Aquí van algunas de esas imágenes distorsionadas de Dios:
1 – Dios-energía
Algunas personas piensan que Dios es una “energía positiva”, tal vez la energía del amor.
De hecho, Dios da mucha energía a los que se acercan a Él. Pero la energía no es Dios. La energía es impersonal y Dios es personal. Es decir: Dios es Alguien que nos conoce y con quien podemos hablar y tener una relación de amistad. Nadie habla con la energía eléctrica (a menos que sea en un hospital psiquiátrico).
2 – Dios-universo
Algunas personas piensan que Dios es el conjunto del universo.
De hecho, el universo refleja un poco de quien es Dios. Pero Dios no es el universo: Dios es el creador del universo. El universo refleja quién es Dios tal y como una obra de arte refleja la personalidad del artista que la creó. Una cosa es el cuadro que representa a la Mona Lisa y otra es Leonardo Da Vinci, el autor del cuadro.
3 – Dios de las marionetas
Algunas personas piensan que Dios es como un manipulador de marionetas. Las marionetas seríamos nosotros. Es decir: piensan que nuestro destino está trazado y controlado por Dios.
Pero no es así: Dios da y respeta la libertad que le dio al mundo y a cada uno de nosotros. Está siempre con nosotros, pero no nos controla, ni siquiera cuando decidimos negarlo o no darle importancia.
4 – Dios-policía
Algunas personas piensan que Dios va detrás de nosotros como un policía, para tener la certeza de que se cumpla la ley (el orden moral, los mandamientos).
De hecho, Dios está siempre detrás de nosotros, pero no a causa de la ley, ¡sino porque nos ama! Él está detrás de nosotros como un muchacho enamorado que va detrás de la muchacha de la que se enamoró. No está interesado en que la ley se mantenga: Dios está interesado en nosotros porque nos ama. Si nos ha dado los mandamientos es para indicarnos el camino de nuestra verdadera felicidad.
Eso es lo único que le interesa.
5 – Dios-compañía de seguros
Algunas personas esperan que su fe funcione como un seguro: si tienen “las cuentas al día” con Dios estarán protegidas de los peligros y problemas que más temen (enfermedad, el final del noviazgo o el matrimonio, etc.).
De hecho, una buena relación con Dios nos da fuerza y un gran sentimiento de “abrigo”, pero no nos protege de las dificultades de la vida. Más aún: una relación seria con Dios nos desafía y nos invita a ir más allá de la forma en que estamos en la vida. A veces, hasta nos lleva a enfrentar riesgos que no tendríamos sin Él (como les sucedió a los primeros cristianos en el circo de Roma).
6 – Dios-relojero
Algunas personas piensan que –hace mucho, mucho tiempo– Dios creó el mundo y después se quedó simplemente a observar, como un relojero después de haber acabado de fabricar un reloj al que le ha dado cuerda…
De hecho, el mundo tiene su autonomía, pero Dios no se limita a observar: está siempre presente y activo, encontrando mil y una maneras discretas de tocar a nuestra puerta para intervenir en nuestra vida. Es decir: sigue criándonos, tal y como lo hace un padre a un hijo, hablándonos y dándonos continuamente oportunidades y medios de crecimiento.
7 – Dios-“Principito”
Algunas personas asocian a Dios con el adolescente de la vida: las emociones fuertes, la poesía, la intimidad, la música, la “puesta de sol…” Es un Dios que sólo está presente en los “momentos mágicos”.
De hecho, hay momentos “mágicos” y poéticos en la vida de quien tiene fe. Pero también hay momentos duros. Y Dios sigue estando presente. El mismo Dios que creó la puesta de sol también dio su vida por nosotros en una cruz.
Dios se revela en la poesía, pero también está presente en los momentos duros, inspirándonos fidelidad y capacidad de superación de nosotros mismos.
P. Nuno Tovar De Lemos
Fuente: Aleteia
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