Del 16 al 21 de mayo tuvo lugar en la localidad de Kodjoboué la CVII Asamblea Plenaria de la Conferencia de Obispos Católicos de Costa de Marfil. Como explica el
comunicado final de esta reunión de los pastores, han aprovechado la ocasión para
“enviar un mensaje a los fieles católicos sobre la incompatibilidad entre la francmasonería y la fe católica” (n. 13).
Según informan diversos medios locales, la
carta, que ya puede consultarse en la página web de la Conferencia Episcopal marfileña, será leída en las parroquias este domingo 28 de mayo, solemnidad de la Ascensión del Señor.
Recordatorio de la postura de la Iglesia
La misiva no supone una condena o excomunión, como han señalado algunos medios digitales, empeñados en buscar las vueltas a lo que supone, simplemente, un recordatorio de la postura de la Iglesia Católica sobre la masonería. No hay ninguna novedad. Los documentos del Magisterio dejan claro que no es posible ser masón y católico al mismo tiempo. Más allá de las enemistades históricas, se trata de un problema de incompatibilidad doctrinal y vital.
La carta dice responder a la
“problemática de los movimientos esotéricos”, que constituye
“una cuestión teológica y pastoral que preocupa al más alto nivel a la Iglesia en Costa de Marfil”. Porque las sociedades secretas no dejan de atraer a la gente. Tanta importancia le dan al tema los obispos marfileños que avisan de que
publicarán en 2018 una carta pastoral monográfica, con ocasión de su CVIII Asamblea Plenaria en el mes de enero.
En la carta ya publicada, se recuerdan las “incompatibilidades profundas entre la francmasonería y la fe cristiana”. Los católicos que pertenezcan a cualquier obediencia masónica están en situación de “pecado grave”. De hecho, “la posición de la Iglesia ante la francmasonería ha sido constante y clara a lo largo de toda su historia”.
En el fondo, ¿por qué?
La razón no es otra que los principios de la masonería son
“inconciliables con la doctrina de la Iglesia”. Por eso
“la inscripción de los fieles católicos en estas asociaciones continúa prohibida por la Iglesia”. Y citan el último pronunciamiento oficial de la Santa Sede sobre el tema, una
notificación de la Congregación para la Doctrina de la Fe de 1983 donde se afirma que
“los fieles que pertenezcan a asociaciones masónicas se hallan en estado de pecado grave y no pueden acercarse a la santa comunión”.
El documento de los obispos de Costa de Marfil entra en algunos detalles sobre la incompatibilidad, subrayando algunos temas fundamentales: el relativismo (que incluye su concepción de Dios como el “Gran Arquitecto del Universo”), la negación de la divinidad de Cristo y la problemática de la salvación.
Tras toda esta reflexión, los pastores de la Iglesia marfileña hacen varias interpelaciones concretas a los fieles laicos, a los jóvenes católicos, a los dirigentes políticos y hombres de la cultura, a los responsables de las parroquias y de las nuevas comunidades, al clero y a los consagrados, a los candidatos al sacerdocio… porque juntos deben “hacer frente a todos los grupos esotéricos y asociaciones que trabajan por la desaparición imposible de la Iglesia Católica”.
Para más información:
NOVEDAD EDITORIAL - Manuel Guerra Gómez,
El árbol masónico. Trastienda y escaparate del Nuevo Orden Mundial, Digital Reasons, 2017.
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