- Es cierto que está rodeado de ‘satanases’. ¿Por qué no los cesa? Porque ya no puede.
- Y es cierto, este Papa tiene el don de la inoportunidad, pero es el Papa.
- Sus palabras se prestan a confusión no pocas veces…
- Pero eso sólo significa que hay que aclarar sus palabras, no interpretarlas en su contra.
- La mayor confusión es Amoris Laetitia: pues ayudemos a explicarla correctamente… porque correcta es.
- Por otra parte, Francisco dice cosas interesantísimas… que los críticos se callan para no destruir su propio prejuicio.
Cada vez que lo ha escrito me llueven las críticas y una pregunta. “Si el Papa Francisco está secuestrado, ¿por qué no cesa a sus secuestradores? Es el Papa”.
Mi respuesta, y me guío por mi capacidad de discernimiento -hoy conocida como análisis de situación, ¡oh sí!- es: porque no puede.
Y ojo, es cierto que este Papa tiene el don de la inoportunidad, pero es el Papa. Y también es cierto que, en ocasiones, sus palabras se prestan a confusión… pero eso sólo significa que hay que aclarar sus palabras, no interpretarlas en su contra.
La mayor confusión a que ha dado lugar un texto papal es Amoris Laetitia: pues ayudemos a explicarla correctamente… porque correcta es Amoris Laetitia y dice cosas estupendas.
Es más, en general, Francisco dice cosas interesantísimas… que los críticos se callan para no destruir su propio prejuicio. Ejemplo: sus críticas duras contra la ideología de género y en defensa de la vida. Por ejemplo, su ratificación de toda la doctrina de la Iglesia sobre homosexualidad, cuando asegura que “una cosa es el gay y otra el lobby gay”. Pero insisto: es un Papa secuestrado en el Vaticano y con sus palabras secuestradas en el mundo entero.
Así que más rezar por el Papa y menos criticar al Papa. Este es el verdadero Papa y, con todas sus limitaciones, es el vicario de Cristo en la Tierra y cada fiel no es más que eso: un discípulo, no un crítico.
Eulogio López
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