LOS SIETE DOLORES
DE MARÍA:
1.- Lucas 2
1 Sucedió que por aquellos
días salió un edicto de César Augusto
ordenando que se empadronase
todo el mundo.
2 Este primer empadronamiento
tuvo lugar siendo gobernador de Siria
Cirino.
3 Iban todos a empadronarse,
cada uno a su ciudad.
4 Subió también José desde
Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea,
a la ciudad de David, que se
llama Belén, por ser él de la casa y familia de
David,
5 para empadronarse con
María, su esposa, que estaba encinta.
6 Y sucedió que, mientras
ellos estaban allí, se le cumplieron los días
del alumbramiento,
7 y dio a luz a su hijo
primogénito, le envolvió en pañales y le acostó
en un pesebre, porque no
tenían sitio en el alojamiento.
8 Había en la misma comarca
unos pastores, que dormían al raso y
vigilaban por turno durante
la noche su rebaño.
9 Se les presentó el Ángel
del Señor, y la gloria del Señor los envolvió
en su luz; y se llenaron de
temor.
10 El ángel les dijo: «No
temáis, pues os anuncio una gran alegría, que
lo será para todo el pueblo:
11 os ha nacido hoy, en la
ciudad de David, un salvador, que es el
Cristo Señor;
12 y esto os servirá de
señal: encontraréis un niño envuelto en pañales
y acostado en un pesebre.»
13 Y de pronto se juntó con
el ángel una multitud del ejército celestial,
que alababa a Dios, diciendo:
14 «Gloria a Dios en las
alturas y en la tierra paz a los hombres en
quienes él se complace.»
15 Y sucedió que cuando los
ángeles, dejándoles, se fueron al cielo,
los pastores se decían unos a
otros: «Vayamos, pues, hasta Belén y veamos
lo que ha sucedido y el Señor
nos ha manifestado.»
16 Y fueron a toda prisa, y
encontraron a María y a José, y al niño
acostado en el pesebre.
17 Al verlo, dieron a conocer
lo que les habían dicho acerca de aquel
niño;
18 y todos los que lo oyeron
se maravillaban de lo que los pastores les
decían.
19 María, por su parte,
guardaba todas estas cosas, y las meditaba en
su corazón.
20 Los pastores se volvieron
glorificando y alabando a Dios por todo
lo que habían oído y visto,
conforme a lo que se les había dicho.
21 Cuando se cumplieron los
ocho días para circuncidarle, se le dio el
nombre de Jesús, el que le
dio el ángel antes de ser concebido en el seno.
22 Cuando se cumplieron los
días de la purificación de ellos, según la
Ley de Moisés, llevaron a
Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor,
23 como está escrito en la Ley del Señor: =
Todo varón primogénito
será consagrado al Señor =
24 y para ofrecer en
sacrificio = un par de tórtolas o dos pichones =,
conforme a lo que se dice en
la Ley del Señor.
25 Y he aquí que había en
Jerusalén un hombre llamado Simeón; este
hombre era justo y piadoso, y
esperaba la consolación de Israel; y estaba en
él el Espíritu Santo.
26 Le había sido revelado por
el Espíritu Santo que no vería la muerte
antes de haber visto al
Cristo del Señor.
27 Movido por el Espíritu,
vino al Templo; y cuando los padres
introdujeron al niño Jesús,
para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él,
28 le tomó en brazos y
bendijo a Dios diciendo:
29 «Ahora, Señor, puedes,
según tu palabra, dejar que tu siervo se
vaya en paz;
30 porque han visto mis ojos
tu salvación,
31 la que has preparado a la
vista de todos los pueblos,
32 luz para iluminar a los
gentiles y gloria de tu pueblo Israel.»
33 Su padre y su madre
estaban admirados de lo que se decía de él.
34 Simeón les bendijo y dijo
a María, su madre: «Este está puesto para
caída y elevación de muchos
en Israel, y para ser señal de contradicción -
35 ¡y a ti misma una espada
te atravesará el alma! - a fin de que
queden al descubierto las
intenciones de muchos corazones.»
AVEMARÍA
2.- Mateo 2
13 Después que ellos se
retiraron, el Ángel del Señor se apareció en
sueños a José y le dijo:
«Levántate, toma contigo al niño y a su madre y
huye a Egipto; y estate allí
hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar
al niño para matarle.»
14 El se levantó, tomó de
noche al niño y a su madre, y se retiró a
Egipto;
15 y estuvo allí hasta la
muerte de Herodes; para que se cumpliera el
oráculo del Señor por medio
del profeta: = De Egipto llamé a mi hijo.
AVEMARÍA
3.- Lucas 2
41 Sus padres
iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua.
42 Cuando tuvo
doce años, subieron ellos como de costumbre a la
fiesta
43 y, al
volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en
Jerusalén, sin
saberlo su padres.
44 Pero creyendo
que estaría en la caravana, hicieron un día de
camino, y le
buscaban entre los parientes y conocidos;
45 pero al no
encontrarle, se volvieron a Jerusalén en su busca.
