5 de Enero de 1977
SEGUIR CON PERSEVERANCIA
Escribe, hijo mío.
Soy yo, Don Calabria, un hermano tuyo en el sacerdocio y quiero agradecerte porque te acuerdas de mí cotidianamente, y por ese
amor que nos une al Amor, y decirte que yo no he permanecido inerte, sino que he hecho mucho por ti y continuaré intercediendo
ante nuestra Madre para que Ella, que todo puede ante Dios, Uno y Trino, te obtenga la ayuda y el consuelo necesario a fin de que
tú puedas seguir con perseverancia queriendo y obrando antes que nada y sobre todas las cosas la Divina Voluntad.
Debes Don O., perseguir el designio que "ab aeterno" Dios ha preparado para ti. Conozco las dificultades que te procuran las
potencias del mal, pero ¿qué pueden hacer estos seres inmundos si tú permaneces tenazmente unido a Él?
Te quieren asustar, como han hecho conmigo en el curso de mi vida terrena; ¡cuántas noches de insomnio, cuántas molestias,
cuántos fastidios me han procurado!
Pero todos su esfuerzo cayó en el vacío y ellos, los soberbios, los viles presuntuosos han
tenido que descontar derrota tras derrota.
Don O., Pastores de almas y tantísimos sacerdotes que deberían ser otros tantos pioneros y estrategas en esta batalla, han desertado
del campo, traicionando su mandato, el más grande y el más noble, no creen y no ven, por consiguiente hace falta rezar y hacer rezar por ellos, porque se necesita continuar en la lucha contra la incredulidad, es necesario perseverar en la lucha contra las
potencias del mal con los medios que tenéis a vuestra disposición, validísimos y eficaces.
El enemigo, que considera soberbia y neciamente que tiene en sus manos la victoria sobre el Divino Salvador y su Iglesia,
doblemente engreído por el éxito obtenido sobre los consagrados, azuza a sus inmundos secuaces contra todos vosotros, los que
resueltamente lo combatís y lo obstaculizáis.
Enviad también las bendiciones a los buenos y santos sacerdotes con el Crucifijo, él sabe que esto marca el inicio de una pastoral
nueva, toda centrada en la razón misma de la Encarnación, Pasión y Muerte de Jesús, verdadero Dios y verdadero Hombre.
No os detengáis por las indefectibles dificultades que encontraréis; estáis en lo verdadero, en lo justo, por tanto proceded con
orden y con firmeza.
Decid a los sacerdotes que bendicen, y también a los santos seglares que desean tomar parte viva en esta
santa cruzada, que es necesario procurarse ayuda y apoyo, pidiendo a los mejores, oraciones y sufrimientos para sostén de los que
combaten la más santa de todas las guerras.
Don O., si os faltan adhesiones en la tierra, os sirva consuelo saber que tenéis el Cielo con vosotros.
Don Calabria
No hay comentarios:
Publicar un comentario