12-10-2015
Jesús: Margarita, Margarita… te debates en serias dudas. ¿Por qué dudar de tu buena Dirección espiritual? ¿Por qué dudar de tus Libros? Jesús, son cosas muy raras. Y los tiempos muy liosos. Ya se habla abiertamente de Cisma: liberal contra conservador. Y me da miedo haber escrito cosas falsas que puedan confundir. Yo te bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. (Me bendecía enfrente de mí. No se toma todo esto en broma) Me cuesta muchísimo rezar, Jesús. No es el camino fácil. Cuesta a todo el mundo. ¿Tú quieres una “vida seráfica” a mi lado? Sí. Es una vida que no viene sin esfuerzo. Algunos creerán que, como Yo te regalaba con dones especiales, para ti era más fácil la oración. Nada de eso. Si me apuras, para ti es más difícil y tiene más exigencia, precisamente por eso. Jesús, perdóname porque me cuesta tanto rezar.
Pero estás aquí, querida. (Me cogía de las manos) Qué día más bonito hoy, querida: la Virgen del Pilar. La Virgen, que no os abandona. Y la Virgen que tiene esa predilección tan grande por vosotros y la Nación española. ¡Qué día más bonito! Es un día de fiesta, hija, para que lo celebres con los tuyos. Hay mucha gente celebrándolo, ¡celébralo con ella! Celebran el día que la Virgen se dignó venir a vuestro suelo en carne mortal a alentar al Apóstol Santiago en vuestra conversión. Celebran que se mantuvo en una columna. Sin pisar el suelo, pero sobre él a través de la columna. Ensalzada por Mí, y Ella abajada por Ella misma. Celebran el día que conmemora que toda la Cristiandad se alegra con los nuevos Pueblos hispanos en el camino de Jesucristo. Celebran la unión de todos los Pueblos de habla hispana bajo una misma religión: la Católica. Es un día de fiesta y alegría. Aunque con nubes, el sol ha lucido hoy y no os he querido enturbiar el día del desfile nacional. Todas estas cosas que a Mí me agradan.
(1) ¿Habría que ir a la guerra?704 Sí, habría que ir a la guerra para defender al débil. No debíais dejar, toda la Cristiandad, que se atropellaran así los derechos de los débiles en Irak, en Siria… Son sitios donde se está masacrando a hermanos vuestros, y no debíais consentirlo. Debíais ponerle freno al invasor. Ellos, desde allí, os llaman, y vosotros permanecéis con los brazos cruzados porque sus vidas para vosotros no tienen ningún valor. Debíais defenderlos con las armas puesto que con las armas os atacan. Por no frenar esto, a Occidente le vendrá una guerra mayor. Es la guerra que se merece por su egoísmo, porque ha dejado que se mueran niños pequeños e inocentes. Porque día a día mata de hambre a muchos en los países hermanos pobres, y no mueve un dedo, abasteciéndose ellos y teniendo ellos las barrigas llenas. No les importa que mueran de hambre esos sus pequeños hermanos. Protegiendo la vida de uno de ellos, de Occidente, creen que valen la muerte de miles de hermanos de Oriente. Oriente no entiende vuestras razones. En otro tiempo toda la Cristiandad se hubiera puesto en marcha para parar al invasor. No os entiendo Yo tampoco. Se van a empezar a suceder los atentados en Occidente, perpetrados por la ola invasora que se ha colado con los refugiados. Y todos pasaréis por esos mismos suplicios que os negasteis a socorrer a vuestros hermanos.
En tiempos de D. Juan de Austria705 esto no hubiera sucedido. Se hubiera frenado pronto el avance del imperio del otomano (enemigo). Pero no hay “D. Juan de Austria”, no hay valerosos y valientes guerreros, no hay altos ideales, y la gente se mata por una droga antes que por una Nación, por su Nación.
Hija querida, esa invasión os viene desde Oriente, pero es que desde Roma os viene otra aún peor. ¿Cuál es el centro del ataque? De los cristianos, ambas. De dentro de la misma Iglesia surge el ataque contra el Papado y contra sus valores de siglos, contra la figura de mi Papa y contra la figura de todo lo que es Tradición. Como ves, el objetivo mundial es hacer desaparecer de la tierra todo lo que sea Cristo y de Cristo. Esos son los fines que persiguen de una u otra forma: Borrar a Cristo de la faz de la tierra, o a los cristianos, que son su imagen. Que desaparezca la presencia viva y real de la Eucaristía entre vosotros. Que desaparezca toda referencia a Jesús en las aulas, en las leyes, en las familias. “Alejaremos a los hombres de Cristo”. “Procuraremos la relajación de las costumbres y que ya no requieran ni encontrarlo”. “Haremos que no se crea en la presencia eucarística. Que los sacerdotes no consagren. Les llenaremos de impurezas706. Renunciarán a su ministerio. Matarán así al pueblo, al no darle la comida y bebida a su tiempo. Morirán ellos con ellos”. La muerte del alma y el (enfrentamiento) la blasfemia a Dios.
Amada España: ¡Oh, cuánto os amo! ¡Cómo me duelo de veros así! ¡Cómo puede ser que hayáis olvidado lo verdaderamente importante y dónde está el centro de todo! Se han procurado bien el hacéroslo olvidar. Se han esmerado, y lo han conseguido. Tan sólo algunos pocos permanecéis fieles. Atentos, esos pocos, porque recibiréis mi llamada a filas. Yo realizaré por medio de mi niña un llamamiento. Estad atentos. Atended vosotros las instrucciones por medio de este instrumento. Vendrá el invasor, el ejército invasor, procurando arrebataros el alimento y la Vida707. No debéis dejároslo arrebatar. Debéis luchar. Posterior a vuestra lucha, Yo os daré vuestra (la) corona de Gloria.
NOTAS:
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