VATICANO, 30 Abr. 15 / 09:36 am (
ACI/EWTN Noticias).- El Papa Francisco presidió la
Misa de la mañana en la capilla de la Casa Santa Marta del Vaticano y habló sobre cómo el hombre, el cristiano, está inmerso en una historia de pecado y de gracia. Pero también alertó sobre la tentación de querer ser servido y no servir, de querer usar a los demás en beneficio propio.
Francisco aseguró que ser cristiano no es “”maquillarse un poco el alma” para que se vea más bonita.
En su homilía el Santo Padre recordó que los primeros discípulos “no anunciaban un Jesús sin historia: anunciaban a Jesús en la historia del pueblo, un pueblo que Dios ha hecho caminar desde hace siglos” para llegar “a la plenitud de los tiempos”.
El cristiano “es hombre y mujer de historia, porque no pertenece a sí mismo, forma parte de un pueblo, un pueblo que camina”.
El Papa alertó que “no se puede pensar en un egoísmo cristiano”. “El cristiano no es un hombre, una mujer espiritual de laboratorio” sino que “es un hombre, es una mujer espiritual dentro de un pueblo, que tiene una historia larga y continua de caminar hasta que el Señor regrese”.
Francisco reflexionó además sobre la gracia y el pecado y afirmó: “Cuántos pecadores, cuántos crímenes. También hoy San Pablo menciona al Rey David, santo, pero antes de ser santo fue un gran pecador”.
“Nuestra historia debe asumir santos y pecadores. Y mi historia personal, la de cada uno, debe asumir nuestro pecado, el propio pecado y la gracia del Señor que está con nosotros, acompañándonos en el pecado para perdonar y acompañándonos en la gracia”. Por tanto, “no hay identidad cristiana sin historia”, dijo.
Pero el cristiano también está llamado al servicio y Francisco recordó también que “Jesús lava los pies a los discípulos invitándonos a hacer como él, servir”.
“La identidad cristiana es el servicio, no el egoísmo. ‘Pero padre, todos somos egoístas’. ¿Ah, sí? Es un pecado, es un hábito con el que tenemos que acabar. Pedir perdón, que el Señor nos convierta”.
“Estamos llamados al servicio. Ser cristiano no es una apariencia o una conducta social, no es maquillarse un poco el alma para que resulte un poco más bonita. Ser cristianos es hacer aquello que ha hecho Jesús, servir”.
El Santo Padre invitó a los fieles que le acompañaban en la celebración a preguntarse: “¿En mi corazón que es lo que hago más?, ¿me hago servir por los demás, me sirvo de los otros, de la comunidad, de la parroquia, de mi
familia, de mis amigos o sirvo, estoy al servicio de ellos?”.
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