Viernes 31 de Mayo del 2013
Primera lectura
Lectura de la profecía de Sofonías (3,14-18):
Regocíjate, hija de Sión; grita de júbilo, Israel; alégrate y gózate de
todo corazón, Jerusalén. El Señor ha cancelado tu condena, ha expulsado a
tus enemigos. El Señor será el rey de Israel, en medio de ti, y ya no
temerás. Aquel día dirán a Jerusalén: «No temas, Sión, no desfallezcan
tus manos. El Señor, tu Dios, en medio de ti, es un guerrero que salva.
Él se goza y se complace en ti, te ama y se alegra con júbilo como en
día de fiesta.» Apartaré de ti la amenaza, el oprobio que pesa sobre ti.
Palabra de Dios
Salmo
Is 12,2-3.4bcd.5-6
R/. Qué grande es en medio de ti el Santo de Israel
El Señor es mi Dios y salvador:
confiaré y no temeré,
porque mi fuerza y mi poder es el Señor,
él fue mi salvación.
Y sacaréis aguas con gozo
de las fuentes de la salvación. R/.
Dad gracias al Señor,
invocad su nombre,
contad a los pueblos sus hazañas,
proclamad que su nombre es excelso. R/.
Tañed para el Señor, que hizo proezas,
anunciadlas a toda la tierra;
gritad jubilosos, habitantes de Sión:
«Qué grande es en medio de ti el Santo de Israel.» R/.
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Lucas (1,39-56):
En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a
un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En
cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre.
Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: «¡Bendita tú
entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para
que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis
oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has
creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.»
María dijo: «Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi
espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su
esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el
Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su
misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace
proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del
trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los
colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su
siervo, acordándose de la misericordia, como lo había prometido a
nuestros padres en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.»
María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa.
Palabra del Señor
Comentario al Evangelio del Viernes 31 de Mayo del 2013
Queridos amigos y amigas:
Son muchísimas las alusiones directas de la Palabra a la alegría, al
júbilo, al regocijo, al gozo, al grito, a saltar, a danzar, a ser
dichosos…
La Palabra de hoy inflama el corazón de agradecimiento, impulsando no
sólo a contar la experiencia de Dios sino más bien a CANTAR las
maravillas que realiza en sus hijos.
En María podemos contemplar la plenitud de esta alegría, de esta
jubilosa ALABANZA que le hace ponerse en pie, ponerse en camino y
atravesar aprisa regiones montañosas cual arca de la Nueva Alianza, como
esperada nueva Hija de Sión y, de este modo, hacer posible y actual la
continua visita de Dios a su pueblo, un Dios que se goza en sus hijos.
¿Cómo es que la Madre de mi Señor viene a mí?... Viene siempre. María
en medio de nuestras regiones montañosas viene a traernos la alegría
porque lleva en su seno a Aquel que es la misma ALEGRÍA!!
Su Magníficat es ante todo un estallido de alegría. Y ¿de dónde nace su
alegría?: de la experiencia de haberse sentido MIRADA por Dios. Para
nuestra mentalidad occidental no es fácil entender lo que para un
oriental significa “ser mirado por Dios”. Para éste la santidad la
transmiten los santos a través de su mirada. La mirada de un hombre de
Dios es una bendición. ¡Cuánto más si el que mira es Dios! María da una
importancia enorme a este acontecimiento por eso dice que todas las
generaciones la llamarán bienaventurada… porque no hay nada más grande
que pueda acontecer en la vida de una persona que SER MIRADA POR DIOS!!!
Todo ello nos conduce a activar esos “ojos del corazón” que saben ir
más allá de las apariencias y permiten captar esa realidad esencial que
permanece invisible a la percepción de la mente, ya que sólo puede
alcanzarse con el amor. Donde reina el amor allí hay ojos que saben ver
(Ricardo de San Víctor). Sólo conoce el que ama. En efecto, la capacidad
de amar está en disposición de ir más allá del umbral inmediato de los
acontecimientos, como ocurre con una lente de aumento o un microscopio,
haciendo percibir horizontes que de otra manera serían imperceptibles.
Ojalá nuestra vida sea también un canto nuevo y bello por las
maravillas que dejamos hacer a Dios en nuestra humillación; un canto
audaz, valiente, comprometido, un canto capaz de transformar en sinfonía
el grito disonante de un mundo que todavía pide pan.
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