La recuerdo bien. Usted estuvo en el asalto a la capilla de la Facultad de Psicología, gritando… arderéis como en el 36.
Usted no había nacido en el 36. Yo, sí. Y asistí a lo que habría hecho usted. Arderéis como en el 36. Mi congregación tenía una casa en Barcelona, en el Coll. La parroquia era la casa de los pobres. Vinieron unos milicianos llenos de odio –como usted–, mataron a los sacerdotes, incendiaron la iglesia, y los pobres se quedaron en la calle.
Unas religiosas regentaban gratuitamente una escuela para los hijos de los obreros. Fueron asesinadas, se cerraron las escuelas. Los niños se quedaron sin escuela. Era el programa de los del 36, que usted quiere implantar de nuevo con su Podemos.
Sus compañeros del 36 asesinaron a miles de ciudadanos, por ser sacerdotes, religiosos, religiosas, simples cristianos. Sin juicio. ¿Piensa instaurar el terror como en el 36?
Sus palabras, sus amenazas, parecen decir que sí, que no imperará la ley, el respeto, sino el odio. Arderéis como en el 36. ¿Cree usted que su partido, su ideología, su actitud de asaltante, mejorará la sociedad española? Soy un sacerdote y profesor. He recorrido medio mundo sembrando amor, respeto, alegría. Ahora, ya mayor, vivo feliz.
Mi mensaje: la vida vale lo que vale el amor. Vivo sembrando felicidad, sonriendo, dando paz. No parece que este mensaje mío sea también el suyo: arderéis como en el 36.
Piénselo bien, militante de Podemos, Rita Maestre. Si no siembra felicidad, amor, respeto, ¿cree que tiene sentido su vida?
Con todo respeto.
Un Sacerdote.
P.D.
Pasalo, que la historia no se repita.
Que los politicos aprendan de la historia.
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