Según los protestantes, los santos no pueden interceder por
nosotros, porque ellos ya están muertos; así que ya no tienen conciencia de nada. Por lo
tanto, rezar aun santo para pedir su intercesión sería una verdadera locura,
pues se le estaría hablando a un muerto.
Para poder explicar este tema,
necesitamos entender cuál es la concepción que los protestantes tienen sobre el
destino del hombre después de la muerte. Hablaremos de las 2 ideas más
importantes que se maneja entre las sectas respecto al destino del hombre
después de la muerte.
1. LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ Y
ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA.
Ellos creen que cuando el hombre
muere, se muere completamente, es decir, no creen que haya una parte del hombre
que siga viviendo, pues para ellos el hombre es: cuerpo, alma y espíritu.
Entendiendo de la siguiente manera:
ü Cuerpo = la materia, es decir carne y huesos
ü Al alma = sangre. Por eso no permiten las transfusiones de sangre,
ni comen la sangre de los animales.
ü Espíritu = el recuerdo de la persona.
Así que ellos niegan la
existencia de una parte inmaterial de la persona, para ellos el hombre es
materia totalmente.
Los que han muerto buenos y
malos, están muertos totalmente; esperando la resurrección de los muertos al
final de los tiempos. Los buenos vivirán para siempre en la tierra que se
convertirá en un paraíso, los malos serán aniquilados para siempre.
2. PROTESTANTISMO EN GENERAL.
Ellos sí creen que los hombres tienen
una parte inmaterial que es inmortal. Pero ellos creen que esa parte inmaterial
e inmortal se queda como en un sueño después de la muerte, esperando despertar
cuando sea la resurrección de los muertos al final de los tiempos. Así que, los
buenos y malos que han muerto, están durmiendo, no tienen conciencia de nada.
Por lo tanto, para los testigos
de Jehová, adventistas del séptimo día y el protestantismo en general, es
imposible que los santos que han muerto intercedan por nosotros, pues todos
ellos los consideran muertos completamente.
LO QUE REALMENTE DICE LA BIBLIA.
Para la biblia y la Iglesia
Católica las cosas son totalmente diferentes. Para nosotros el hombre tiene dos
naturalezas, veamos cuales son.
Entonces Yahvé Dios formó al
hombre con polvo de la tierra; luego sopló en sus narices un aliento de vida, y
existió el hombre con aliento y vida. (Génesis 2, 7)
Polvo de la tierra = Naturaleza
humana = Cuerpo. Carne, sangre y huesos.
Aliento de vida= Naturaleza espiritual = Alma o espíritu.
La muerte ocurre cuando el cuerpo
y alma se separan. Por lo tanto, en la muerte solo muere la materia (polvo de
la tierra), pero el alma o espíritu sigue viviendo (aliento de vida). Después
de muerte, la materia vuelve a la tierra, va a la tumba; pero el espíritu regresa
a Dios.
Vuelve el polvo a la tierra de
donde vino, y el espíritu sube a Dios que lo dio. (Eclesiastés 12, 7)
El espíritu regresa a Dios para
ser juzgado en el juicio particular, pues después de la muerte viene el juicio.
Así como los hombres mueren una
sola vez, y después viene para ellos el juicio. (Hebreos 9, 27)
En el juicio particular cada
hombre conoce su destino final. Si fue bueno y no tiene ninguna deuda con la
justicia divina, va directamente al cielo; si fue bueno, pero tiene pecados de
que purificarse irá inmediatamente al purgatorio antes de entrar al cielo; si
murió en pecados mortales sin arrepentirse, irá inmediatamente al infierno.
Así que, para nosotros los muertos no están dormidos. Unos están sufriendo la
condenación eterna, otros sufriendo su purificación, y otros gozando en el
cielo.
Los santos, por lo tanto, ya
gozan con Dios en el Cielo.
Las almas de los justos están en
las manos de Dios y ningún tormento podrá alcanzarlos. (Sabiduría 3, 1)
A Dios, juez universal, al que
rodean los espíritus de los justos que ya alcanzaron su perfección. (Hebreos
12, 23)
Según la biblia los santos, los
que ya alcanzaron su perfección ya están con Dios en el cielo, pues lo están
rodeando. A ellos que son amigos de Dios y que están con él les pedimos que
intercedan por nosotros, pues la biblia dice que Dios atiende la oración de los
justos.
Yahvé se mantiene alejado de los
malos, pero atiende a la oración de los justos. (Proverbios 15, 29)
Es sabido que Dios no escucha a
los pecadores, pero al que honra a Dios y cumple su voluntad, Dios lo escucha.
(Juan 9, 31)
Un día Moisés intercedió por su
pueblo, y Dios perdonó al pueblo solo porque Moisés se lo pedía.
“Perdona pues el pecado de este
pueblo con esa gran misericordia y esa paciencia que has tenido con él, desde
su salida de Egipto hasta el día de hoy”. Yahvé respondió: “Ya que tú me lo
pides, lo voy a perdonar”. (Números 14, 19–20)
Veamos también como Dios atiende
la oración de Job, pues Job era un hombre santo.
Por lo tanto, consíganse siete
becerros y siete carneros y vaya a ver a mi servidor Job. Ofrecerán un
sacrificio de holocaustos, mientras que mi servidor Job rogará por ustedes.
