06-12-2015
Jesús: No te he llamado a que no tengas ningún defecto, y seas irreprochable, en el sentido de sin mácula, perfecta por dentro y por fuera, inmaculada… Porque “Inmaculada” sólo lo es Dios, y la Inmaculada. Dios quiso hacerse una criatura humana perfecta, y se hizo a la Virgen. Aunque Ella, como Inmaculada que es, buscara siempre perfeccionarse más y más. Ya lo hizo. Porque perfeccionarse siempre se puede, aun incluso Ella. Y la más mínima imperfección le duele. ¿Qué imperfección puede tener Ella? Ella siempre piensa que puede mejorar, aun incluso ahora, cuando trata con vosotros, piensa que puede mejorar en la forma de deciros las cosas. Y vuelve y vuelve a decíroslas. ¡Como si que no lo hagáis hubiera dependido de Ella! Sabe que no, no se angustia por Ella, se angustia por vosotros. Se angustia porque no seguís los Caminos de la Salvación. Ni aun incluso tú. ¡Ah, la Inmaculada! ¡Quién fuera como Ella! Yo a Ella la tengo que decir: “Tranquila, parece que no, pero Margarita lo logrará”. ¿Sí? Sííííí… Sí se lo tengo que decir, que es lo que preguntas con tu “¿sí?”, ¡y sí lo lograrás! Tranquila, hija. ¡Tranquilas las dos! A veces os ponéis nerviosas. ¿Nerviosa Ella? No como tú, nerviosa con concupiscencia, sino con la ansiedad, el anhelo, de que todos los hombres me alaben y me bendigan, me amen y lo demuestren con sus obras. Teme, sobre todo de los que han recibido tanto y no responden. (Me mira. Cariñoso) ¡Ah!, ¡pequeña hija! ¡¡Ven aquí, ratoncito díscolo!! Que no aguanto mucho más estar serio contigo. ¡Me tienes robado el Corazón! Mi Corazón es tuyo, amada paloma de mi alma.794 No me lo merezco. ¿Y quién ha dicho que te lo merezcas, o que os lo merezcáis cualquiera de vosotros? Sólo se lo mereció mi Madre. Y ni aun Ella se lo cree. Mucho menos vosotros. ¡Pero no estamos hablando de merecimientos propios de mis criaturas! ¡¡Estamos hablando del Amor de Dios!! (Hay gente hablando en la capilla) Y te digo: vete, y en adelante, no peques más,795 como ahora les digo a éstos, o les diría a éstos si se arrepintieran y me escucharan. Pero no se pueden arrepentir, ¿y quieres saber por qué? No se pueden arrepentir porque nadie se lo ha dicho. Nadie se los dice. Y si nadie se “los”796 dice, ¿cómo van a creer?797 ¿Cómo pensar y cómo arrepentirse? ¿Cómo venir a Mí implorando el perdón? El perdón merecido, sí, he dicho “merecido”, porque cuando uno se arrepiente, merece el perdón. En eso sí merecéis. Es en lo único que podéis merecer: en el arrepentimiento. ¿Te digo por qué? Pues te digo por qué, y es por mis Merecimientos. Porque vosotros, arrepintiéndoos merecéis los Merecimientos de Dios, los méritos que adquirió Dios por medio de vuestro Señor Jesucristo para todos vosotros, para que os salvéis, para que fuerais santos e irreprochables ante Él.798 ¡Ah! ¡Qué poco lo comprendéis a veces! Que a veces encuentro teólogos que no lo comprenden. Lo comprenden peor que yo. Sí, lo comprenden peor que tú. (Ríe por mi ocurrencia espontánea) Es que no se les ha sido revelado, como a ti. Por eso Yo, a ellos, no les voy a pedir tanto. Por eso es que Yo, cuando uno de vosotros se arrepiente, quedo absolutamente “sin defensas”, quiero decir: sin poder aplicar mi Ira. ¡Oh, tu Ira! Oh, mi Ira. Y no queráis nunca haceros depositarios (blanco) de ella, no queráis. ¡Jesús, socorro!, ¡no puedo conocer lo que hay en los corazones de los hombres, y no juzgar! ¿Cómo harás Tú el corazón de los sacerdotes, que no nos juzgan al conocer nuestros pecados? El corazón de mis hijos sacerdotes es formado en el Corazón Tierno de la Virgen María, que no juzga pese a conocer todas vuestras culpas. No juzga nunca, perdona siempre, ¡y aborrece el pecado! ¡Lo aborrece más que ninguna otra persona! Y sin embargo, cura, lava, sana… y traga su asco. Sí, su asco, porque siente asco más que ninguna otra persona, del dolor infringido a Jesús. ¡Eso que a veces vosotros sois tan indiferentes!, ¡tan traicioneros!, ¡tan caraduras!, y no le dais importancia. Y sobre uno ponéis otro, sin que os importe nada. A Ella le duele más que a ninguna otra persona, Ella lo aborrece más que ninguna otra. Pero Ella siempre está ahí, para amar, para sanar. 799Ah, mi Juana… Ahora te diré lo que has de hacer y lo que has de decirles.
