8 de Marzo de 1978
LA SAGRADA BIBLIA ESTÁ DIRIGIDA AL PUEBLO PARA ILUMINARLO Y SACARLO DE LA
OSCURIDAD DEL PECADO ORIGINAL
Escribe, hijo mío, soy Yo, Jesús, que deseo aclararte cuanto te ha dicho C. en relación con la Sagrada Biblia.
Tú sabes, hijo mío, porque varias veces te lo he dicho, que Yo, Dios Uno y Trino, soy por naturaleza infinitamente simple y que
por esto por lo que todo lo que hago o digo refleja esta naturaleza mía,
igual que todo libro, toda obra de arte refleja el
temperamento artístico o literario del autor, así también mi Biblia, si bien manifestando el temperamento artístico, poético y
literario de aquellos que como instrumentos fueron elegidos para escribirla, deja con una maravillosa transparencia entrever la
infinita simplicidad de Su verdadero autor, el Espíritu Santo.
La Sagrada Biblia es libro querido por las Tres Divinas Personas, en su perfectísima comunión de Voluntad, para comunicar la
Palabra eterna e inmutable de Dios al pueblo elegido, para prepararlo al más grande acontecimiento de la historia del género
humano: la venida a la tierra de Mí, Verbo de Dios desde siempre engendrado por el Padre, con el mandato divino del Padre de
proveer al restablecimiento del equilibrio roto por Satanás con el pecado original, mediante la Segunda Creación, con el misterio
de la Encarnación, Muerte y Resurrección mía.
La Santa Biblia primero y el Evangelio después, están dirigidos al pueblo y para el pueblo de Dios, para iluminarlo y sacarlo de la
oscuridad que bajó sobre el género humano con el pecado original. Su contenido de luz y de sabiduría es accesible a todas las
almas no intoxicadas ni envenenadas por el humo del infierno que oscurece y contamina, es la soberbia, vomitada sobre la humanidad por Satanás, la que él cree, considera y quiere suya, por conquista del mal y sobre la cual intenta imponer su reino de
tinieblas, en contraposición al Reino de Dios, Reino de Luz, de Justicia, de Paz y de Amor.
"Quien no está conmigo está contra Mí y no tiene parte Conmigo"
Nadie tiene el derecho de interpretar la Palabra de Dios, es decir, la Revelación, sino aquella que ha sido encargada por Dios para
ésta, esto es, su Iglesia, y en la Iglesia sólo a Aquel al que han sido dadas las llaves del Reino de los cielos, esto es, a Pedro, mi
Vicario, y a los sucesores de los Apóstoles que viven en comunión con Pedro.
Han sido arbitrarias, lo son y lo serán siempre las interpretaciones personales de tantos teólogos soberbios y presuntuosos que no
los ha inducido la gloria de Dios y el bien de las almas a erigirse como maestros del pueblo de Dios, mientras el Maestro es uno
solo: Yo, Verbo eterno de Dios, visiblemente representado en la tierra por el Romano Pontífice; y sean quienes sean, teólogos,
Pastores o Sacerdotes, que no quieren o no aceptan el Magisterio de la Iglesia son herejes, anatemas, porque ellos mismos se
ponen fuera de la Iglesia.
No tienen importancia el prestigio, la dignidad ni el cargo que ellos desempeñan, "Quien no está
Conmigo está contra Mí" y "quien está contra Mí no tiene parte Conmigo", con mi Reino, sino que tiene parte con el reino de
Satanás.
Hijo, cuántos hay ahora en lo alto y en lo bajo, aun cubiertos de púrpura, fuera de Mi Iglesia, que caminan solemnes y, te repito
una vez más, cubiertos con una untuosa y aterciopelada hipócrita humildad.
Caminan por el borde del precipicio también muchos
Obispos que aun protestando su fidelidad a la Iglesia, pasivamente, haciéndose así cómplices de Satanás maestro y príncipe de la
mentira, han permitido al mismo Satanás entrar en todas partes, sobre todo en los Seminarios, Universidades Eclesiásticas,
Congregaciones Religiosas, para demoler y arrastrar al error y a la herejía a tantas almas que en el plan divino de mi Providencia
habían sido elegidas como gérmenes preciosos y fecundos de futura mies, mientras que se han convertido en instrumentos de
perdición; por esto, hijo mío, te dije que desaconsejaras a los jóvenes entrar en los Seminarios, para no encaminarlos a las fauces de
lobos rapaces.
Ay de quien atenta contra la palabra de Dios desfigurándola y falseándola
¿Cómo podré ser misericordioso con aquellos Pastores responsables de tanto estrago, de tantas ruinas? ¿No saben que el Pastor da
la vida por sus ovejas, mientras que ellos no han movido un dedo para impedir tanto mal?
Hijo, ¿pero, qué piensan? ¿Cuándo
volverán acaso a entrar en sí mismos para llorar y deplorar tan insensata y necia pastoral?
Hijo, este no es un asunto que se pueda agotar en un solo mensaje, ¡tengo bastante más que decirte!
En mi Iglesia renovada y regenerada los sucesores de mis Apóstoles deberán ser severamente intransigentes y vigilantes a fin de
que el patrimonio precioso e inestimable de mi Revelación no vaya a ser tan terriblemente lacerado por el orgullo humano, a fin de
que el depósito de mi Revelación sea custodiado como un "huerto cerrado", ¡al que a ninguna serpiente envenenada le sea
concedido entrar!
Mi Palabra debe ser acogida pura y simple como pura y simple Yo la he manifestado siempre en mis Profetas; ay de los que
atentan contra Ella, desfigurándola y falseándola, ¡mejor les sería a estos desgraciados arrojarse' con una piedra atada al cuello a lo
profundo de los mares!
Hijo mío, te bendigo; repara y reza.
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