20-07-1999
Virgen:
Todo parece en calma, pero el Demonio ya está llevando a cabo su plan, y muchas
almas caen a la fosa empujados por él, y el mundo camina hacia su
autodestrucción.
¿Qué hay de mi Ejército, el Vencedor?
Yo estoy esperando y no habéis venido a
recibir mis órdenes como Yo deseo.
Se necesita una acción fuerte de choque contra el que os oprime: sacrificios,
oraciones, mortificaciones y penitencias.
Dios nunca fuerza, El invita, El llama con Susurros de Amor a su criatura que, si
está muy pendiente del mundo, no le oye. Ha de hacer silencio, que es donde se oye
el Murmullo suave de la Voz de Dios, que es como Arroyuelo limpio que cae en
dulce Cascada y moja a sus pequeñuelos. Poneos debajo, recibid el Agua de la
Salvación.
Y cuando la criatura dice Sí, la conduce suavemente por las Rutas de la Salvación,
la eleva a sus Intimas Moradas. La hace gozar de la plena felicidad, aquí en la
tierra, para culminar en el Cielo con su Abrazo de unión por la eternidad.
¿Por qué preferir ponerse a las órdenes del cruel Enemigo, disfrazado de paloma,
pero que es Serpiente, que enrosca y estrangula, y cuyo fin último es matar a su
presa para la condenación eterna? ¡Oh, abrid vuestros ojos y vedlo! Ved cómo os
acecha, y extended vuestros brazos y corred hacia Mí. Yo os libraré de su efecto, de
su acción
Yo lo hago, porque Dios ha querido establecerme sobre su cabeza y, pisándola,
someterla.162 Y Conmigo mis hijos queridos, a los que Yo he dado a Luz, con
inefables dolores de parto,163 y aún continúo.
162 Cfr. Gn 3,15.
163 Cfr. Ap 12,2.
22-07-1999
Jesús:
Tú eres nada, Yo lo Soy Todo. Ven a Mí, ven a llenarte de Mí. Porque tú me
necesitas y sin Mí no eres nadie. Porque tu alma pide a gritos la profunda unión, y
Yo te la quiero dar.
Sólo se encuentra buceando hasta lo más profundo. Y cuando el alma cree que ya
no podrá respirar más, entra en un mundo oxigenado con el más puro de los Aires,
en lo profundo del Corazón de Dios. Y se descubre a sí misma desnuda, tal y como
es. Moriría del horror al conocerse, si no viniera el Amor de Dios, el Don de Dios y
la cubriera con el más bello de los vestidos, blanco y púrpura reluciente, con un
tropel de joyas limpias, que Él va añadiendo al transcurrir de su vida.
Éstos son los que vienen de la gran tribulación, han blanqueado sus vestiduras y se
han teñido con la Sangre del Cordero, han acrisolado sus piedras y se han dejado
transformar en oro puro, diamante cristalino, jaspe precioso, rubí y esmeralda,
joyas con las que se adornan para presentarse ante el Rey, y que son de su agrado,
porque El mismo las colocó en ellos.
Consuélame.
Glorifícame.
Por cómo Me tienen, repárame.
Por cómo me pusiste, ámame.
Por cómo me abandonan y me ultrajan, defiéndeme.
Y permanéceme fiel, ahora y siempre.
Amén.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu.
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