Te he dicho lo que no tenías que hacer: entregar Mensajes personales a la gente. Y es bueno que la gente sepa, que en el devenir de su vida, Dios se les manifiesta diariamente, y que no necesitan ir a manifestaciones extraordinarias para saber lo que tienen que hacer. Yo les hablo a través de su vida espiritual, sus confesores, sus directores, sus superiores… Si Yo tengo un Mensaje personal, se lo haré saber, pero que no lo esperen para moverse. Es el Espíritu Santo que se manifiesta directamente sobre ellos.
Tú no, tú no estás aquí para darle un Mensaje personal a cada uno. Como un bomboncillo. Como quien reparte piruletas. Tú estás aquí para cumplir la Voz de Dios. Es más, y cuanto más esa Voz de Dios sea discreta, mejor. ¿No un Mensaje sobre la Defensa de la Eucaristía? No, no como ellos se esperan. Creen que de aquí han de salir con una Consagración Eucarística.800 Mira, querida, si es una entrega sincera, no necesitan Consagración. Están las Consagraciones a la Virgen. Vuestra renovación de las Consagraciones. ¿Vivís vuestra Consagración del año pasado? ¿Es tan recia y tan auténtica tu vida, a la que puedes añadirle otra Consagración más profunda? Estoy intentando recordar la fórmula. Ni aun tú misma la recuerdas. Señal de que la has renovado muy pocas veces. ¿Y la anterior? ¿De ofrecerte como pelotita de juego de Jesús?801 ¿La vives? ¿De verdad que quieres añadir aún otra Consagración mayor? Aquí802 sí me encontraré con las grandes entregas, las grandes oblaciones. Y serán en estos Ejercicios. ¿La gente adulta no está haciendo bien los Ejercicios? Sí, sí los está haciendo. Pero antes de añadir una superior entrega hay que vivir la anterior. Lo están haciendo bien, para hacerse conscientes de vivir lo anterior. No, no te voy a dar la Consagración Eucarística. Deberíais preguntaros: ¿Os habéis dejado pulir y purificar por María en la Patena de su Corazón? (Es algo que pone en la fórmula del año pasado) Queridos: ¡Cuántos habéis olvidado esa Consagración en vuestros días! En vuestro día a día. ¡Y ahora queréis ser ya presentados como ofrenda purificada en el Altar de la Consagración, junto con mi Corazón! ¿De verdad queréis? Mirad: antes de venir a hacer esto, debéis cumplir con las Promesas de vuestro Carisma:
1.- Amar y hacer amar al Corazón Eucarístico de Jesús.
2.- Amar y hacer amar a María, Madre de la Eucaristía.
3.- Amar y defender con la vida a la Iglesia y al Papa, siendo fiel a su Doctrina.
¡Cuántos esperarán el Tercer Libro para saber acontecimientos, y qué pocos para convertirse! Cuando uno ya se encuentra veterano, tiene más callo. Por eso tú no vas a salir en medio de ellos y decirles: tengo un Mensaje para vosotros: preparaos esta Consagración. Para hacer la Consagración que un día me haréis, estaréis tres días de Retiro, y sólo me la harán los elegidos, que no quiero desertores ni traidores.
