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Ora todos los días muchas veces: "Jesús, María, os amo, salvad las almas".

El Corazón de Jesús se encuentra hoy Locamente Enamorado de vosotros en el Sagrario. ¡Y quiero correspondencia! (Anda, Vayamos prontamente al Sagrario que nos está llamando el mismo Dios).

ESTEMOS SIEMPRE A FAVOR DE NUESTRO PAPA FRANCISCO, ÉL PERTENECE A LA IGLESIA DE CRISTO, LO GUÍA EL ESPÍRITU SANTO.

Las cinco piedritas (son las cinco que se enseñan en los grupos de oración de Medjugorje y en la devoción a la Virgen de la Paz) son:

1- Orar con el corazón el Santo Rosario
2- La Eucaristía diaria
3- La confesión
4- Ayuno
5- Leer la Biblia.

REZA EL ROSARIO, Y EL MAL NO TE ALCANZARÁ...
"Hija, el rezo del Santo Rosario es el rezo preferido por Mí.
Es el arma que aleja al maligno. Es el arma que la Madre da a los hijos, para que se defiendan del mal."

-PADRE PÍO-

Madre querida acógeme en tu regazo, cúbreme con tu manto protector y con ese dulce cariño que nos tienes a tus hijos aleja de mí las trampas del enemigo, e intercede intensamente para impedir que sus astucias me hagan caer. A Ti me confío y en tu intercesión espero. Amén

Oración por los cristianos perseguidos

Padre nuestro, Padre misericordioso y lleno de amor, mira a tus hijos e hijas que a causa de la fe en tu Santo Nombre sufren persecución y discriminación en Irak, Siria, Kenia, Nigeria y tantos lugares del mundo.

Que tu Santo Espíritu les colme con su fuerza en los momentos más difíciles de perseverar en la fe.Que les haga capaces de perdonar a los que les oprimen.Que les llene de esperanza para que puedan vivir su fe con alegría y libertad. Que María, Auxiliadora y Reina de la Paz interceda por ellos y les guie por el camino de santidad.

Padre Celestial, que el ejemplo de nuestros hermanos perseguidos aumente nuestro compromiso cristiano, que nos haga más fervorosos y agradecidos por el don de la fe. Abre, Señor, nuestros corazones para que con generosidad sepamos llevarles el apoyo y mostrarles nuestra solidaridad. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

lunes, 30 de abril de 2018

Muerte de Alfie muestra que batalla final contra el diablo será sobre la familia y la vida

Redacción ACI Prensa


Alfie Evans - Foto: Facebook Alfie's Army Official

La muerte del pequeño Alfie Evans nos recuerda que “la batalla final entre Jesús y el demonio se dará en torno a la familia y a la vida”, afirmó el Arzobispo de Piura y Tumbes (Perú), Mons. José Antonio Eguren, quien denunció “la seria crisis de valores” y el creciente desprecio por la dignidad de las personas que hay en el mundo.

“A Alfie se le ha dejado morir para ahorrar”, denunció el Prelado durante la Misa dominical, al recordar el caso del niño británico de 23 meses de edad que padecía una condición neurológica degenerativa desconocida y que falleció ayer 28 de abril.

Durante meses sus padres Kate James y Thomas Evans sostuvieron una batalla legal con el hospital Alder Hey de Liverpool –donde se encontraba el pequeño–, porque este centro médico deseaba desconectarle el soporte vital y dejarlo morir, argumentando que era lo mejor para Alfie.

Ambos padres recurrieron a los tribunales de Reino Unido y al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo para que les permitieran llevar al niño a otros centros médicos que ofrecieron a acogerlo, entre ellos el Hospital Pediátrico Bambino Gesú de Roma y el Instituto Neurológico Carlo Besta de Milán. Pero todos sus pedidos fueron rechazados por los jueces.

Ambos sufrieron “la prepotencia de una justicia abusiva”, que les negó “el derecho de poder llevarlo a Roma, Italia, donde el Papa Francisco le había ofrecido al pequeño Alfie atención médica en el hospital del Bambino Gesú del Vaticano”, denunció el Prelado.

“¿Es este el mundo en el que queremos vivir, donde el ser humano reemplaza a Dios y decide quién vive y quién muere, donde el Estado se impone sobre la familia, institución natural que la precede? Ciertamente la batalla final entre Jesús y el demonio se dará en torno a la familia y a la vida”, expresó Mons. Eguren.

El Arzobispo condenó “este hecho de crueldad e inhumanidad, donde a un inocente se le ha privado de su derecho fundamental a la vida, donde no se ha tenido consideración con su dignidad de persona, la cual se mantiene en cada fase de la vida, ya sea cuando ésta sana o cuando se encuentra a punto de morir”. “Aquí lo indignamente es que ha prevalecido el beneficio económico: A Alfie se le ha dejado morir para ahorrar”, denunció.

“¿En qué mundo vivimos en donde se trata a una vida humana inocente como una cosa? ¿En qué mundo vivimos donde prima lo económico sobre la dignidad de una persona y su derecho fundamental e inalienable a la vida? ¿Dónde los padres no tienen la patria potestad, es decir el derecho a decidir sobre sus menores hijos?”, cuestionó.

Mons. Eguren pidió a rezar por Alfie y sus padres. “Que su sacrificio nos recuerde cuan crucial es para el futuro de la humanidad la defensa de la familia y la vida”, expresó.

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