46 Y sucedió que,
al cabo de tres días, le encontraron en el Templo
sentado en medio
de los maestros, escuchándoles y preguntándoles;
47 todos los que
le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus
respuestas.
48 Cuando le vieron, quedaron sorprendidos, y
su madre le dijo:
«Hijo, ¿por qué
nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te
andábamos
buscando.»
49 El les dijo:
«Y ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía
estar en la casa
de mi Padre?»
50 Pero ellos no
comprendieron la respuesta que les dio.
AVEMARÍA
4.- María encuentra a Jesús, cargado con la
Cruz. Vía Crucis 4ª estación.
En su camino
hacia el Calvario, Jesús va envuelto por una multitud de soldados, jefes
judíos, pueblo, gentes de buenos sentimientos... También se encuentra allí
María, que no aparta la vista de su Hijo, quien, a su vez, la ha entrevisto en
la muchedumbre. Pero llega un momento en que sus miradas se encuentran, la de
la Madre que ve al Hijo destrozado, la de Jesús que ve a María triste y
afligida, y en cada uno de ellos el dolor se hace mayor al contemplar el dolor
del otro, a la vez que ambos se sienten consolados y confortados por el amor y
la compasión que se transmiten.
AVEMARÍA
5.- Juan 19
17 y él cargando
con su cruz, salió hacia el lugar llamado Calvario,
que en hebreo se
llama Gólgota,
18 y allí le
crucificaron y con él a otros dos, uno a cada lado, y Jesús
en medio.
19 Pilato redactó
también una inscripción y la puso sobre la cruz. Lo
escrito era:
«Jesús el Nazareno, el Rey de los judíos.»
20 Esta
inscripción la leyeron muchos judíos, porque el lugar donde
había sido
crucificado Jesús estaba cerca de la ciudad; y estaba escrita en
hebreo, latín y
griego.
21 Los sumos
sacerdotes de los judíos dijeron a Pilato: «No escribas:
“El Rey de los
judíos”, sino: “Este ha dicho: Yo soy Rey de los judíos”.»
22 Pilato
respondió: «Lo que he escrito, lo he escrito.»
23 Los soldados,
después que crucificaron a Jesús, tomaron sus
vestidos, con los
que hicieron cuatro lotes, un lote para cada soldado, y la
túnica. La túnica
era sin costura, tejida de una pieza de arriba abajo.
24 Por eso se
dijeron: «No la rompamos; sino echemos a suertes a ver
a quién le toca.»
Para que se cumpliera la Escritura: = Se han repartido mis
vestidos, han
echado a suertes mi túnica. = Y esto es lo que hicieron los
soldados.
25 Junto a la
cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su
madre, María,
mujer de Clopás, y María Magdalena.
26 Jesús, viendo
a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba,
dice a su madre:
«Mujer, ahí tienes a tu hijo.»
27 Luego dice al
discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquella
hora el discípulo
la acogió en su casa.
28 Después de
esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba cumplido, para
que se cumpliera
la Escritura, dice: = «Tengo sed.» =
29 Había allí una
vasija llena de vinagre. Sujetaron a una rama de
hisopo una
esponja empapada en vinagre y se la acercaron a la boca.
30 Cuando tomó
Jesús el vinagre, dijo: «Todo está cumplido.» E
inclinando la
cabeza entregó el espíritu.
AVEMARÍA
6.- Marcos 15
42 Y ya al
atardecer, como era la Preparación, es decir, la víspera del
sábado,
43 vino José de
Arimatea, miembro respetable del Consejo, que
esperaba también
el Reino de Dios, y tuvo la valentía de entrar donde
Pilato y pedirle
el cuerpo de Jesús.
44 Se extraño
Pilato de que ya estuviese muerto y, llamando al
centurión, le
preguntó si había muerto hacía tiempo.
45 Informado por
el centurión, concedió el cuerpo a José,
46 quien,
comprando una sábana, lo descolgó de la cruz, lo envolvió
en la sábana y lo
puso en un sepulcro que estaba excavado en roca; luego,
hizo rodar una
piedra sobre la entrada del sepulcro.
AVEMARÍA
7.- Juan 19
38 Después de
esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús,
aunque en secreto
por miedo a los judíos, pidió a Pilato autorización para
retirar el cuerpo
de Jesús. Pilato se lo concedió. Fueron, pues, y retiraron su
cuerpo.
39 Fue también
Nicodemo - aquel que anteriormente había ido a verle
de noche - con
una mezcla de mirra y áloe de unas cien libras.
40 Tomaron el
cuerpo de Jesús y lo envolvieron en vendas con los
aromas, conforme
a la costumbre judía de sepultar.
41 En el lugar
donde había sido crucificado había un huerto, y en el
huerto un
sepulcro nuevo, en el que nadie todavía había sido depositado.
42 Allí, pues,
porque era el día de la Preparación de los judíos y el
sepulcro estaba
cerca, pusieron a Jesús.
AVEMARÍA
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