Redacción ACI Prensa
Alfie Evans - Foto: Facebook Alfie's Army Official
La muerte del pequeño Alfie Evans nos recuerda que “la batalla final entre Jesús y el demonio se dará en torno a la familia y a la vida”, afirmó el Arzobispo de Piura y Tumbes (Perú), Mons. José Antonio Eguren, quien denunció “la seria crisis de valores” y el creciente desprecio por la dignidad de las personas que hay en el mundo.
“A Alfie se le ha dejado morir para ahorrar”, denunció el Prelado durante la Misa dominical, al recordar el caso del niño británico de 23 meses de edad que padecía una condición neurológica degenerativa desconocida y que falleció ayer 28 de abril.
Durante meses sus padres Kate James y Thomas Evans sostuvieron una batalla legal con el hospital Alder Hey de Liverpool –donde se encontraba el pequeño–, porque este centro médico deseaba desconectarle el soporte vital y dejarlo morir, argumentando que era lo mejor para Alfie.
Ambos padres recurrieron a los tribunales de Reino Unido y al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo para que les permitieran llevar al niño a otros centros médicos que ofrecieron a acogerlo, entre ellos el Hospital Pediátrico Bambino Gesú de Roma y el Instituto Neurológico Carlo Besta de Milán. Pero todos sus pedidos fueron rechazados por los jueces.
Ambos sufrieron “la prepotencia de una justicia abusiva”, que les negó “el derecho de poder llevarlo a Roma, Italia, donde el Papa Francisco le había ofrecido al pequeño Alfie atención médica en el hospital del Bambino Gesú del Vaticano”, denunció el Prelado.
“¿Es este el mundo en el que queremos vivir, donde el ser humano reemplaza a Dios y decide quién vive y quién muere, donde el Estado se impone sobre la familia, institución natural que la precede? Ciertamente la batalla final entre Jesús y el demonio se dará en torno a la familia y a la vida”, expresó Mons. Eguren.
El Arzobispo condenó “este hecho de crueldad e inhumanidad, donde a un inocente se le ha privado de su derecho fundamental a la vida, donde no se ha tenido consideración con su dignidad de persona, la cual se mantiene en cada fase de la vida, ya sea cuando ésta sana o cuando se encuentra a punto de morir”. “Aquí lo indignamente es que ha prevalecido el beneficio económico: A Alfie se le ha dejado morir para ahorrar”, denunció.
“¿En qué mundo vivimos en donde se trata a una vida humana inocente como una cosa? ¿En qué mundo vivimos donde prima lo económico sobre la dignidad de una persona y su derecho fundamental e inalienable a la vida? ¿Dónde los padres no tienen la patria potestad, es decir el derecho a decidir sobre sus menores hijos?”, cuestionó.
Mons. Eguren pidió a rezar por Alfie y sus padres. “Que su sacrificio nos recuerde cuan crucial es para el futuro de la humanidad la defensa de la familia y la vida”, expresó.
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