16-09-2001
Jesús:
Yo Soy Amor, Yo Soy Amor. Has de decirles que Yo Soy Amor. No Soy Temor,
ni Muerte, Destrucción. Yo Soy Vida. Vida Divina. Vida de la Gracia. Puerta del
Cielo. Yo no doy Muerte y Destrucción. No. No Soy Yo: sois vosotros. Vosotros
mismos buscasteis vuestra muerte y destrucción, vosotros mismos. Ya no puede
Dios detener por más tiempo la mano del hombre sobre el hombre. Si sois
abandonados de Dios, vosotros mismos os destruiréis unos a otros. Y el Castigo os
afectará a todos. En una u otra medida.
Pero habrá lugares que no.
Sí, habrá lugares que no.
Dinos, Jesús, qué lugares son para que vayamos.
El lugar es el Corazón de Jesús, el Corazón de María. Permaneced en mi Corazón y
el Demonio no podrá tocaros.
Tú diles que Dios no quiso todo esto. Diles que Dios es Amor. No es Muerte,
Destrucción. Que vuelvan a Dios para que El pueda salvarlos.
Niña, mira, niña: tú experimentas en ti un cambio.
La gente experimentará en sí
igualmente un cambio. Habrá más confesiones, más conversiones. Cuando la gente,
conmovida, no sepa qué rumbo tomar, indícales tú. Podrás ayudar a muchísima
gente a salvarse. Diles que enmienden sus vidas, pues el Día se acerca. Amén.
28-09-2001
Jesús:
Niña, no te quedes hasta tarde viendo la TV.359 Puede que manche tu alma y que te
descentre del Centro, y el día siguiente quede marcado por ese pequeño rato
desperdiciado contemplando la basura. ¿No te molesta su hedor y el efecto que crea
en ti? Ama las buenas obras y las buenas imágenes que el Amor y Yo te
proporcionamos, no la basura y el estiércol que te puede dar esa caja de odio y
podredumbre.
Pobrecitos, pobrecitos hijos360, ten lástima, ten compasión de ellos, como Yo se las
tengo, y que eso te impulse a llevarles la Buena Nueva del Evangelio y de la alegría
de vivir en las obras del Señor, las obras buenas del Amor.
Mira, observa cómo no me conocen, cómo nadie, ni si quiera sus padres, ni el
sacerdote que se encontraron, ni la persona que Yo he puesto en su camino, ni
nadie les habló nunca con pasión y amor del Señor, nadie les dijo cómo Yo les
amaba y les amo, y cómo no busco su condenación y persigo su felicidad.
¡Ay, hija mía!361, y tantos no me conocen, tantos que no me conocen. Hija, y
morirán sin que nadie les hable nunca de la Magnitud de mi Amor, de la
Inmensidad del Amor. Hija, no permitas esto, haz que tú, por todo lo que tú puedas
lograr, si por ti fuera, no se quede nadie de los que tú te has encontrado en tu
camino sin hablarles de Dios, sin conocer a ese Dios que te habla, que se comunica
contigo, y que lo hace para enviarte a tus hermanos a decirles: “Hijos de Dios, no
estáis solos, el Amor está con vosotros, el Amor os busca, os sale al encuentro para
deciros: os amo, amo vuestra pequeña alma creada para la felicidad, y que desea,
sin saberlo, sólo desea unirse Conmigo. Aquí estoy, no me busquéis más, porque
soy Yo mismo el que os he salido al encuentro para deciros:
¡Venid a Mí!, ¡venid
hoy a Mí así, como estéis! No me importa lo que habéis sido ni lo que seréis, venid
hoy, ahora a Mí, y vuestra dicha se tornará en gozo y en plenitud, al contemplar
cómo el Amado se desvive por sus criaturas y las lleva al Camino de la santidad
por Amor. Yo mismo Soy quien os ha salido al encuentro para deciros: no estáis
solos. Yo, que os he creado con Amor, no os he abandonado. No me abandonéis
vosotros a Mí. Salidme también al encuentro y reencontraos Conmigo, como en el
día de vuestro Bautizo. Sed limpios y venid a formar parte de la Vida, abandonando
toda esa cultura de muerte. Dejad eso, dejad esas vaciedades y ese vivir en la suma
tristeza, y venid hoy a Mí así, como estéis. Hoy ha sido el día que os habéis
reencontrado Conmigo, no dejéis que sea un día más. Procurad con todo lo que esté
de vuestra parte que sea el día del comienzo de vuestra nueva vida, la Verdadera
Vida en Cristo Jesús. Amén”
359 Me venían imágenes de ayer de la tele
360 Estaba comprobando que la gente no ha oído hablar nunca del Amor de Dios ni
tiene formación.
361 Es un suspiro
02-10-2001
(Santos Ángeles Custodios)
Jesús:
No te haces idea de cómo será,362 no pienses en ello. No te digo demasiados
detalles porque os podríais desesperar y asustar. Bástate saber que será cruento,
será horroroso, todos sufriréis. La humanidad entera gritará a Mí o gritará contra
Mí.
