11-10-2002
Jesús:
Llamada a ser la luz,586 la luz que alumbre a sus hermanos: escucha, escúchame.
Como golpea un fuerte viento sobre vuestras ventanas. Así estoy Yo, así el Espíritu
Santo, queriendo pasar en medio de vosotros, queriendo soplar sobre esta generación587, para revivirla, para soplar sobre sus huesos de muerte y volverlos a
la vida, para darle alas a este cuerpo mortal que se arrastra bajo el barro sin poder
volar ni buscar metas más altas: el Amor para el que ha nacido, para el que ha sido
creado.
¡Vive! ¡Vive! ¡Por mi Espíritu! Mi Espíritu os hará revivir, oh generación, que os
revolcáis bajo el barro y os ahogáis, ahogáis vuestra alma inmortal bajo el peso de
vuestro cuerpo mortal y corruptible, lleno de corrupción. Esposa de corrupción
llena588: ¡Vive!, ¡vive por Mí!, ¡oh, amada humanidad!
Vuestro nombre completo es: “Generación actual perversa, que nada entre el
pecado, sin querer volver los ojos a Dios, el Creador de todo, y que ha renegado de
su Nombre y de la fe el Él, en el Espíritu de la Promesa”
Largo nombre lleno de Dolor589, que Yo reduzco en “generación”, o “humanidad
actual”.
¡Oh generación, amada grandemente por Mí!, ¡vuélvete!, ¡vuelve tus ojos a Mí! El
Creador de todo pide hoy, ante ti, tu consuelo, tu consuelo y amor.
Porque mira, niño, que hieres profundamente mi Herida con tu apostasía y herejía
constante, con tu renegar y tu odio a Dios continuo, con tu no-quererte-convertir.
Pese a mis Llamadas, ¡que mira cómo las multiplico por ti!
Odio, odio constante a Dios, blasfemias, pecados, negrura, sufrimiento constante...
por no querer volver tus ojos a Dios, hijo, que nadas en el pecado. ¡Ven!, ¡ven a tu
Padre! ¡Ven a Mí!
Mira hoy al Espíritu Santo llamando a tu puerta, pegando en tu ventana. ¡Ábrele!
¡Ábrele de par en par! Y deja que entre a inundar tu vida, tu vida muerta, de paz y
de amor, de vida y de perdón, de caridad, de mansedumbre, de armonía, de belleza.
¡Ábrele! Y cierra a todo ocio y corrupción, pecado, omisión, desgracia, cierra a eso,
oh hijo, hoy tu puerta con tu voluntad cierta, fuerte, recia. ¡Cierra!, y ábrete sólo a
Mí.
Verás, verás qué cambio de vida, hijo, niño pequeño, vas a experimentar, porque
Yo, tu Padre, vendré, y con mis propias Manos, Manos de Dios, voy a venir y bajar
a limpiarte maternal y cuidadosamente de toda la costra del pecado, y voy a dejar tu
alma y tu cuerpo limpio y blanco como la nieve.590 Donde toda inmundicia
desaparecerá, donde toda criatura recobrará su esplendor inicial, el que tenían antes
de que el Dueño del mundo se abalanzara sobre ellas quitándoles todo lo santo y
puro y poniéndolas a sus servicios.
Pero mira, hijo, que si tú quieres, esto tendrá lugar, lo podré hacer en ti. Tan sólo
ponte en mis Manos, animalito pobre que ya no conservas ni tu apariencia de hombre. ¡Ven!, ¡ven a revivir Conmigo! ¿Sabes la belleza de los hijos de Dios?, ¿la has visto? Mira que Yo te voy a hacer
más bello que ningún hijo de hombre que pudieras ver. Tu belleza será sin igual. Si
vienes hoy a Mí, y, con tu voluntad, te arrepientes de todos tus pecados y lavas tu
alma en mi Sangre redentora, para que mi Santo Espíritu te dé la vida.
Tú que escuchas esto: ¡Ven!, ¡ven hoy a Mí! Hoy, que oyes mi Mandato. Hoy, que
escuchas mi Llamada: ¡VEN!, no lo dejes más.
“El Espíritu y la novia dicen: ¡Ven!”591
¡Ven, oh generación, a reunirte Conmigo!
¡Ven, oh Espíritu Santo, a renovar a tu Pueblo!
¡Ven, Esposa Santa a vestirte como la Virgen encinta, que dará lugar a la Nueva
Humanidad!
¡Ven! ¡Oh, ven!592
586 Cfr. Mt 5,14.
587 Humanidad.
588 La humanidad.
589 Que al pronunciarlo le hace sufrir a Dios. Vida humana que le causa Dolor.
590 Cfr. Sal 51,9; Is 1,18.
591 Cfr. Ap 22,17.
592 Ahora que acaba de hablar el Señor, me ha parecido como que le acompañaba
una orquesta celestial, o que sus Palabras eran como una hermosa pieza musical,
con su apoteosis final: Termina ese: “¡Oh, ven!”, como se termina una
composición musical. Y se acaba de súbito todo.
