Un artículo de Antonio González
El primer desfile de la
Semana Santa del país despierta
Cartagena. El Cristo Moreno inició esta madrugada su tradicional
vía crucis desde la antigua calle Sepulcro. «Más cerca que nunca de su casa, la Catedral Vieja de Cartagena», según recordó José Luis Carralero, secretario general de la cofradía del Socorro.
Y es que los portapasos de esta talla de Ardilllevan aún la impronta de la historia de su cofradía. De hecho, fueron quienes portaron al Cristo a principios del siglo XIX los que mantuvieron abierto el templo cartagenero mientras el Concejo y el Obispado dirimían una disputa para restaurarlo que a día de hoy se repite para desgracia de este lugar patrimonio del fervor religioso de la ciudad portuaria. El consuelo, pese a que un año más la Catedral sigue cerrada, es que pronto podrá ser visitada.
Decenas de fieles partieron junto al Cristo del Socorro bajo la guía del tambor sordo en un recorrido que se inició a las tres y media de la madrugada. En el vía crucis también participó como es habitual el trono de la Virgen del Consuelo.
Poco a poco, con la luz del alba penetrando por las nubes que esta mañana tapaban la ciudad,Cartagena se iba despertando con el tronar de cohetes que rompían el silencio de la marcha en la que se recordaban las principales escenas de la Pasión de Jesús en forma de estaciones. En ellas participó el presidente de la Autoridad Portuaria, Antonio Sevilla.
El momento más destacado fue la llegada del Cristo y la Virgen del Consuelo a la Basílica de la Caridad, donde se ofició una misa en mitad del vía crucis. Y, antes, en Santa María de Gracia ambos tronos presentaron sus respetos a la Virgen del Rosell. Asimismo, el momento más emotivo para el recuerdo popular llegó pasadas las siete y media de la mañana cuando centenares de cartageneros entonaron la salve mientras ambos tronos compartían espacio en la plaza de San Ginés de la Jara.
Destacar que minutos antes de que la salve retumbara en el casco histórico de Cartagena, ángeles de la guarda enfundados en chalecos naranjas de Protección Civil obraban el milagro salvando del leve helor de la mañana a un hombre que había pasado la noche al raso en uno de los portales de la plaza San Francisco.
Este Cristo Moreno era sacado a las calles siglos atrás para rogar que el agua emanara de los cielos. Pese al sentir de los cofrades, las nubes que guiaban el paso de la talla no presagian nada bueno. Anoche no llovió, aunque la lluvia podría hacer acto presencia durante hoy Viernes de Dolores, el día grande de la patrona popular de Cartagena, la Virgen de la Caridad.
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