Marga, tú avísales. No se puede estar contra Mí. Convertíos antes del Día, porque
después no habrá tiempo. Será el tiempo de la Verdad, la hora decisiva, la hora de
la verdad, y quien no esté convertido antes, ¡qué difícil será que se convierta ese
Día!
¿Cómo tenemos que estar preparados?
Con el corazón. Convertid a cuantos más podáis antes del día, que ardáis en deseos
de que todo el mundo se salve, y para ello viváis y me ofrezcáis frutos, frutos de
amor por vuestros hermanos. Cuidadme a los que Yo os he puesto en vuestro
camino.
Sed mansos y humildes.
Avanzad, avanzad por lo no avanzado, doble, triplemente.
Y amad, amad cuanto más podáis. Recibid mi Amor para poder amar. Tomadlo, os
lo doy
362 Pensaba en el Desastre, cómo sería
03-10-2001
Jesús:
La Ley de Dios, cumplid la Ley de Dios. ¿O creéis que sobre esos sobre los que se
les derrumbó la Torre de Siloé eran más culpables que vosotros? Y Yo os digo que
si no os convertís, igualmente pereceréis.363
Cumplid la Ley de Dios. Mis preceptos no son absurdos y abstractos preceptos,
imposibles de concretar y sin sentido alguno, son los mandamientos de la Ley del
hombre, porque lo es de Dios.
No penséis que uno se puede salvar sin cumplirlos.
Quien hace su propia voluntad sin ningún tipo de sometimiento, camina derecho a
la gehenna.
No penséis: yo ni robo ni mato, no hago nada malo. Porque en el fondo de vuestro
corazón adulteráis, odiáis, no amáis, os dejáis llevar por el libertinaje y las orgías
de desenfreno en todos los sentidos, que halagan todos los sentidos
No me digáis: yo no tengo pecado,364 porque Dios ve el fondo de vuestro corazón y
ve que en él hay negrura y sufrimiento. Sufrimiento, sí, aunque os esforzáis por
aparentar estar alegres, es el sufrimiento el que os inunda y os amenaza.
Que nadie que no cumpla los mandamientos venga luego diciéndome: ¿me
reconoces?, porque Yo no le reconoceré.365 Tenéis a Moisés y a los Profetas,
hacedles caso.366
Hijos míos, venid a Mí sin miedo. Yo estoy deseando vuestra venida, y la espero
todos los días al borde del camino, para poder correr a abrazaros el primero, antes
de que pongáis un pié en la casa.367
Vedme como el Padre bueno que perdona y perdona por mil generaciones. Pero
también como el Juez Justo, que dará a cada uno su merecido.
Vengo a repartir Gloria, vengo a repartir Amor, venid a recibirme. Entraréis a gozar
con gozo las Moradas auténticas.
Venid, venid a Mí, arrepentíos. Mi casa vuela ya hasta vosotros, salid a su
encuentro y encontraos en medio de ella con su Santo Espíritu, que os revivirá
soplando y reanimando vuestros huesos de muerte.368
Creéis que se puede vivir y se puede salvar uno sin cumplir los mandamientos:
¡No! Hay gente que vive como si no los conociera, intentando olvidar que existen e
intentando que nadie se los muestre y les ayude a profundizar en ellos, porque
tendrían demasiado que exigirse a sí mismos, demasiado que cambiar en sus vidas,
para que éstas tuvieran la coherencia del Evangelio.
Aun esos que luchan para que nadie se los explique, ni que se los den a conocer, no
hacen abiertamente por conocerlos, ni nada. Que sepan que serán juzgados como si
los conocieran de arriba a abajo y estuvieran al tanto de cada una de sus más
mínimas exigencias. Son culpables de no querer conocerlos para así entregarse con
más pasión a una vida de desenfreno.
Y los que nadan a sus anchas y se permiten hacer lo que quieren dentro de un
pecado concreto que domina sus vidas (léase: abortos, anticoncepción,
sadomasoquismo, libertinaje, escándalo de pequeños, críticas y murmuraciones,
lenguas calumniosas, pestilencia de obras malas dentro de considerarse buenos y
cumplidores), que esos piensen que su pecado es tres o cuatro veces mayor que los
anteriores y tres o cuatro veces más serán castigados.
¡Qué peligroso, niña mía, es vivir al margen de la religiosidad y de la moralidad!
Cada uno recibirá, al final de los días, su paga como asalariados por cada una de
sus obras. Que no piensen en recibir más si no han trabajado.
Adiós, preciosa, lucha sin freno por la santidad.
Y alabado sea Dios en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén.
363 Cfr. Lc 13,1-5.
364 Cfr. I Jn 1,8-10.
365 Cfr. Mt 7,21-23.
366 Cfr. Lc 16,29-31.
367 Cfr. Lc 15,20ss.
368 Cfr. Ez 37.
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