Manuela Carmena / Fuente: Wikimedia
El equipo de Gobierno de Manuela Carmena está estudiando destinar unos 9.500 metros cuadrados del terreno del Cementerio de Carabanchel a enterramientos con el rito musulmán para dar respuesta a una petición de esta comunidad religiosa. Aunque, aseguran que “en ningún caso” significará darles terreno.
Fuentes municipales consultadas por Libertad Digital han explicado que se ha llegado a un “preacuerdo” después de varios meses de conversaciones con representantes de la comunidad musulmana en Madrid.

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De hecho, el último encuentro tuvo lugar el pasado 8 de marzo donde Carmena se reunión con el presidente de la Comisión Islámica de España, Riay Tatary, y el presidente de la Comunidad Islámica de Madrid, Hilal –Jamal Abboshi.
Tras este encuentro, la Unión de Comunidades Islámicas de España hizo pública una nota de prensa en la que Riay Tatary instaba a la alcaldesa a realizar cambios en las ordenanzasmunicipales de sanidad mortuoria para que los musulmanes puedan así llevar a cabo sus ritos funerarios.

Cambios en el Reglamento de Sanidad Mortuoria

El ritual musulmán necesitaría un cambio en la normativa sanitaria, ya que las inhumaciones en esta cultura se realizan sin ataúd y, en este caso, el Reglamento de Sanidad Mortuoria lo prohíbe.
También habría más cambios pues las sepulturas en el rito musulmán van orientadas hacia La Meca. Por ello, se está estudiando utilizar parte de los terrenos del Cementerio Sur, aunque tampoco se descarta recurrir a cementerios de la capital, dependiendo de la demanda.
Según la Comunidad Islámica, esta normativa ya se ha cambiado en algunas ciudades españolas. E insisten en la necesidad de que este colectivo posea un cementerio después de más de treinta años solicitándolo.
Con todo, este preacuerdo no se ejecutará hasta que la Empresa Mixta de Servicios Funerarios vuelva a ser 100% pública, previsto que se dé a finales de año.
Según fuentes municipales, el Consistorio madrileño quiere incorporar el servicio de entierro bajo el ritual musulmán en las funciones de la Funeraria, diversificando así la oferta de servicios funerarios, “algo que esta Corporación considera una obligación”, y desde luego sin que “en ningún caso” se trate de una cesión de terreno a ninguna comunidad religiosa.