23-09-2010
Jesús:
Escucha: Se levantarán aires de revolución y venganza en vuestra Patria. Tantos,
que algunos creeréis morir por el dolor, y algunos morirán por él.
La revolución, que empieza por vuestro interior, se expande hacia afuera de
vosotros, creando un cerco de amor o de odio, según sea vuestro interior profundo.
Oh, amada Marga: escucha cuál es el Camino. Éste es mi Camino para ti.
Tu Camino es de las almas pequeñas y de los que, como tú, en estos días, os
encontráis incapaces de bravuras. Las bravuras de los Santos de antaño que
vivieron tiempos incluso menos duros que los de ahora, pero con más estrecheces.
“¡Ésos sí que eran Santos!”, pensáis.
Vosotros veis que se os piden heroicidades aún mayores en tiempos aún más duros,
y os encontráis incapaces de hacerlas. Oís la llamada de Dios, que os invita a la
cima, pero os veis débiles y minúsculos debajo de la falda del monte, incapaces de
subir. Buscáis su ayuda, y Dios os la da, pero una tras otra vez, volvéis a caer y a
caer, sin avanzar por el Camino que Dios os muestra.
Mirad que os digo, oh hijos, almas predilectas de estos tiempos, que nunca, jamás
conseguiréis andar por ese camino si no ponéis toda y siempre vuestra confianza en
Dios. Si no os abandonáis a sus manos. Si no confiáis en la Divina Providencia, que
amable os abre sus brazos.
Mirad que Yo os digo que así lograréis hazañas incluso mayores que los grandes
santos.
Porque la vida que ahora comienza no se parece en nada a la vivida hasta ahora. Ni
por vosotros, ni por vuestros antepasados. Es una vida radicalmente distinta y con
distinta Efusión del Espíritu. Vida dura y cruenta. Vida dulce y cruel a la vez.
Amada niña: Ven y sígueme.
Emplea, para ello, este Camino de pequeños impulsos, acompasados suave por el
Amor. Se convertirán en grandes saltos para la santidad.
Es claro que muchos no han comprendido a mi Teresa388
. Ni aun tú todavía. Pero
Yo quiero mostrártelo y quiero mostrárselo por tu medio.
Es verdad los que han comprendido que la Verdadera Devoción al Corazón de
Jesús mucho tiene que ver con el Camino emprendido por Teresa. Ella en el Cielo,
da saltitos de alegría porque ve que se acerca la hora y en ella estamos… la hora de
las almas de sus Últimos Tiempos, de las que ella es Patrona. Lo es, porque este “Pequeño Camino”, grande en realidad, es por el que recorreréis
hacia la santidad muchos de vosotros vuestros pasos.
Vete en Paz.
388 Sta. Teresita de Lisieux.
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