26-02-2001
Jesús:
¡Hijos!,267 ¡mis hijos!, oídme en éste mi Llamamiento para vencer al Enemigo,
Llamamiento de Amor, Llamamiento de unión al Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Vendrán tiempos horribles, y ya estamos en ellos, en que se atacará frontalmente de
tal manera a la familia que parecerá que por fin triunfaron los malignos, venció el
horror, y sólo quedarán de ella escombros.
Pero de estos escombros, Yo la haré
revivir para ser el pilar fuerte que sustente mi Sociedad, la Sociedad del Amor a
Dios, del Amor y la Unión al Padre, Hijo y Espíritu Santo, la Sociedad de mi
Amor.
Pero antes, hijos, asistid a la muerte de la familia como institución, sin que
vosotros podáis hacer nada a pesar de vuestros esfuerzos. Yo la dejo morir para
posteriormente resucitarla.
Te envío a ti, te envío frente a ellos a ti para que sacudas esos cimientos de muerte
en donde quieren basarla y sacudas con ellos la muerte y el dolor, el hedor, el
pavor, todas las obras de muerte que producen repugnancia a vuestro Dios.
Ve y preséntate ante ellos con este mi mensaje:
La familia está muriendo, está
muriendo porque vosotros mismos, con vuestras propias manos la estáis matando.
Que luego no haya intentos de revivirla cuando, por vuestros intereses, os convenga
reanimarla. Morirá, y con ella el amor en vuestra sociedad. Han sido siglos para
destruirla y al final ha caído.
Rezad, pedidme a Mí por medio de María su recuperación, su vuelta a la Vida.
Pero antes vedla, veos a vosotros mismos insertos en una cultura de muerte y
muriendo a su vez con ella. Resistid a ese horror.
¡Infames!, que habéis arrojado a vosotros y a vuestros propios hijos a la gehena,
pereced con ellos, pereced con vuestro propio horror.268
¿Qué habéis hecho de los pequeñuelos por Mí encomendados a vosotros?, ¿qué
habéis hecho del amor entre las criaturas?, ¿qué de la defensa de la vida en su
primera dignidad?269, ¿qué de la fraternidad, la esponsalidad, la hermandad, la
paternidad? ¿Dónde está la educación en Cristo que debieran tener vuestros hijos?
¿Queda todavía conciencia en vuestras almas? ¿De quién os habéis hecho
servidores? ¿A quién estáis adorando encima de un pedestal en vuestras casas,
dentro de vuestros hogares, en vuestra intimidad?270 Pecados blasfemos, horribles,
que hacen esconder la Cara a Dios y a vuestros Ángeles taparse el rostro.
Por eso, hijos, he aquí que Yo la dejo morir, y a vosotros con ella, porque no
quisisteis escuchar la Voz de vuestro Dios.
A esto no hay remedio: asistid a la muerte de la familia.
Y para los que quieran, Yo vendré a resucitarlos, a resucitarla y a vosotros con ella.
Sí, los que sepáis perseverar, los que sepáis enmendar vuestras sendas, los no
ingratos, los de Adonai, los marcados con mi signo en su frente, los vencedores, los
luchadores. Yo os resucitaré cuando lo haga con ella.
Los que habéis contribuido a su muerte fomentando su ruina, pereced entre terribles
dolores de espanto.
Yo lo he dicho y es Palabra de Dios. En el Nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo. Amén.
267 Veo como un horror a la Nación española. Sobre todo el daño que se está
haciendo a la familia. Tanto crimen que va a caer sobre nosotros
268 La muerte de la familia, matada por los mismos padres o miembros, acarreará la
muerte de la sociedad.
269 Aborto
270 Adoración a Satanás, personalizado en la TV.
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