31-10-2002
Jesús:
Cuando todas estas señoras piadosas608 abandonen la tierra, dime: ¿quién me
quedará?
Por eso, hija, mira que no te hablo de un tiempo lejanísimo, sino de algo que está
por venir, ya, ahora.
¿Tú?, ¿los tuyos? Dime, en qué parroquia quedará gente para hacer la Adoración.
Los Sagrarios retirados a un lado,609 los Templos convertidos en salas de
espectáculos. Dime, ¿quedará ya fe en vuestros días?610
Que en vuestros días florezca la Justicia,611 que vean tus ojos su Santo Reino.
¿De dónde resurgirá el Reino muerto, el Reino ya muerto? Matado lo habéis con
vuestra falta de fe y de piedad. ¿Quién lo hará resurgir? Mira que de estas cenizas,
de estos escombros, Yo voy a hacer resurgir la Jerusalén Celestial. ¿Difícil?
Imposible para los hombres, pero no para Dios.
608 Había Adoración del Santísimo antes de Misa y todo eran señoras mayores.
609 En esta parroquia, de una sola nave, el Sagrario había pasado de estar en el
centro, a estar a un lado, sin ningún sentido.
610 Cfr. Lc 18,8.
611 Cfr. Sal 72,7.
05-11-2002
Jesús:
¡Pobrecita España, que no quieres ver, no quieres ver, no quieres ver!
Te ofuscas en tu mal, te empecinas y tú solita vas contra la pared.
Te enorgulleces en tu rebeldía y a tu prostituirte, dices, jactándote de ello y riéndote
abiertamente:
“¡Mira lo que fuiste, España!
¡y mira lo que ahora eres!”
Descarada, paseas tu desnudez lasciva ante los hombres y les dices:
“¡Esto es lo que es ahora España,
la antes fiel, la católica y romana!,
¡esto hemos hecho de ella!”
Y te ríes, porque el Mal te desea ante tamaña desvergüenza, y quiere hacer obras
grandes, consciente de su poder.
¡Oh, su poder antes cedido al bien, ahora atropellado por el mal! ¡Cuánto daño
harás y haces, oh, mi querida España!
¡Oh, tus hijos del otro lado del continente miran ahora a su madre y la ven
convertida en la Gran Ramera!
Mis hijos pequeños,612 no miréis ahora a vuestra madre, tapaos los ojos. Su ejemplo
de la virtud cedida al mal puede acarrearos a vosotros junto con ella la condenación
eterna.
¿Puede un hijo aleccionar a su madre? Sí, cuando ésta se ha convertido en pecadora
pública que se jacta de sus mentiras y falsedades. Puede y debe hacerlo.
¡Hispanoamérica: evangelizad a España! Vuestra madre en la fe ha olvidado su
Doctrina y nada en el fango de su pecado, y quiere llevar a otros hijos a la
perdición. No dejaos llevar. Antes bien, reaccionad enérgicamente contra ella, y
echadle en cara, recordadle todo aquello que le impulsó ir a vosotros y llevaros la
Salvación.
Olvidaos de vosotros, de la lucha monetaria y ¡evangelizad!, ¡evangelizad España!
Venid, llegad hoy a sus costas, tomad posesión y enarbolad la bandera del
cristianismo que un día ellos llevaron a vuestras tierras. Dadles la Paz. Como hijos
agradecidos, os corresponde ahora hacer esto con vuestra madre.
Prostituta inmensa que cree que ahora tiene fuerza.
Yo la haré caer para que,
debilitada, reconozca su error, y así Yo la podré salvar.
¿Podré Yo contar con vosotros?, ¿os prestaréis para esto?
Cuando Yo haga caer su imperio económico, quizá, debilitada, vuelva sus ojos a
Mí.
Hermanos contra hermanos se echan unos a otros las culpas de todo. Es un infierno
de odio y desamor, de quemazón carnal, que les hace precipitarse a la negrura del
sufrimiento, aunque ellos creen que lo hacen al placer y al gusto.
Infierno, infierno de desamor, ¿podrá brillar mi Luz en vosotros?
Dime, ¿con quién puedo Yo contar? ¿Quién evangelizará?
¿Quedará fe en vuestros días en los Días de la Gran Tribulación?
¡Oh Castigo merecido que caerá sobre vosotros! ¡Convertíos!, ¡convertíos también
por éste! 613 Yo os lo envío para vuestra salvación.614
612 Se dirige a los hispanoamericanos.
613 Por este Castigo.
614 Qué asco, qué horror y angustia, pena, sufrimiento me causaba ver a España en
esta situación verdadera en la que me la mostraba el Señor.
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