29 de Diciembre de 1978
ÉL, NUESTRA FORTALEZA Y DEFENSA
Escribe, hermano don Octavio, soy don Giacomino.
Mi camino en la tierra no raras veces me pareció duro y con la impresión de no poder continuar en aquellos momentos en los que la lucha era más viva, y más fuerte el choque entre la confianza, el cansancio y el temor de no conseguirlo y la voluntad de querer proseguir hasta la meta final…
Ciertamente que por mí solo no habría podido vencer y superar las muchas dificultades que las fuerzas adversarias me procuraban, pero para impedir el paso al Enemigo nunca me faltaron el auxilio y la fuerza de Él, nuestra fortaleza y defensa.
Lo que en en la tierra la vida me parecía eternamente largo, ahora en la eternidad veo mi presencia en la tierra como si hubiera durado un instante, como si fuera un puntito invisible en el espacio inmenso y sin confines;
esto para decirte que se necesita tener presente que la vida terrena, por más larga que sea, es una nada respecto a la eternidad.
la oscuridad ahora tiene ventaja sobre la luz
¿Cómo hacer comprender a los hombres su insensatez? ¡Por desgracia no tenemos medios eficaces para convencer a la gran parte de la humanidad envuelta en las tinieblas! La oscuridad ahora tiene ventaja sobre la luz, por lo que solamente un acontecimiento superior a las fuerzas humanas podrá poner fin a esta situación anormal y paradójica, haciendo, sí, que la Luz, la Verdad y la Vida tomen de nuevo el dominio sobre una humanidad víctima del odio más encarnizado de las potencias oscuras del mal.
No importa que te repita cosas que ya conoces muy bien, ni que te diga cómo se ha llegado a formar la situación que se vive hoy en la tierra... tú has sido llamado precisamente para esto, para decir a esta generación ateizada su repugnante perversión, tal de haberla llevado a un nivel inferior al de los animales;
muchísimos hombres hoy no saben ya reconocerse como criaturas hechas a Imagen y Semejanza de Dios, sino que se consideran como simples animales y de ellos derivados, con la diferencia de que los animales, que actúan por instinto, están en perfecta armonía consigo mismos, mientras que los hombres, que reniegan su naturaleza de hijos de Dios, actúan siempre en contradicción consigo mismos, generando un conflicto incurable entre su alma y el cuerpo, es decir, entre su "ser criaturas espirituales" con aspiraciones espirituales de felicidad, de libertad y de perfección... y su "ser criaturas materiales" con la sed de placeres y con instintos perversos que tantas veces hace de ellos monstruos...
el tiempo que queda a disposición es poco
El saneamiento de la humanidad, sumida en males tan graves no puede ser ya realizada por el hombre, sino sólo directa mente por Dios; será El en el momento fijado quien cambiará una situación que a los ojos de cualquiera parece incurable. También las Naciones son curables, pero sólo por parte de Él, que es el Salvador.
Don Octavio, tú sabes cómo sucederá esta regeneración de la Iglesia y de la humanidad;
se ha hablado de ella desde los tiempos más remotos y se han reanudado las Profecías en los tiempos más cercanos a vosotros, tú mismo has escrito repetidamente de ello;
el tiempo que ahora queda a disposición es poco, por lo cual será prudente releer los mensajes y tratar de recoger y utilizar todas las advertencias y sugerencias que se refieren a los no lejanos y grandiosos acontecimientos.
¡Si pones en Él, que te ha elegido, toda tu confianza, no dejará que te falte nada, ya sea en el orden de la Gracia como en el de la naturaleza!
Te bendigo, y conmigo no puede faltar la bendición de Luigina, que te sigue dondequiera y que ruega por ti, fiel a vuestro mutuo pacto acordado cuando estaba aún en vida en la tierra.
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