Uno puede consagrarse a la Virgen, simplemente para llevar en su alma un sello de defensa contra el ataque del mal. ¡Y no es poco! Pero las Consagraciones son más que procurar una defensa propia. Es una entrega, una entrega a los que (Ella) Dios quiera. ¿No dice el Padre que está un poco harto de papeles de Consagraciones y Promesas sin cumplir? Algunos sois especialistas. Pero esto Yo no quiero que se haga de repente, en dos días o día y medio planeado…803 Quiero que a la hora de hacerlo, se medite bien y se sepa qué se va a hacer. Así como un joven que hoy empieza, no le puedes pedir que el domingo se consagre a la Inmaculada804, porque no sabrá qué es. Pues lo mismo a vosotros: si no habéis vivido las etapas anteriores, ¿cómo vais a vivir esta nueva? Se os avecina ya la guerra y no os encontráis preparados. Guerra contra la Eucaristía. Sí: ¿por qué te llamamos Juana? ¿Juana necesita un Ejército? Sí, hija, sí… lidéralo. Tienes que liderarlo. ¿Qué te parece las primeras pruebas del Amor? Ama para corregir. Y ama para no juzgar. Ama para seguir.805 (Me dice algo así como: “La misión que quiero que hagas para Mí es adéntrate en mi Herida”. Y lo dice cuando la he mirado, y he visto la sangre chorreando que está en la imagen. Y Él sonríe) Éste es tu principal proyecto. Éste es tu proyecto, tu principal misión. De ti no quiero otra. Mejor dicho, mientras no hayas hecho esto, de adentrarte por mi Herida, ver, y luego ir a contar al Resto, no emprendas otras misiones. Y ahora, quédate aquí contemplando esto. ¡Porque aún no lo has hecho!, no lo has hecho, Marga, no lo has hecho. ¿Cuál es la persona que contempla mi Herida? ¡Ah…! , la persona que contempla mi Herida, es la persona siempre sonriente y que siempre tiene una mirada de cariño para todos, aun para los que le han hecho daño o procurado mal, y a los que le caen mal. ¿Crees tú que el Hijo del Hombre no tendría también personas que le caen mal? En la tierra, mientras vivía, ¡me caían mal los fariseos! Los fariseos eran personas antipáticas y prepotentes, que iban por la vida con ojos altaneros, y que no tenían amor al pobre y a la viuda, y que perseguían al Hijo del Hombre. Los fariseos, no eran simpáticos… Las personas antipáticas, ¡no me pueden caer bien! Yo, que Soy la Bondad y la Verdad Personificada. Por eso: ¡esforzaos continuamente en ser esas personas simpáticas que buscan mi Reino! Y si algún hermano tuyo corre y de dice: “Oye, eres antipático”, corre tú también a corregirte y a ser todo lo simpático que puedas. ¿No es Simpático tu Jesús? ¿Es que ya has adquirido su Simpatía totalmente? Sé simpático, todo lo que puedas para agradar a los hombres806, ¡pero para agradar a Dios, que es lo que cuenta! Yo era la Simpatía Personificada. Querida: ¡Ven a adentrarte por mi Herida…! Es lo que quiero de ti. (Y me arrastra por mi brazo hacia él, hacia adentro de Él. Por la puerta de su Herida) ¡Oh… qué Maravilloso! Jesús… ¡quién se quedara aquí! (Me entra como una flojera y me relajo muchísimo, dentro de Él. De su Amor) (Va a terminar el rato de oración. Me pongo de rodillas para despedirme porque Él es obediente, y si termina la oración, termina Él, tal y como ha dicho el Padre que a menos cuarto hay que acabar. Pues a menos 4 m de menos cuarto, Él va cesando)
794 Cfr. Ct 2,14; 5,2; 6,9; etc.
795 Cfr. Jn 8,11; 5,14.
796 Pensaba si había escuchado mal. Pero sí, dice: “Se los dice”.
797 Cfr. Rm 10,14.
798 Cfr. Ef 1,4.
799 Miro mi medalla de Juana de Arco, que llevo en la muñeca.
800 Lo habíamos hablado antes de venir.
801 Una personal mía de unos Ejercicios anteriores, que también le pidió al Padre que la hiciera.
802 Entre los jóvenes.
803 Como hubiera sido aquí, en estos Ejercicios, si me la llega a dar. 804 Hoy día 6, decirle: “El día 8, conságrate a la Inmaculada”. 805 Esta ha sido la primera prueba para probar mi Amor: Corregir, no juzgar, y seguir pese a lo que pase. Con Amor.