MADRID, 22 May. 15 / 07:31 am (
ACI).- El Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández, escribió su carta pastoral semanal en la que habla de la próxima fiesta de Pentecostés y explica la relación que tiene con el apostolado de los fieles.
El Prelado escribe que “esa fuerza potente del Espíritu Santo no es una energía anónima, que pudiera desprender el cosmos. No. Se trata de una relación personal, una relación de amor, de tú a tú”.
“El Espíritu actúa silenciosamente en nuestros corazones y los va inflamando con el fuego de su amor, nos va recordando las cosas de Jesús y nos da la profunda convicción de que somos hijos de Dios y miembros de su
familia que es la
Iglesia”.
Pentecostés es también conocida como la "fiesta del Espíritu Santo" y se celebra cincuenta días después de la
Pascua. "La fiesta litúrgica de Pentecostés tiene la capacidad de actualizar aquella efusión del Espíritu Santo, para
renovar hoy todo el universo. El Espíritu Santo, alma de la Iglesia. El Espíritu Santo, alma de nuestra alma, dulce huésped del alma", afirma el Prelado.
El Obispo de Córdoba precisa luego que "la fiesta de Pentecostés es por tanto la fiesta del apostolado" ya que fue cuando los apóstoles fueron fortalecidos y se convirtieron en testigos valientes de Jesús.
Esta fiesta coincide con el día del apostolado seglar. Mons. Fernández definió la tarea de los laicos en la Iglesia como "un enorme gigante dormido, que vadespertando para asumir la tarea propia en la Iglesia y en el mundo".
De esta manera la familia, el amor humano, el trabajo, la
vida social e incluso la política adquieren su verdadera dimensión de servicio a la sociedad en el ejercicio de la caridad social.
"El Espíritu Santo todo lo hace nuevo, dejemos que entre en nuestros corazones", insiste el Obispo.
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