Tengo el agrado de enviarles este correo, adjuntándoles al mismo, todos los folletos enPDF sobre distintas devociones, para que ustedes los puedan difundir, ya sea reenviándolos por email, o también imprimiéndolos y haciendo copias, para entregarlos en distintas partes como ser hospitales, cárceles, parroquias, santuarios y todos los lugares donde les parezca conveniente hacerlo.
Todas estas devociones tienen grandes promesas para quienes las practican, y además, algunas también tienen hermosas promesas para quienes se encargan de difundirlas, como por ejemplo las siguientes:
Sagrado Corazón de Jesús: "Las personas que propaguen esta devoción tendrán escrito su nombre en mi Corazón y jamás será borrado de él".
Siete Dolores de María: "He conseguido de mi Divino Hijo que los que propaguen esta devoción (a mis lágrimas y dolores) sean trasladados de esta vida terrenal a la felicidad eterna directamente, pues serán borrados todos sus pecados, y mi Hijo y Yo seremos 'su eterna consolación y alegría'".
Divina Misericordia: “A las almas que propaguen la devoción a mi Misericordia, las protejo durante toda su vida como una madre cariñosa protege a su niño recién nacido y a la hora de la muerte no seré para ellas Juez sino Salvador misericordioso”.
“Las almas que adoren mi Misericordia y propaguen la devoción a ella invitando a otras almas a confiar en mi Misericordia, no experimentarán terror en la hora de la muerte. Mi Misericordia les dará amparo en este último combate”.
Santo Rosario: Nos dice María Santísima: "Todos los que propagan el Santo Rosario recibirán Mi auxilio en sus necesidades".
Por eso es tan importante la difusión de todo este material, que es como un gran tesoro, el Tesoro del que habla el Evangelio, de donde se puede sacar mucho cada día, y hacer que otras personas se beneficien.
Aprovechemos la difusión que tiene Internet, y también hagamos apostolado, no guardándonos para nosotros solos esta inmensa riqueza, sino difundámosla por todas partes, porque éste es el fuego que Nuestro Señor vino a traer a la Tierra, y tenemos que tratar de que comience a arder, para que sean muchos quienes se beneficien de esta obra de amor y apostolado católico.
De nosotros depende que estos folletos lleguen a quienes los necesitan, para que la práctica de estas devociones, lleven alegría, consuelo y fortaleza a muchos hermanos en el mundo.
Un saludo muy cordial a todos y que la Virgen los proteja.
César Alberto Dakhne
¡Gracias por difundir este correo electrónico!
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