31-12-2010
Virgen:
No es correcto pensar, amada mía, que la Virgen no viene a ti porque eres
pecadora. Es precisamente porque eres pecadora, que vengo a ti. A ti y a todos mis
hijos.
No vayáis a pensar, amados míos, que la multitud de vuestros pecados hace retirar
la vista de Dios sobre vosotros.
Es precisamente porque sois pecadores y al veros en vuestra indigencia, que vino y
viene el Señor a salvarnos.457
Hace días que sientes que un Mensaje importante para España va a ser depositado
en ti para que lo des a tantos.
El 36. La Guerra del 36 se prolonga en vuestra Patria hoy día.
Los motivos que la suscitaron siguen latentes: odio entre los pueblos y
anticlericalismo.
Todo esto son frutos de Satanás. Es el Comunismo, en sus múltiples formas, como
fue expandiendo sus brazos como un pulpo, sobre el mundo. Es el rastro de
Satanás.
Por eso vosotros, amados, habéis de vencerle con las armas opuestas: amor entre
hermanos y amor a la Iglesia. Es así como, antaño, lograsteis prosperar.
Cada vez que olvidáis estas dos cosas, sucumbís en sus garras.
Hoy en día hay un tercer elemento, que es la venta del clero a Satanás. La venta de
sus propias almas al Diablo, actuando a favor de su empresa, y perdiendo a muchas
almas desde la Iglesia misma. Este tercer elemento no lo había en el 36.
Por ello, la persecución que sufriréis los cristianos no sólo será por los de fuera, al
servicio de Satanás, sino también, y especialmente, por los de dentro.
Atacando desde fuera, el Demonio no ha podido con la Iglesia. Lo intenta ahora
haciéndolo desde dentro.
¡Uníos! Todas aquellas ovejas que hoy escucháis mi Voz, uníos. Como en
Medjugorje, ¡uníos! Aunque seáis pocas en un principio. Comenzad así la salvación
del género humano, vuestros hermanos.
Conoceos entre todos. Y uníos.
La actuación contra vosotros será siempre la misma. Conocedlo, y defendeos
utilizando las armas que habéis de utilizar.
¡Marga, Marga…! Yo te unjo la cabeza con perfume. Y Yo te envío a tu misión.
Hazlo desprovista de todo. Y consagrada al Señor.
Marga: debes acostarte, debes dormir ahora que es tarde.
Vete en paz. En el Nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo. Amén.
457 Cfr. Lc 5,32.
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