27-10-2000
Jesús:
¿Quieres ver cómo más y más se irá metiendo el espíritu del mal, que confunde, en
mi Iglesia?
Sigue observando y escudriña los signos de los tiempos para ver y estar preparados.
Si comentáis el mal entre vosotros, no sea para criticar y sembrar todavía más mal.
Sea para que no haya confusión en las ideas y se sepa el recto camino a tomar. No
os burléis de los impíos. Ellos tendrán su merecido, les será dado por su Padre
Dios. No os corresponde a vosotros juzgar. Más bien rezad, orad, orad por ellos.
Cuando veáis una falta, grave o leve, cometida en mi Iglesia por un extraño, orad.
Orad por él, reparad la ofensa en el fondo de vuestro corazón, con verdadero dolor
por sus pecados y por los vuestros y no la aireéis, a no ser que sea necesario para
instruir al débil,
No debéis ser vosotros los “altaneros”, los ricos que miran con desprecio al resto de
personas que no han recibido los mismos bienes, la misma doctrina verdadera, que
no han sido cuidados con el mismo mimo y esmero por Mí, por mi Padre, por el
Espíritu y Nuestra Madre ... ¿Con qué derecho os engreís?
09-11-2000
Jesús:
¡Oh los pecados de impureza! Laceran cruelmente mi Corazón. Mira cómo Yo
sufro por esto. Sufro y me desgarro en mi interior. No lo sabéis, no lográis verlo del
todo, no atisbáis siquiera comprenderlo un poquito. El mundo es una inmensa
ciénaga donde los hombres os revolcáis como animales, animados unos en los
otros; os revolcáis y no os importa el olor ni el hedor. Creéis hacerlo en un campo de rosas. ¡Oh vil mentira por la que os ha seducido Satanás!
¿Por qué hay tanta
infelicidad, tanto vacío en el hombre? Porque esperáis saciaros con esa
podredumbre del placer carnal, y vuestra boca no está hecha para comer vaciedad,
mascar estiércol.
Vuestra alma busca y anhela la salvación, y vuestra carne, corrompida, la pretende
encontrar entre las basuras, entre las mil mentiras que antes se os han dicho. Se os
pretende educar en la mentira.
Satanás ha desplegado su ejército y en este punto – la impureza – está haciendo
estragos. ¿Por qué? Es porque mi Ejército, el que es realmente Poderoso, no ha
desplegado también su ataque, sus medios. Es porque los míos quizá también se
han dejado vencer por ese vicio y no pueden mostrar al mundo sus vidas blancas,
sus ánimas cristalinas, relucientes. Es porque de entre los míos ¡tampoco se vive la
castidad!
Y mira cómo Yo lloro de Dolor y mi Corazón es cual herida llagada de úlceras por
este horror que me provocáis.
Yo no puedo soportar por más tiempo que cojáis a mis niños y les quitéis la vida de
la gracia con vuestra falta de modestia, pudor, vuestra falsedad y negrura, con
vuestra vida y vuestras acciones impúdicas, dejando que ellos empapen sus ojitos
con esa podredumbre que llamáis “liberalidad” y por doquier tengan que asistir, en
su más tierna infancia a espectáculos bochornosos de pornografía, orgías, palabras
obscenas y mentiras en cuanto al amor.
¡El Amor Verdadero! ¡Oh, no lográis alcanzarlo! Es porque vuestros cuerpos se
encuentran todavía en esa cárcel de la impureza de la que no lográis salir. Salid.
Dejad a los muertos que entierren a sus muertos.239 Liberaros de vuestro cuerpo de
muerte que os mantiene atados y os impide subir a Mí.
En la comodidad y holgazanería, en la pasividad y el “todo cuela” no se puede
encontrar la libertad que Yo quiero dar a vuestro espíritu. Y aunque con periodos
en los que os levantáis, a veces volvéis a caer porque no ponéis los medios
concretos necesarios para evitar las ocasiones de pecado.
¡Esa caja de podredumbre que a todas horas abrís para que inunde de su hedor las
estancias más íntimas de vuestra casa (la TV)! Que contagia y contamina a todos
con sus criterios de muerte, con sus imágenes de vicio absoluto. Que corrompe las
mentes y conciencias de los más pequeños. ¡Responsables vosotros de ello, que la
abristeis sin rigor, sin tener en cuenta el daño que os hace y hace a vuestros
pequeños vástagos! ¡Apagad ese aparato de muerte si queréis que en vuestras casas
reine la santidad! Yo lo digo, que cada uno actúe en conciencia.
Existen muchos
medios hoy en día por donde se cuela la impureza en vuestros hogares, en vuestras
familias y en vuestras propias almas: La televisión es uno de ellos. Cortad de raíz
todas las ocasiones. Hacedlo si queréis ser míos y si queréis llevar a los vuestros
por las sendas de la salvación. ¡Oh hija, mírame cómo lloro por esto! En la
imprudencia y en la temeridad, en la negligencia culpable, mi Ejército se ha dejado vencer en este punto. Mi Corazón se encuentra llagado profundamente por eso.
Consuélame tú, cúrame, cura mis heridas.
Señor, eres duro en este punto
Hija mía, ¡no sabes hasta qué punto estoy dolido por esto! Entra en Mí y conoce mi
Dolor. 240
Con el candor de un niño bautizado, así me gustaría encontraros.241
Reparad por vuestras faltas de impureza. Imponeos sacrificios en vuestra carne por
esos pecados.
Luchad para no caer en las tentaciones. Se encuentra muy revuelto este mundo de
Satanás.
239 Cfr. Lc 9,60; Mt 8,22.
240 Es una pena inmensa cómo dice esto
241 Una amiga había traído a la oración a su hija recién bautizada.
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