En tres etapas.
Con frecuencia nos encontramos frente a dudas sobre que opciones o caminos elegir y nos preguntamos ¿qué quiere Dios que haga? San Ignacio de Loyola desarrolló un sistema de discernimiento que ha sido profusamente probado con éxito a través de los siglos, pero que para muchos que se enfrentan en el comienzo, les puede parecer complicado.
Por eso estamos publicando una versión simplificada de los modos de discernimiento de San Ignacio en tres pasos, para que le pierdan el miedo, comiencen a comprender su lógica y eventualmente sigan profundizando con mas lecturas, cursos, guías espiritual…
Si usted está tratando de tomar una decisión y realmente quiere hacer la voluntad de Dios, siga estos 3 pasos en orden. Si el primero funciona para usted, no hay necesidad de pasar al segundo. Si el segundo funciona, no hay necesidad de pasar al tercero. Si llega al tercer modo, siga intentándolo, que va a funcionar!
USTED TIENE QUE COMPROMETERSE A TRES COSAS
1. Usted debe estar dispuesto a elegir la opción que Dios quiere, incluso si no es lo que quieres
2. Usted debe desear sobre todo agradar a Dios y su elección debe reflejar ese deseo.
3. Inmediatamente debe descartar cualquier opción, que sea inmoral (que vaya en contra de las enseñanzas de la Iglesia).
3 MODOS DE DISCERNIMIENTO DESARROLLADOS POR SAN IGNACIO DE LOYOLA
1. No hay Duda - Usted sabe positivamente que una de las opciones es la voluntad de Dios y que no tiene dudas en absoluto. Esto es difícil de explicar, pero lo entiende cuando sucede. Se produce cuando se siente completamente atraído por una opción y usted sabe que es la voluntad de Dios.
2. Deseo del corazón - Un poco más complejo, este modo de discernimiento implica consuelos espirituales (alegría, amor, esperanza en las cosas de arriba) y desolaciones (tristeza, falta de amor, sequedad espiritual). San Ignacio recomienda que si no recibimos claridad en el primer modo (claridad más allá de duda), que permanezcamos en el segundo modo. Según San Ignacio, la persona debe observar atentamente,
“cuando ella se encuentra en la consolación, Dios le mueve, y lo mismo cuando se encuentra en la desolación“.
Por ejemplo, si usted está tratando de decidir entre mantener su trabajo actual o aceptar una nueva oferta de trabajo, determine qué trabajo le atrae durante los períodos de consuelo. Si con frecuencia se siente llamado a mantener su trabajo actual durante los períodos de consuelo, hay una buena probabilidad de que esto es lo que Dios quiere que haga. Además, durante los períodos de desolación, usted debe esperar a sentir un llamado a aceptar la nueva oferta de trabajo (la opción opuesta).
La clave es ser paciente (este modo de discernimiento podría tomar meses o incluso años) y buscar un patrón recurrente. Consolaciones y desolaciones son una parte normal de la vida espiritual y pueden ser muy útiles para discernir la voluntad de Dios.
3. Pros y contras - Si los dos primeros métodos no revelan la voluntad de Dios, es el momento de pasar al tercer Modo de Discernimiento. Recomienda San Ignacio que este modo se utilice durante períodos de tranquilidad(cuando el alma está en paz y libre de pasiones que pueden influir en su decisión).
Este método consiste en hacer una lista de los pros y los contras de cada opción. Los pros y los contras deben tener base espiritual y no estar basados en preferencias personales, tales como las consideraciones financieras o el nivel de confort. Una vez creada la lista, las siguientes dos maneras se puede utilizar para llegar a una decisión:
Primera forma
1. Coloco delante de mí las opciones.
2. Sin ningún agregado, digo “lo que tú quieras, Señor”.
3. Pídale al Señor que le mueva hacia la opción que le traerá mayor gloria.
4. Tenga en cuenta los pros y los contras espirituales de cada opción.
5. Haga su elección.
6. Gire a Dios y haga su elección ante Él, pidiéndole que lo confirme concediéndole paz.
Segunda manera (que se utiliza si la primera forma no proporciona claridad)
1. ¿Busco elegir únicamente por amor a Dios?
2. ¿Cómo podría aconsejar a una persona que nunca he visto antes si se enfrenta a la misma decisión?
3. ¿Qué opción elegiría en el momento de mi muerte?
4. En el día de mi juicio, ¿cual opción me gustaría haber elegido?
5. Haga su elección.
6. Pídale al Señor confirmar su elección.
Por favor, recuerde que el discernimiento puede ser un proceso complicado y puede tomar mucho tiempo para desarrollarse. Sea paciente y que sea un punto para meditar con frecuencia en los evangelios. Además, un director espiritual o un amigo de confianza pueden ser muy valiosos en el proceso de discernimiento.
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