¡No dejaré que me consulten!
01 Algunos ancianos de Israel vinieron a mi casa y se sentaron a mi lado.
02 Entonces Yavé me dirigió su palabra:
03 «Hijo de hombre, esos hombres tienen a sus ídolos arraigados en su corazón; están apegados a lo que los hace pecar. ¿Permitiré que me consulten?
04 Les dirás pues esta palabra de Yavé: Si alguien en Israel lleva consigo sus ídolos y se apega a lo que lo hace pecar, que vaya no más a ver al profeta, yo Yavé le daré una respuesta apropiada a sus sucios ídolos.
05 Porque quiero recuperar el corazón de la casa de Israel, que se alejó de mi junto con todas sus inmundicias.
06 Dirás pues esta palabra de Yavé a la casa de Israel: Regresen a mí, apártense de sus ídolos y renuncien a sus crímenes.
07 Yo, Yavé, responderé personalmente a cualquier israelita y a cualquier extranjero que vive en Israel, que vive alejado de mí, que sólo piensa en sus ídolos que lo inducen a pecar, y que después vaya al profeta para que me consulte.
08 Lo castigaré para ejemplo de los demás y será un ejemplo que no se olvidará. Lo suprimiré de mi pueblo, y sabrán que yo soy Yavé.
09 Si el profeta se deja convencer por esa persona y le da una respuesta de mi parte, es porque yo, Yavé, busqué su perdición. Castigaré a ese profeta y lo eliminaré de en medio de mi pueblo.
10 Ambos soportarán el peso de su culpa, el que consulta y el profeta que sea consultado.
11 Así la casa de Israel no se apartará más de mí. Dejarán de ensuciarse con sus faltas, serán mi pueblo y yo seré su Dios ,?palabra de Yavé.»
12 Se me dirigió esta palabra de Yavé:
13 «Hijo de hombre, imagínate un país que peca contra mí: es infiel y yo lo castigo; lo dejo sin pan, le envío el hambre para acabar con los animales y la gente.
14 Imagínate que en ese país se encuentren estos tres hombres: Noé, Daniel y Job. Pues bien, lo digo yo, esos tres hombres salvarían su vida debido a su justicia, palabra de Yavé.
15 Imagínate que en ese país suelto animales feroces para que quede sin hijos y se convierta en un desierto, el que nadie podrá atravesar por miedo a esas fieras salvajes.
16 Por mi vida, dice Yavé, si esos tres hombres vivieran en este país, no podrían salvar ni a su hijo ni a su hija, pero ellos, sólo ellos, se salvarían mientras el país se convertiría en un desierto.
17 Imagínate que hago venir la espada en contra de ese país y que yo diga: ¡Arrase la espada con este país y mate a hombres y animales!
18 Por mi vida, dice Yavé, si estos tres hombres estuvieran en ese país, no podrían salvar ni al hijo ni a la hija pero ellos salvarían su vida debido a su justicia.
19 Imagínate, asimismo, que me dejo arrebatar por un furor destructor y que envío la peste a ese país acabando con animales y hombres.
20 Si Noé, Daniel y Job estuvieran en ese país, por mi vida, dice Yavé, no salvarían ni hijos ni hijas, pero salvarían su vida a causa de su justicia.
21 Esto dice el Señor: He enviado en contra de Jerusalén a mis cuatro terribles castigos: la espada, el hambre, las fieras feroces y la peste, porque quiero acabar con hombres y animales.
22 Quedan, sin embargo, supervivientes, los cuales están saliendo y serán traídos hasta aquí, hombres y mujeres. Cuando sepan de su conducta y de sus obras,
23 se consolarán y comprenderán que no sin razón actué así con Jerusalén, palabra de Yavé.»
Israel: la viña estéril
01 Me fue dirigida esta palabra de Yavé:
02 «Hijo de hombre, ¿acaso la madera de parra vale más que las otras maderas o que las ramas de los árboles del bosque?
03 ¿Se usa la madera de parra para fabricar algún objeto? ¿Se hace con ella una clavija para encajarla en cualquier cosa?
04 Peor aun si fue echada al fuego: éste devoró sus dos puntas, y el medio está quemado, ¿se puede trabajar todavía?
05 Si cuando estaba entera, no se podía hacer nada con ella, ¿cuánto menos ahora que ha sido devorada y quemada por el fuego?
06 Por eso, así habla Yavé: Los habitantes de Jerusalén son como la madera de parra que se echa al fuego junto con los árboles silvestres.
07 Volveré mi rostro contra ellos: escaparon al fuego pero el fuego los devorará, y sabrán que yo soy Yavé cuando vuelva mi rostro contra ellos.
08 Convertiré al país en un desierto porque fueron infieles, palabra de Yavé.»
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