25 de Marzo de 1977
AD JESUM PER MARIAM 68
Escribe, hijo mío,
Soy la Reina de los valles, soy la Virgen de Malè, soy la Madre del mío y vuestro Jesús; te quiero hablar de nuevo, hijo; grande es
la solemnidad de hoy, querida por Dios para recordar a las generaciones en camino sobre la tierra el Misterio de la Encarnación
del Verbo Eterno de Dios en mi seno purísimo,
Misterio querido y preestablecido "ab aeterno" 69 por la Trinidad divina para
devolver al hombre perdido y separado de Dios por la perfidia de Satanás, a Dios su Creador y Señor.
Hijo, varias veces se te ha dicho que en el Misterio de la Encarnación está el centro de la verdadera historia humana; pero no
pocos Obispos y sacerdotes parecen ignorarlo a pesar de que han tenido el sacerdocio y el mandato y así adecuados poderes, para
guiar y conducir la familia humana hacia los pastos luminosos de la justicia y de las verdades eternas.
Con la gran embajada de Gabriel ha sido quebrado el loco designio de Satanás y de todas las oscuras y malvadas potencias del
mal, de sustituir a Dios para dominar a la familia humana con el mal y arrastrarla a la perdición eterna.
El odio desmesurado que
lo anima y lo mueve impide a los hombres ver su pérfida locura, tramando hoy más que nunca, conjuras horrendas, crímenes,
violencias, rebeliones, azuzando a todos hacia todos los males, puesto que él es el mal.
Gran dique contra las fuerzas del mal
Hijos míos, vosotros temerosos de Dios poseéis fe y sabiduría, vigilad, custodiad los inestimables tesoros de gracia que tenéis en
vuestros corazones, que no pueden compararse a ninguna riqueza humana; vosotros podéis ver lo que muchos investidos del
sacerdocio y de grandes poderes no ven; presunción y soberbia los han cegado.
Por esto, hijos míos os he llamado aquí, aquí en torno a Mí, para deciros que os quiero unidos en la fe y en el amor como un
bloque granítico, como un dique capaz de contener las fuerzas y las potencias del mal para cortar el avance del común enemigo.
Hijos, se necesita reaccionar, pasar al contraataque Conmigo, junto a Mí; Yo seré quien os guíe en lo espeso de la refriega, porque,
en la hora señalada, Yo la Reina de los Valles y también Reina de las Victorias, les aplastaré de nuevo la cabeza y lo expulsaré con
sus innumerables legiones al infierno creado para ellos por la justicia divina.
El rosario, lámpara en las tinieblas
Hijos míos, junto a Mí y Conmigo apresuraremos el advenimiento del reino de Jesús, Mío y vuestro, a la tierra para una Iglesia
regenerada a vida nueva; seréis vosotros, hijos míos, levadura y fermento de una nueva vida, seréis vosotros junto a Mí, que he
dado la Luz al mundo, lámparas que resplandecen en las tinieblas.
Aquí, hijos míos, os he llamado, aquí os he querido para que como Gabriel, embajador celeste me hizo a Mí la gran Embajada que
reconcilió cielo y tierra, así vosotros, embajadores de Dios y de su Madre,
Conmigo reconciliaréis a las almas arrancadas de Dios
y de Su Madre con la oración y el ofrecimiento a Dios y a Mí, Madre de Dios.
Ruge el trueno, presagio de tempestad, pero vosotros no temáis, junto a Mí de nada debéis temer. Prudencia hijos, pero no miedo.
A vosotros os ha sido dada un arma formidable; si esta arma fuera usada en Mi Iglesia, todo peligro desaparecería; la he
recomendado en Lourdes, en Fátima y en tantos otros lugares, hoy de nuevo la señalo a vosotros: ¡Rosario, Rosario, Rosario!
Os bendigo, hijos amadísimos, y con vosotros bendigo a vuestras familias, a vuestros hijos, a vuestros seres queridos.
Estoy con
Vosotros en el tiempo y en la eternidad.
68 A Jesús por María
69 Desde la eternidad
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