REDACCIÓN CENTRAL, 28 Abr. 15 / 06:10 am (
ACI).- El 28 de abril la
Iglesiacelebra a Santa Gianna, cristiana valiente que el Beato Pablo VI describió como “una madre que, para dar a luz a su bebé, sacrificó la suya propia en una inmolación deliberada". Fue canonizada por San
Juan Pablo II en el 2004 y ha sido declarada patrona de madres, médicos y niños por nacer.
Gianna Beretta nació en 1922 en Magenta, ciudad ina a Milán. Desde pequeña acompañaba a su madre a
Misa todos los días. A los 15 años, después de un retiro según el método de San Ignacio de Loyola, tomó el propósito de “
mil veces morir antes que cometer un pecado mortal”.
Fue muy devota de la Virgen, tanto así que al morir su madre le dijo a María: “confío en vos, dulce Madre, y tengo la certeza de que nunca me abandonaréis”. Solía hablar de la Madre de Dios en sus encuentros con las chicas de la Acción Católica y en las cartas a su novio que luego fue su esposo.
Se hizo médico y con un firme propósito: “No olvidemos que en el cuerpo de nuestro paciente existe un alma inmortal.
Seamos honestos y médicos de fe”. Por ello alentaba a las embarazadas para que tuvieran a sus hijos como un regalo de Dios y a rechazar el
aborto.
Después de discernir, vio que Dios la llamaba por la
vida matrimonial y tuvo con su esposo tres hijos. Al comienzo del cuarto embarazo, tenía que pasar por una cirugía debido a un tumor ubicado en el útero, pero ella pidió que se preocuparan por la vida de la criatura.
La Santa rechazó someterse al aborto “terapéutico” que le proponían los médicos, y la extirpación del fibroma. Optó por no recurrir a esta práctica .
Fue intervenida y logran salvar a la bebé. Meses después, antes del parto, afirmó: “si hay que decidir entre mi vida y la del niño, no duden; elijan -lo exijo- la suya. Sálvenlo”.
Dio a luz a su hija el 21 de abril de 1962. Sin embargo, Santa Gianna no quedó bien y el 28 de abril con fuertes dolores y repitiendo “Jesús, te amo; Jesús te amo”, partió a la Casa del padre con 39 años de edad.
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