Hijo mío, cada día que transcurre os hablo y os pido por todos vuestros hermanos, por la unidad, el amor, la misericordia y la paz, esa paz que está tan lejana de muchos de vuestros corazones, alejada de vuestros pensamientos y sois miles o millones de vosotros llevados a combatir como fieras hambrientas para obtener vuestras presas, sin daos cuenta que esas presas son vuestros propios hermanos que os vais quitando y tomando la vida de cada uno de ellos por el deseo de los poderosos, aquellos que caminan solamente detrás del poder con sus corazones llenos de vanidad y odio, son aquellos que no os interesa el prójimo, no os importa vuestro mundo, sólo os importa satisfacer sus propios egos y obtener para ellos lo que desean, y si eso que desean lleva las vidas de miles de hijos nada de ello os perturba, son los mismos que llevan a los pueblos al dolor más profundo, son los mismos que maltratan a mis amados ancianos, a mis hijos los adolescentes, a mis pequeñitos que os quitan la libertad, que os llevan a la explotación, que os sumergen en la droga y el alcohol y colocan en sus propias manos armas y os obligan a salir a robar y matar, y el resto de vosotros sólo sois espectadores, no participáis en nada porque pensáis que nunca os tocará a uno de vosotros o a vuestros propios hijos, entonces os calláis y os separáis de todo lo que está ocurriendo sobre la tierra. Amados hijos míos, os pregunto, cuándo realmente despertaréis y os daréis cuenta del terrible sufrimiento de los niños, los más pequeños, los inocentes, que son golpeados, maltratados y vejados aun por sus propios padres, no podéis comprender que ellos son mis hijos y los hijos de vuestro amado Padre, no podéis comprender el dolor y el sufrimiento que traéis a nuestros corazones porque no aprendéis que son vuestros propios hijos, vuestros hermanos que sufren y lloran, que sus pequeños corazoncitos están ansiosos y llenos de deseos de recibir una caricia, una palabra, un beso.
Amados hijos, mi Iglesia tiene que estar activa y todas las religiones cuidando y haciendo oír sus voces para detener en el mundo la mortalidad, para detener la muerte que hoy está cubriendo todos los continentes, en mujeres que arrancan desde sus propios vientres esas vidas, esos ángeles que esperan llegar al mundo para enseñaros a través de su inocencia y de su pureza que sí podéis vivir en un mundo diferente, en un mundo basado en el amor de DIOS PADRE, HIJO Y ESPÍRITU SANTO. Reaccionad todos y salid a buscarlos, salid a través del SANTO ROSARIO, de la oración, del encuentro con mi amado Hijo a través del Sagrario liberando vuestros corazones de los pecados para que podáis recibirlo en Cuerpo y Sangre y Él os guíe de su mano rumbo a cada uno de mis pequeños, llevadle la armonía, la paz y el amor, dadle la mano y caminad a su lado, que nunca más en vuestro mundo un niño viva en el dolor, en la soledad y en la injusticia, vosotros sois culpables de todo aquello que ocurre en vuestro mundo porque no nos escucháis, no lleváis adelante lo que os venimos pidiendo desde hace miles de años, la entrega y que os comportéis como verdaderos hijos de mi amado Señor; vivid en libertad y romped las cadenas que el ángel desterrado os puso para brillar en toda vuestra intensidad y poder caminar por el sendero llevando a cada uno de ellos la luz y el amor que emanan nuestros corazones. Os amamos, hijos míos, os ruego y os suplico por cada uno de ellos, guiadlos rumbo a mi morada y ponedlos bajo el manto piadoso de mi amor, dadles un lugar de privilegio en vuestros corazones y en vuestros hogares, basta de tanto dolor, basta de tanto sufrimiento y os ruego uníos y entre todos comenzad a llevar adelante un mundo nuevo, un mundo basado en los Sagrados Mandamientos y dejaos guiar por vuestros Pastores, y vuestros Pastores que vuelvan y escuchen la voz de CRISTO JESÚS y a vuestro Pastor Mayor y sigan el sendero de la luz. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario