La vida del hombre sobre la tierra es como un servicio militar
01 ¿No es una servidumbre la vida del hombre sobre la tierra? ¿No son sus jornadas las de un asalariado?
02 ¿Como un esclavo que suspira por la sombra, como un asalariado que espera su jornal,
03 así me han tocado en herencia meses vacíos, me han sido asignadas noches de dolor.
04 Al acostarme, pienso: «¿Cuándo me levantaré?». Pero la noche se hace muy larga y soy presa de la inquietud hasta la aurora.
05 Gusanos y costras polvorientas cubren mi carne, mi piel se agrieta y supura.
06 Mis días corrieron más veloces que una lanzadera: al terminarse el hilo, llegaron a su fin.
07 Recuerda que mi vida es un soplo y que mis ojos no verán más la felicidad.
08 El ojo que ahora me mira, ya no me verá; me buscará tu mirada, pero ya no existiré.
09 Una nube se disipa y desaparece: así el que baja al Abismo no sube más.
10 No regresa otra vez a su casa ni el lugar donde estaba lo vuelve a ver.
11 Por eso, no voy a refrenar mi lengua: hablaré con toda la angustia de mi espíritu, me quejaré con amargura en el alma.
12 ¿Acaso yo soy el Mar o el Dragón marino para que dispongas una guardia contra mí?
13 Cuando pienso: «Mi lecho me consolará, mi cama compartirá mis quejidos»,
14 entonces tú me horrorizas con sueños y me sobresaltas con visiones.
15 ¡Más me valdría ser estrangulado, prefiero la muerte a estos huesos despreciables!
16 Yo no viviré eternamente: déjame solo, porque mis días son un soplo.
17 ¿Qué es el hombre para que lo tengas tan en cuenta y fijes en él tu atención,
18 visitándolo cada mañana y examinándolo a cada instante?
19 ¿Cuándo dejarás de mirarme? ¿No me darás tregua ni para tragar saliva?
20 Si pequé, ¿qué daño te hice, a ti, guardián de los hombres? ¿Por qué me has tomado como blanco y me he convertido en una carga para ti?
21 ¿Por qué no perdonas mis ofensas y pasas por alto mis culpas? ¡Mira que muy pronto me acostaré en el polvo, me buscarás, y ya no existiré!
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