Redacción ACI Prensa
Imagen referencial / Crédito: Flickr Steve (CC-BY-NC-2.0)
“Se denominan católicos pero no les tiembla la mano para aprobar la ley que permite matar a los niños no nacidos”, increpó el Obispo Auxiliar de Santa Cruz (Bolivia), Mons. Estanislao Dowlaszewicz.
“Me pregunto: ¿Cómo pueden aquellos después ponerse frente a la cara de la mamita de Cotoca, de Urkupiña, de Copacabana o de Guadalupe?”, cuestionó el Prelado, en referencia a las devociones marianas veneradas en el país.
Mons. Dowlaszewicz dijo estas palabras en la festividad de la Virgen de Cotoca, patrona del oriente boliviano, el 8 de diciembre.
En su homilía pidió hacer la voluntad de Dios como lo enseñó la Virgen María y exhortó a vivir con coherencia la fe y no ser como quienes levantan la mano para aprobar
la ley del aborto y después participan en las festividades religiosas.
“Después de aprobar la muerte, ¿cómo puede mirar la cara de la Madre de Dios?, siendo que Ella misma ha defendido al Niño Dios no solamente en su vientre sino después de nacer, cuando tenía que llevarlo a otro país para que no lo maten” señaló.
El 6 de diciembre la Asamblea Legislativa de Bolivia aprobó el artículo 157 del nuevo Código Penal que amplía las causales del aborto.
La norma fue impulsada por el gobierno de Evo Morales y permite el aborto hasta la octava semana de gestación siempre que haya “consentimiento de la embarazada”. El artículo 157 señala que “tampoco constituirá infracción penal” si la embarazada es “niña o adolescente”.
Hasta ahora el aborto en Bolivia sólo estaba permitido en causales de riesgo de vida de la madre, malformaciones del no nacido y violación o incesto.
El Presidente Morales promulgará y pondrá en vigencia la ley en los próximos días.
No se respeta la dignidad de la persona
En su homilía, el Obispo también se refirió a la división que existe en Bolivia y afirmó que “como nunca antes en la historia, en la misma familia estamos enfrentados por ideologías que nunca llevan a la felicidad del hombre en la tierra”.
“No podemos vernos, nos odiamos y cuando hablamos de otro nos expresamos de la peor manera posible. Hoy en día no se respeta la dignidad de la persona y si no está con nosotros de inmediato tiene que ser el enemigo y se tiene que acabar con él”, lamentó.
Leyes que se pretenden aprobar “no crean el ambiente de convivencia pacífica sino más bien de confrontación”.
Frente a esto, Mons. Dowlaszewicz animó a aprender de la Virgen María que enseña lo contrario a la división.
Ella muestra “la amistad que la lleva a servir, a servir a los demás, se va a la casa de su prima Isabel y se queda con ella como sirviente, sabiendo a quien lleva dentro de su vientre”.
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