13-10-2002
Virgen:
A veces, cuando leéis los Mensajes, pensáis que se trata de un tiempo lejano. No lo
es. Si fuera para un tiempo lejano, no os lo estaría manifestando Yo. La urgencia es
de conversión. ¡Conviértete, hijo!, ¡conviértete!
Me preguntas:593 “¿Qué quiere decir: “¡Venid a Mí!, ¡venid a Mí! ... ¡pero a dónde!,
¿a dónde hay que dar los pasos?”.
Los pasos son de conversión. Tanto tiempo en mis filas y todavía te preguntas: “¿A
dónde debo ir?, ¿qué debo hacer?”
¡Conviértete, hijo!, ¡conviértete!
Mira, hijo, que por mucho que leas, por mucho que sepas de lo que ha de venir, no
te vendrá por ahí la conversión. Refórmate y cambia de vida.
Es tu conversión la
que te estoy pidiendo, no tu sabiduría del mundo: querer saber, que, al final, no
conduce a nada, porque embota la inteligencia y borra el camino abierto por mi
Amor.
Hijo, deja de escudriñar y querer conocer cómo han de venir las cosas, que, al final,
te lo aseguro, no será nada como tú imaginas
Te parece gracioso que tu Madre se digne a bajarse ante ti y a hablarte. No te rías.
Quizá sea la última. Yo no te voy a advertir más.
Hija, ¡hijo!, escúchame a Mí. No escuches otras voces, ellas no te conducen por el
Camino Verdadero. Escucha. ¡Escúchame a Mí!
A los que esperáis tanto para dar el paso, esperando el momento en que empiece
todo para verlo más claro, os digo: Es ese momento: ¿quién os asegura la vuelta a
Mí? Yo os digo que el miedo os embotará tanto que no os dará capacidad de
reacción.
Por eso ahora os digo: ¡Convertíos!, ¡cambiad de vida! ¡Dad los frutos de
conversión594 que Yo espero de vosotros y os estoy pidiendo!
¡Rezad!, ¡ayunad!, ¡salvaos y salvad! Y hacedlo ahora.
De verdad os digo que
después no habrá tiempo, no os será dado el tiempo.
Aprovecha, hijo mío, aprovechad. No sabes si mañana, a esta hora, te será pedida la
vida.595 Aprovecha cada día como si fuera el último de tu existencia.
Hija, si Yo creyera que esto no sirve para nada, no os lo estaría diciendo. Yo tengo
confianza en vosotros, sé que al final, os vais a convertir. ¡Convertíos! ¡Y venid a
Mí, hijos!596
¡Yo Soy vuestra Madre! ¡Yo os amo! ¡Yo os digo todo esto para vuestra salvación!
¡Venid, oh hijos, hoy a Mí! Quizá mañana no habrá tiempo. Luego, no os será dado
más tiempo de conversión. Este es el tiempo, este es el tiempo, este es el tiempo de
vuestra conversión. Amén.
593 “Y te preguntan”, fue una pregunta que me hicieron.
594 Cfr. Mt 3,8; Lc 3,8; Hch 26,20.
595 Cfr. Lc 12,20.
596 Abrió los brazos, está como en un lugar alto para que la veamos, majestuosa.
22-10-2002
Virgen:
Los que más te quieren buscan apartarte del camino que quiere Dios para ti, o al
menos no ayudarte en nada, porque lo vislumbran duro para ti y en cierta medida
para ellos. Tienen razón. Su dureza será terrible. Temen perder su vida junto con la
tuya, y así será. Diles que, al menos, lo hagan con Cristo. Dureza con Cristo es
Dulzura sin límites para la Eternidad. Aceptad – el camino – emprendido por Dios
– para vosotros.
Confianza y seguridad.
Hija, mira a tus hijos597: te piden comer, te piden comer. Comida que tú les darás
para la eternidad.
Mira a los Santos. Mira al P. Pío598. ¿No crees que sus contemporáneos pensaron
que era un loco que se hacía todo eso, se inventaba todo eso para llamar la
atención? Sin embargo, ¡cuánto bien hizo para la humanidad!, y lo sigue haciendo.
Así tú, hija. Queremos tu conformidad perfecta con la Voluntad de Dios sobre ti.
Hija mía, sitúate por encima de las realidades terrenas, y aunque todo esté
zarandeado bruscamente, tú permanece serena conmigo, pensando que cumples y
haces exactamente la Voluntad de Dios sobre ti.
¡Y claro que te van a decir que no debes seguir con todo esto! Decir es poco.
Incluso te lo impedirán físicamente. Pero el Poder de Dios se sitúa por encima de
esto. Si llega el caso, diles que a ellos les hago responsables de que todo esto no
llegue a un mayor número de gentes. Si son de Dios, te harán caso; si no, la
voluntad de Dios caiga sobre ellos.
597 Una serie de almas a las que tengo que dirigir hacia Dios.
598 Tengo enfrente su estampa.
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