Ustedes no han hablado bien de mí, como hizo mi servidor Job, pero los
perdonaré en consideración a él. (Job 42, 8)
Moisés y Job intercedieron por el
pueblo para que Dios no los castigara, y Dios perdonó al pueblo gracias a la
intercesión de sus amigos.
Pero los protestantes dicen: “Moisés y Job pudieron interceder porque estaban
vivos, pero muertos ya no pueden hacer nada”.
Sí en vida terrenal Moisés pudo interceder, después de la muerte puede
interceder a un mejor, pues ya está al lado de Dios. En vida terrena, el
espíritu vive sujeto al cuerpo, en la vida eterna será el cuerpo el que se
sujete al espíritu. Entonces el espíritu será libre verdaderamente, pues ya no
estará sujeto a las leyes del tiempo y el espacio, como sí lo estuvo en su vida
terrena cuando vivía sujeto al cuerpo.
Además, si Moisés está muerto y no sabe nada de lo que está pasando, ¿Cómo es
que se le pareció a Jesucristo en la transfiguración?
En esto, se les aparecieron
Moisés y Elías que conversaban con él. (Mateo 17, 3)
Los protestantes olvidan que Dios
no es Dios de muertos, sino de vivos.
“Él no es un Dios de muertos,
sino de vivos”. (Mateo 22, 32)
La muerte no impide a los amigos
de Dios seguir intercediendo. Veamos lo que se dice sobre el profeta Eliseo.
Cuando Elías fue llevado en un
torbellino, Eliseo quedó lleno de su espíritu. Ningún príncipe pudo intimidarlo
todo el tiempo que vivió, ni nadie pudo dominarlo. Nada fue imposible para él y
hasta en el sueño de la muerte hizo obra de profeta. En vida hizo prodigios, y
después de muerto, todavía obró milagros. (Eclesiástico 48, 12-14; | 2 Reyes
13, 20)
Los ángeles también pueden
interceder por nosotros, veamos lo que dice la biblia.
Si hay junto a él en ese momento
un ángel de Dios, un intercesor que le indique su deber, que tenga piedad de él
y diga: “Líbralo ¡oh Dios!, de bajar al sepulcro, aquí tengo lo que él debía
pagar”. Entonces su carne rejuvenece como en los días de su adolescencia. (Job
33, 23-25)
Pues bien, Tobit, mientras tú y
Sara oraban, yo presentaba sus oraciones ante la presencia gloriosa del Señor,
para que él las tuviera en cuenta. (Tobit 12, 12) (Biblia Dios Habla Hoy)
Cuando lo tomó, los cuatro Seres
Vivientes se postraron ante el Cordero. Lo mismo hicieron los veinticuatro
ancianos que tenían en sus manos arpas y copas de oro llenas de perfume, que
son las oraciones de los santos. (Apocalipsis 5, 8)
Otro ángel vino y se paró delante
del altar de los perfumes con un incensario de oro. Se le dieron muchos
perfumes: las oraciones de todos los santos que iba a ofrecer en el altar de
oro colocado delante del trono. Y la nube de perfumes, con las oraciones de los
santos, se elevó de la mano del ángel hasta la presencia de Dios. (Apocalipsis
8, 3-4)
La Santísima Virgen María es la
omnipotente intercesora, porque es la madre de Nuestro Señor Jesucristo, todo
lo que le pide a su hijo lo consigue.
Tres días más tarde se celebraba
una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. También fue
invitado Jesús a la boda con sus discípulos. Sucedió que se terminó el vino
preparado para la boda, y se quedaron sin vino. Entonces la madre de Jesús le
dijo: <> Jesús le respondió: <>
Pero su madre dijo a los sirvientes: <>
Había allí seis recipientes de piedra, de los que usan los judíos para sus
purificaciones, de unos cien litros de capacidad cada uno. Jesús dijo:
<> Y los llenaron hasta el borde.
<> Y ellos se lo
llevaron. (Juan 2, 1-8)
Cuando la Virgen María se acerca
a Jesús, él le dice que no ha llegado su hora, es decir, no puede hacer ningún
milagro, no es el tiempo ni el lugar indicado. Pero cuando la Virgen María les
dice a los sirvientes: <>, Jesucristo
terminó por convertir la aguas en vino; Gracias a la intercesión de la Virgen
María.
Sin la intercesión de la Virgen María, no habría milagros de Caná. Ella le
señala a Jesucristo el momento indicado para que él realice su primer milagro.
Hemos demostrado con la biblia en
la mano, que la Virgen María, los santos y los ángeles pueden interceder por
nosotros ante Dios. El autor de los milagros es Dios, los santos solo
interceden.
No hay santo milagroso, ni autor de las cosas imposibles; lo que hay es un Dios
Todopoderoso que escucha las súplicas que los santos hacen en nombre de los
creyentes.
¿Qué decir de 1Timoteo 2, 5?
<>(1Timoteo 2, 5)
Esto es una gran verdad, puesto
que Jesús es el único mediador respecto a nuestra salvación. Los católicos no
creemos que los santos nos puedan salvar; sabemos que el único Salvador es
Nuestro Señor Jesucristo. (Hechos 4, 12) Los santos solamente interceden por
nosotros ante el único juez que es Jesucristo y nada más (Apoc 5:8).
Por el hermano: Dimas Velazquez
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