- El próximo domingo, 28 de enero, la Iglesia celebra esta Jornada, que cumple 175 años.
- En 2017, las aportaciones mundiales ascendieron a 16,94 millones y permitieron apoyar 2.858 proyectos.
- África, el continente más ayudado, con 10 millones y 1.552 proyectos, seguido de Asia (5,8 millones y 1.161 iniciativas).
- Aarón Fernández, un joven misionero de 14 años, afirma: “La misión no depende de la edad o el lugar, sólo hay que ser valiente”.
- Y el misionero y sacerdote brasileño Pedrinho Geraldo Secreti recuerda: “Donde estés, sé una presencia de Jesús para los demás”.
El próximo domingo, 28 de enero, la Iglesia celebra la Jornada de la Infancia Misionera, una obra pontificia que promueve la ayuda recíproca entre los niños del mundo y sobre todo, la solidaridad con los niños de los 1.111 Territorios de Misión. Los niños españoles son generosos, pues el año pasado aportaron 2,76 millones de euros para ayudar a 570.000 niños de las misiones (concretamente a 491 proyectos).
Esta edición es especial porque Infancia Misionera
cumple 175 años. Nació en 1843 en Francia, cuando el
obispo Forbin-Janson recurrió a los niños de su diócesis para ayudar a los niños necesitados de China. En 1852 se implantó en España, apoyada por la Reina Isabel II y en 1922, el
Papa Pío XI asumió como suya la iniciativa. Hay que destacar que Infancia Misionera fue
pionera en la defensa de la infancia porque se adelantó 80 años a la Declaración de Derechos del Niño de Ginebra (1924) y más de un siglo al nacimiento de UNICEF (1946), defendiendo la dignidad y la aportación de los niños a la sociedad y a la Iglesia.
En 2017, las aportaciones mundiales a dicha Jornada ascendieron a
16,94 millones y permitieron apoyar
2.858 proyectos, según los
datos de Obras Misionales Pontificias (OMP). De estos, el 48% fueron de
educación (construcción de escuelas y guarderías, becas, material, formación agrícola y ganadera), el 29% de
evangelización (catequesis de Comunión, campamentos de verano y promoción de grupos de Infancia Misionera) y el 23% de
salud y protección de vida (ayudas a orfanatos y comedores, sostenimiento de hospitales, compra de medicamentos…).
África fue el continente más ayudado, con 10 millones y 1.552 proyectos; seguido de
Asia, con 5,8 millones y 1.161 iniciativas.
En la
rueda de prensa donde se presentó la Jornada,
Aarón Fernández (en la imagen con el misionero obispo de Gurué (Mozambique), Francisco Lerma; y el director nacional de OMP, monseñor Anastasio Gil), un joven misionero de 14 años -enviado con su familia a la misión a México cuando tenía 9- ha afirmado que “la
misión no depende de la edad o el lugar, sólo hay que
ser valiente”. Por su parte, el misionero obispo de Gurué (Mozambique),
Francisco Lerma, ha narrado la presencia de grupos de Infancia Misionera en todas las parroquias de su diócesis, y cómo estos enseñan a los niños a
preocuparse por otros más necesitados y a
ir asumiendo compromisos.
Al hilo de esta Jornada, hay que mencionar al misionero y sacerdote brasileño
Pedrinho Geraldo Secreti, destinado en Namuno (Mozambique), que
ha animado a partir a la misión. “Si dentro se nos despierta el deseo de ser misionero, no hay que pensárselo […] Pero no hay que perder la perspectiva de
ser misionero donde se está. […] Sé misionero en la familia, en el trabajo, en la política, en la escuela,…
sé una presencia de Jesús para las personas”, ha subrayado.
Y cómo no, están las palabras del
Papa Francisco, que entre otros
mensajes, ha dicho: “Atreveos a ir contracorriente; atreveos también a ser felices” o “seamos siempre misioneros que llevemos la luz y la alegría del Evangelio a todos”. Además, también ha dirigido alguno a los niños: “Queridos niños: vuestros
pequeños gestos pueden cambiar el mundo”.
Cristina Martín
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