Creo
en Ti, Dios Padre,
Creo en Ti, Dios Hijo,
Creo en
Ti, Dios Espíritu Santo,
pero aumentad mi fe.
Espero
en Ti, Dios Padre,
Espero en Ti, Dios Hijo,
Espero
en Ti Dios Espíritu Santo,
pero aumentad mi esperanza.
Te
amo Dios Padre,
Te amo Dios Hijo, mi Señor Jesucristo, Dios
y hombre verdadero,
Te amo Dios Espíritu Santo,
pero
aumentad mi amor.
Gloria
al Padre,
Gloria al Hijo,
Gloria al Espíritu
Santo,
Gloria a la Santísima e indivisa Trinidad,
como
era en el principio, ahora y siempre,
por todos los siglos
de los siglos. Amen.
Padre omnipotente, ayuda mi fragilidad y
sácame del abismo de mi miseria.
Sabiduría del Hijo,
endereza todos mis pensamientos, palabras y obras de este día.
Amor
del Espíritu Santo, sé el principio de todas las obras de mi
alma,
para que sean siempre conformes con la Voluntad del
Padre.
A Ti, Padre Ingénito,
A Ti, Hijo
Unigénito,
A Ti, Espíritu de Santidad,
Un solo
Dios en Trinidad,
De todo corazón te confieso,
te
bendigo , te alabo.
A Ti, Trinidad Santísima se te dé
siempre, todo honor,
gloria y alabanza por toda la
eternidad.
Amén.
Acto
de Ofrecimiento
¡Oh
beatísima Trinidad!, os doy palabra de procurar con todo esfuerzo y
empeño salvar mi alma, ya que la creasteis a vuestra imagen y
semejanza y para el cielo. Y también por amor vuestro procuraré
salvar las almas de mis prójimos.
Para
salvar mi alma y daros gloria y alabanza, sé que he de guardar la
divina ley. Os doy palabra de guardarla como la niña de mis ojos, y
también procuraré que los demás la guarden.
Aquí,
en la tierra, me ejercitaré en alabaros, y espero que después lo
haré con más perfección en el cielo; y por esto, con frecuencia
rezaré el Trisagio y el verso: Gloria al Padre, al Hijo y al
Espíritu Santo, Y también procuraré que los demás os alaben.
Amén.
V. Bendigamos
al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo.R. Alabémosle
y ensalcémosle en todos los siglos.
Omnipotente
y sempiterno Dios, que concediste a tus siervos el conocer la gloria
de tu eterna Trinidad en la confesión de la verdadera fe y el adorar
la Unidad en tu augusta Majestad; Te rogamos, Señor, que por la
fuerza de esa misma fe nos veamos siempre libres de todas las
adversidades. Por Cristo, Señor nuestro.
Amén.
Novena
|
En
adoración de la Santísima Trinidad y en súplica a la
Santísima Virgen María por su intercesión
|
A
Dios Padre
Un Padrenuestro,
un Avemaría y un Gloria.
Os
adoro, oh Padre eterno, con toda la corte celestial, por mi Dios y
Señor, y os doy infinitas gracias en nombre de la santísima Virgen,
vuestra Hija muy amada, por todos los dones y privilegios con que la
adornasteis, especialmente por aquel poder con que la enaltecisteis
en su gloriosa Asunción á los cielos.
A
Dios Hijo
Un Padrenuestro,
un Avemaría y un Gloria.
Os
adoro, oh eterno Hijo, con toda la corte celestial por mi Dios, Señor
y Redentor, y os rindo gracias infinitas en nombre de la santísima
Virgen, vuestra muy amada Madre, por todos los dones y privilegios
con que la adornasteis, especialmente por aquella suma sabiduría con
que la ilustrasteis en su gloriosa Asunción al cielo.
A
Dios Espíritu Santo
Un Padrenuestro,
un Avemaría y un Gloria.
Os
adoro, Espíritu Santo paráclito, por mi Dios y Señor, y os doy
infinitas gracias con toda la corte celestial en nombre de la
santísima Virgen, vuestra amántísima Esposa por todos los dones y
privilegios con que la adornasteis, especialmente por aquella
perfectísima y divina caridad con que inflamasteis su santísimo y
purísimo corazón en el acto de su gloriosísima Asunción al cielo;
y humildemente os suplico en nombre de vuestra inmaculada Esposa, me
otorguéis la gracia de perdonarme todos los gravísimos pecados que
he cometido desde el primer instante en que pude pecar; hasta el
presente, de los cuales me duelo infinitamente, con propósito de
morir antes que volver mas a ofender a vuestra divina Majestad; y por
los altísimos
méritos y eficacísima proteccion de vuestra amantísima Esposa os
suplico me concedais á mí y a N. el preciosísimo don de vuestra
gracia y divino amor, otorgándome aquellas luces y particulares
auxilios con los cuales vuestra eterna Providencia ha predeterminado
salvarme, y conducirme a sí.
Oración
en súplica a la Santísima Virgen María por su intercesión
Os
reconozco y os venero, oh Virgen santísima, Reina de los cielos,
Señora y Patrona del universo, como a Hija del eterno Padre, Madre
de su dilectísimo Hijo, y Esposa amantísima del Espíritu Santo; y
postrado a los pies de vuestra gran Majestad con la mayor humildad os
suplico por aquella divina caridad; de que fuisteis sumamente llena
en vuestra Asunción al cielo, que me hagáis la singular gracia y
misericordia de ponerme bajo vuestra segurísima y fidelísima
protección, y de recibirme en el número de aquellos felicísimos y
afortunados siervos que lleváis esculpidos en vuestro virginal
pecho. Dignaos, oh Madre y Señora mía clementísima, aceptar mi
miserable corazón, mi memoria, mi voluntad, y demás potencias y
sentidos míos interiores y exteriores; aceptad mis ojos, mis oídos,
mi boca, mis manos y mis pies, regidlos
conforme al beneplácito de vuestro Hijo, a fin de que con todos sus
movimientos tenga intención de tributaros gloria infinita. Y por
aquella sabiduría con que os iluminó vuestro amantísimo Hijo, os
ruego y suplico me alcancéis luz y claridad para conocerme bien a mí
mismo, mi nada, y particularmente mis pecados, para odiarlos y
detestarlos siempre, y alcanzadme además luz para conocer las
asechanzas del enemigo infernal y sus combates ocultos y manifiestos.
Especialmente, piadosísima Madre mía, os suplico la
gracia… (mencione
aquí la gracia).
En
el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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