritus malignos. Cada uno estaba presente en una parte de la isla. Describió la parte mala de la isla, cubierta de peñascos escarpados. Contenía nueve hoyos y los que se quedaban durante la noche eran atormentados en uno de ellos“.
La parte noroeste se llama Kernagh y significa “Isla de Clamor”. Aquí, se dijo, en la época medieval, era la residencia de satanás y sus satélites.
Vemos, pues, que de hecho es un lugar no sólo de penitencia, sino de guerra espiritual que a menudo la acompaña.
En la parte suroeste del islote hay un área llamada “Regles” que se dedica a los ángeles.
LA PURGACIÓN EN LA TIERRA
La leyenda dice que el purgatorio puede ser probado e incluso visitado aquí y que con la penitencia adecuada el alma de un individuo puede ser purgada de las manchas del pecado.
“El peregrino podría volver a la vida otra vez, pero no tendría que revisitar el purgatorio después de la muerte“, es la creencia de los muchos penitentes – tantos como 32.000 al año – que visitan la fría isla azotada por el viento.
Tan intensa es la penitencia, de hecho, que los peregrinos deben ser mayores de 14 años de edad, y sin discapacidad. “La naturaleza de las penitencias excluye a los que estan bajo cuidado del médico y a los ancianos”, dice un letrero. Los turistas no son bienvenidos y las cámaras están en realidad prohibidas.
La penitencia no es para los débiles de corazón, hay fuerte mortificación física como caminar descalzo y privarse de comida y sueño.
EL PEREGRINAJE
Hay una de un día de ayuno en el que se permite comida ligera y calzado, pero la isla es famosa por la de tres días de ayuno a pan duro y té con azúcar, café o sopa Lough Derg (agua caliente con sal o pimienta para añadir el gusto). Algunos han hecho esto tanto tiempo como 9 o 15 días.
Los cristianos llegan a Lough Derg a rezar, a ayunar, a hacer una noche de vigilia, a repetir oraciones que se remontan a los tiempos de San Patricio y que desde el siglo XV han quedado ya establecidas, a recibir los sacramentos, a confesarse y a renovar su vida cristiana.
“Al llegar a la isla, los peregrinos se quitan los zapatos y las medias y no se los ponen de nuevo hasta la mañana del tercer día, justo antes de salir”, dice un historiador, John Cunnigham.
“La grava y arena se pega a los pies de los peregrinos y los agudos peñascos del macizo penitencial pueden producir agonía en los blandos y suaves del pies de la persona moderna, pero es todo parte de la penitencia. Hay una gran nivelación de ricos y pobres, de sofisticados y campesinos”.
El macizo penitencial de la isla está en los restos circulares de celdas de monjes de un metro de alto, que tiene una entrada y una cruz en el centro. El peregrino rodea el macizo rezando, entonces se arrodilla en la entrada, pasea por el interior y se arrodilla en el centro repitiendo las mismas oraciones. Hay seis de estos macizos, cada uno de los cuales constituye una estación de Lough Derg.
Para “hacer” una estación, se reza en los macizos, en los alrededores de la basílica, a la orilla del lago y en dos cruces antiguas. El peregrino completa tres de ellos en el primer día, cuatro en una noche de larga vigilia, cuando está prohibido dormir, uno al día siguiente y una más en la mañana antes de salir.
¿ESTUVO SAN PATRICIO REALMENTE AQUÍ?
La presencia de San Patricio en este lugar está apoyada no solamente en una sólida tradición sino también en evidencias históricas.
El santuario fue conocido en la época medieval como Termon Dabheoc, en conmemoración a San Dabheoc, discípulo de San Patricio que presidió el lugar después de la muerte del santo a comienzos del siglo VI.
San Dabheoc fundó un monasterio en la Isla después dedicado totalmente a la oración y a la penitencia.
De esta época son las existentes “penitential beds”, que no son otra cosa que los restos de las celdas monásticas u oratorios donde los monjes pasaban tiempo de oración apartados de la comunidad.
Estas seis beds están dedicadas desde época inmemorial a los santos Brígida, Brenda, Catalina de Alejandría, Columbano, Patricio y Dabheoc.
A este período pertenece también una de las piedras esculpidas más antiguas que se conservan en la Isla, conocida como la Cruz de San Patricio y está ubicada en la pared de la basílica de San Patricio. Ver y besar esta cruz es el primer paso del peregrinaje.
El lugar fue visitado por peregrinos ininterrumpidamente desde la época del mismo santo. Muchos personajes ilustres y famosos han pasado por aquí a realizar los tres días de penitencia.
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