CAPITULO
56: QUE DEBEMOS NEGARNOS A NOSOTROS MISMOS, Y ASEMEJARNOS A CRISTO POR LA CRUZ.
JESUCRISTO:
1. Hijo, cuanto puedes salir de ti,
tanto puedes pasarte a Mí. Así como no desear nada exteriormente, produce la
paz interior; así el negarse interiormente, causa la unión con Dios. Quiero que
aprendas la perfecta renuncia de ti mismo en mi voluntad, sin replica ni queja.
Sígueme: YO SOY CAMINO, VERDAD Y VIDA. Sin camino no hay por donde andar; sin
verdad no podemos conocer;sin vida no hay quien pueda vivir. Yo soy el camino
que debes seguir, la verdad que debes creer, la vida que debes esperar. Yo soy
camino inviolable, verdad infalible, vida interminable. Yo soy camino muy
derecho, verdad suma, vida verdadera, vida bienaventurada, vida increada. Si
permanecieres en mi camino, conocerás la verdad, y la verdad te librará y alcanzarás
la vida eterna.
2. Si quieres entrar en la vida,
guarda mis mandamientos. Si quieres conocer la verdad, créeme a Mí. Si quieres
ser mi discípulo, niégate a ti mismo. Si quieres poseer la vida bienaventurada,
desprecia la presente. Si quieres ser ensalzado en el cielo, humíllate en el
mundo. Si quieres reinar conmigo, lleva la cruz conmigo. Porque sólo los
siervos de la cruz hallan el camino de la bienaventuranza y de la luz
verdadera.
EL ALMA:
3. Señor, pues tu camino es estrecho
y despreciado en el mundo, concédeme que te imite en despreciar el mundo. Pues
no es mejor el siervo que su señor, ni el discípulo es superior al maestro.
Ejercitase tu siervo en tu vida, pues en ella esta mi salud, y la santidad
verdadera. Cualquier cosa que fuera de ella oigo o no me recrea ni satisface
cumplidamente.
JESUCRISTO:
4. Hijo, pues sabes esto y lo has
leído todo, si lo hicieres, serás bienaventurado. El que abraza mis
mandamientos y los guarda, ese es el que me ama, y Yo le amaré, y le
manifestaré a él,y le haré sentar conmigo en el reino de mi Padre.
EL ALMA:
5. Señor, Jesús, como lo dijiste y
prometiste, así se haga, y pueda yo merecerlo. Recibí de tu mano la cruz; yo la
llevaré hasta la muerte, así como Tú me la pusiste. Verdaderamente la vida de l
buen religioso es cruz, pero guía al paraíso. Ya hemos comenzado; no se debe
volver atrás, ni conviene dejarla.
6. Ea, hermanos, vamos juntos, Jesús
será con nosotros. Por Jesús tomamos esta cruz, por Jesús perseveremos en ella.
Será nuestro auxiliador el que es nuestro capitán, y fue nuestro ejemplo Mirad
a nuestro Rey que va delante de nosotros y peleará por nosotros. Sigámosle
varonilmente, nadie tema los terrores estemos preparados a morir con animo en
la batalla, y no demos tal afrenta a nuestra gloria, que huyamos de la cruz.
CAPITULO
57: NO DEBE ACOBARDARSE DEMASIADO EL QUE CAE EN ALGUNAS FALTAS.
Jesucristo:
1. Hijo, más me agradan la humildad y
la paciencia en la adversidad que el mucho consuelo y devoción en la
prosperidad. ¿Por qué te entristece una pequeña cosa dicha contra ti? Aunque
más fuera, no debieras inquietarte. Mas ahora déjala pasar, porque es la
primera, ni nueva, ni será la última si mucho vivieres. Harto esforzado eres
cuando ninguna cosa contraria te viene. Aconsejas bien, y sabes alentar a otros
con palabras; pero cuando viene a tu puerta alguna repentina tribulación, luego
te falta consejo y esfuerzo. Mira tu gran fragilidad que experimentas a cada
paso en pequeñas ocasiones; mas todo este mal que te sucede, redunda en tu
salud.
2. Apártalo como mejor supieres de tu
corazón, y si llegó a tocarte, no permitas que te abata, ni te lleve embarazado
mucho tiempo. Sufre a lo menos con paciencia, si no puedes con alegría. Y si
oyes algo contra tu gusto y te sientes irritado, refrénate, y no dejes salir de
tu boca alguna palabra desordenada que pueda escandalizar a los inocentes.
Presto se aquietará el ímpetu excitado de tu corazón: y el dolor interior se
dulcifica con la vuelta de la gracia. Aún vivo Yo (dice el Señor) dispuesto
para ayudarte y para consolarte más de lo acostumbrado, si confías en Mí y me
llamas devoción.
3. Ten buen ánimo, y apercíbete para
trances mayores. Aunque te veas muchas veces atribulado, o gravemente tentado,
no por eso está ya todo perdido. ¿Cómo podrás tú estar siempre en un mismo
estado de virtud, cuando le faltó al ángel en el cielo, y al primer hombre en
el paraíso? Yo soy el que levanta con entera salud a los que lloran y traigo a
mi divinidad los que lloran y traigo a mi divinidad los que conocen su
flaqueza.
EL ALMA:
4. Señor, bendita ea tu palabra,
dulce para mi boca más que la miel y el panal. ¿Qué haría yo en tantas
tribulaciones y angustias, si Tú no me animases con tus santas palabras? Con
tal que al fin llegue yo al puerto de salvación ¿qué se me da de cuanto hubiere
padecido? Dame buen fin; dame una dulce partida de este mundo. Acuérdate de mí,
Dios mío, y guíame por camino derecho a tu reino. Amén.
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