Eso, ¿por qué se están dando tantasmanifestaciones extraordinarias de Cristo y de la Virgen María en la segunda mitad del siglo XX y comienzos del siglo XXI? Pues a lo mejor porque, como decíamos ayer en Hispanidad porque estamos viviendo tiempos extraordinarios. Y entonces, a lo mejor, que yo soy periodista económico, porque si Santa María prodigara su apoyo por métodos ordinarios no le haríamos ni caso… me temo que tampoco en muchas instancias católicas.
Además, ¿por qué nos extrañamos de tanta manifestación sobrenatural si, como advertíaChesterton, lo natural, o es sobrenatural o acaba siendo antinatural? Más real que el universo material es el universo espiritual, no visible, directamente imbricado en la llamada ‘vida real’. Separar ambas realidades es como andar con una sola pierna. No es posible o, al menos,resulta ligeramente molesto.
Miren ustedes, no podemos ser más tontos que un anuncio de perfumes. Y, lo estaremos siendo
si censuramos a la Santísima Virgen. Pensemos con la cabeza y decidamos con el corazón, según el viejo dicho: “Mi corazón me enseñó la maldad de los impíos”. Para analizar si una revelación extraordinaria es fruto de la madre de Dios o de la ensoñación de un majadero, hay que reparar en los mensajes que tramite. Como recordábamos ayer al albur de Medjugorje,
sobre el decreto de Pablo VI, permitiendo aceptar una revelación extraordinaria esté aprobada o no por la Iglesia, lo primero que hay que analizar es si contradice la doctrina de la Iglesia en materia de fe y de costumbres. ¿
Ocurre algo parecido en Garabandal (
en la imagen las cuatro niñas videntes: Conchita, Mari Cruz, Mari Loli y Jacinta)
o Medjugorje? Evidentemente no, todo lo contrario. ¿Y entonces?
Porque, miren ustedes, el progresismo más radical se ha convertido al satanismo. Y el Satán sabe que ha alcanzado mucho poder, también en el seno de la Iglesia, pero hay alguien con quien no puede: con la “esperanza nuestra”, Santa María.
En cualquier caso, para saber a qué atenernos ante
Medjugorje y
Garabandal y otras revelaciones extraordinarias, aconsejo la lectura de
este verdadero vademécum del padre Larrinaga sobre la cuestión. Es largo, pero merece la pena. Aclara muchas cosas.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com
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